Crónica del desenlace

Así fue el final de 'Vivir sin permiso', con “lo más lúcido que ha hecho nunca” Nemo Bandeira

Así fue el final de 'Vivir sin permiso', con "lo más lúcido que ha hecho nunca" Nemo Bandeira

Paula Hergar

Tras dos temporadas Vivir sin permiso ha puesto punto y final a su andadura por Telecino (una travesía que acabó antes en Netflix).

Se despide con dos hazañas a sus espaldas: la de haber liderado la noche de los lunes y la de ser una de las series que aún mira a sus competidores desde arriba.

De esta forma, el trío formado por José Coronado, Álex González y el creador Aitor Gabilondo se marcha con otro éxito a sus espaldas (tras El Príncipe) y con un trepidante último capítulo que ha atado todos los cabos sueltos.

(¡Cuidado SPOILERS!)

La humillación de Nemo por una tregua

Mario aparece frente a Nemo, casi sin aliento, tras haber escapado de los hombres de Germán que lo buscaban para matarlo por filtrar a la policía la información del contenedor de mujeres.

Al conocer sus intenciones, el patriarca de los Bandeira se hace pasar por Nina para quedar con Germán y pactar una tregua que evitaría una guerra. Para convencerle, le ofrece el control sobre el Oeste a cambio de dejar en paz a su familia: en especial a Mario y Nina, que esperan un hijo, y protección para Lara.

Germán acepta pero con la condición de que Nemo se arrodille y le bese los pies. Una humillación por la que acaba pasando con tal de sellar la paz.

Tras ello, el patriarca reúne a toda la familia para explicarles que quiere dejar todo bien atado antes de morir: “Cada día siento mi final más cerca, no quiero irme de aquí y dejaros en mitad de una guerra”. Por lo que Mario se encargará de todos los negocios “legales” y les informa del trato con Germán.

Esto último indigna a Lara que no puede permitir hacer tratos con un “asesino” y utiliza su poder como tutora de su padre y levanta el hacha: “Si quieren guerra, tendrán guerra”.

La nueva guerra de los discípulos contra Germán

Mario se alía con Lara para acabar con Germán y planean quedar con Daniel, que odia a su padre por los constantes maltratos. Con él y Ferro organizan una emboscada de la que no pueda salir con vida.

Paralelamente, Nemo intenta deshacerse de Lara como tutora legal para que no se involucre en una guerra: “Solo intento salvaros la vida a todos”. Pero ellos no lo aceptan y le explican sus planes para acabar con Germán.

Eso indigna al patriarca que siente que han “conspirado contra él y repartido su herencia” y les vuelve a echar de la sala sin lograr los papeles firmados.

Mario descubre que Malcolm estaba vivo y le pide explicaciones a Lara. Aún así deciden seguir con el plan pero después “que cada uno siga su camino”.

Lara acaba con la maldición de su padre y va a por “el amor de su vida”

Malcolm intenta disuadir a Lara para que no siga los pasos de su padre. Ella empieza a dudar y Nemo aprovecha para echar por tierra todo su plan contándoselo todo a Daniel que, a su vez, busca a su padre para advertirle del peligro: “He evitado un baño de sangre”, les dice ante la indignación de ellos.

“¿Es una venganza hacia nosotros? ¡Nos has vendido!” le recrimina ella. Padre e hija acaban teniendo una charla y él le dice que “el poder es demasiado tentador para gente como ellos” y por eso está intentando que no cometa los mismos errores que él: “¿Sabes cuál es el error del que más me arrepiento? Dejar escapar al amor de mi vida”, le confiesa el padre.

Una conversación que le sirve a Lara para confesarle su amor a Mario: “Malcolm no significa nada para mí. Yo te quiero a ti. Muchísimo. Voy a coger un autobús y me encantaría que te vinieras conmigo pero no puedo pedirte que elijas entre tu hijo y yo”, y se marcha con los ojos vidriosos de ambos.

Mario va a buscar a Nina para marcharse juntos pero ella ha cambiado de planes: “Me voy yo sola. No quiero terminar como mi madre. Te quiero y este niño era mi oportunidad para atarte a mí pero no quiero pasar el resto de mi vida junto a un hombre que está enamorado de otra. Sé que estás enamorado de Lara y que nunca la vas a olvidar. Vete con ella, es lo mejor que puedes hacer”.

El último gran plan de Nemo: “Adiós capitán”

Nemo en realidad tenía todo planeado como su último gran golpe: acabar con Germán y conseguir la inmunidad para su familia antes de morir. Para que no se le olvidara nada se había apuntado cada paso a seguir en fichas.

En primer lugar confesó a la jueza Marina Cambeiro todos sus negocios ilegales. Ella entrega todo la policía; las pruebas y documentos de todas las actividades delictivas y de la red de corrupción que los protegía, y empieza el registro y detención de los criminales. A cambio de entregar a todos, pedía la inmunidad para toda su familia.

Como había previsto, Germán se enfureció y fue a buscarlo al Pazo en busca de venganza. Y allí Nemo le esperaba para matarlo. Pero su enfermedad le juega una mala pasada y el fantasma de Ada aparece para llevarlo hasta el mar.

Paralelamente, Lara entra en la finca y el mexicano la toma de rehén hasta que Daniel dispara contra su padre. Mario llega y los dos se abrazan.

Nemo sigue en la orilla del mar, junto a Ada en su imaginación, a la que toma de la mano y le dice “ahora sí”. Pero llega Ferro y cuando intenta llevárselo a casa, nota que su jefe no reacciona y comprende que ha llegado el momento de cumplir su promesa: cuando Nemo no recuerde los nombres de sus hijos su fiel amigo deberá acabar con su vida. “Adiós capitán”, y lo hace entre lágrimas.

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