Crónica de la gala

“¡¿What?!” El reencuentro de 'La isla de las tentaciones', 6 meses después, soltó un bombazo de Stiven

Paula Hergar

La isla de las tentaciones 4 celebró su reencuentro final, seis meses después de todo lo ocurrido en República Dominicana. Nico y Gal·la, Tania y Alejandro, Rosario y Álvaro, Sandra y Darío y Josué y Zoe volvieron a sentarse frente a Sandra Barneda para explicar todo lo que pasó tras el reality.

“Han pasado 6 meses desde que cinco parejas de valientes se enfrentaron a la batalla definitiva. Llegaron convencidos de su amor, pensaban saberlo todo pero se equivocaban. Algunos olvidaron que sus vidas y sus historias continuaban a 7.000 kilómetros del paraíso. Ahora se enfrentarán cara a cara para resolver las incógnitas” narró la presentadora. Y así fue.

Todos ellos explicaron lo ocurrido tras regresar a España y lo hicieron con la ayuda de Miriam, Rosana, Miguel, Sabela, Rubo y del bombazo que soltó Stiven. Mientras que el reencuentro con Suso se verá en el próximo Debate.

Nico y Gal·la siguieron viéndose “más de lo que les gustaría”

Gal·la fue la primera en entrar a la sala junto a la presentadora, mientras Nico se sentaban en otra habitación para ver lo que ocurría desde una pantalla. “A ver si se da cuenta de sus fallos, por fín”, comentó el futbolista. Ella cogió la tablet y recordó todo su paso por el reality: “Al principio empecé a compararme con mis compañeras y me vine abajo. Después vi a un Nico que no reconocía. Él era bueno, se preocupaba por mí, pensaba en mí y el primer día ya hizo todo lo contrario. Para mí fue un niño en un parque de atracciones. Yo ponía la mano en el fuego de que salía de ahí con él. No me respetó, no me valoró, no he sido nada para él”.

Sobre Miguel, explicó que se había llegado a ilusionar con él pero que le pareció bien su decisión porque “le respetó”. Ahora siguen teniendo contacto, se fue a Málaga con él cinco días pero se dieron cuenta de que no estaban hechos el uno para el otro. En cuanto a Nico dijo que tienen la perra en común y “desgraciadamente” lo ve más de lo que le gustaría. Según ella, si hubiera dado pie él querría volver. Algo que hacía reír al joven desde la otra habitación.

Seguidamente, ella salió y entró Nico: “Yo estuve un mes en nuestra casa porque me dijo que no estaba preparada para que me fuera, que me necesitaba. La quiero y si me lo pide me quedo, pero no es como lo ha explicado. La he cuidado y me dice que ojalá no existiera. Me odia pero se ha acabado ya, ni para cuidarla ni nada”.

Así continuó (o no) la historia con Miriam, Rosana y Miguel

También entró Miriam, con la que “no tengo una relación pero nos hemos estado viendo durante este tiempo”, explicó él. Se abrazaron y se cogieron de la mano. Nico explicó que ella es “muy dierente a Gal·la, que le da protagonismo, me hace sentir especial”. Y aunque él dijo que áun no estaba preparado para estar con alguien, Miriam confesó que le esperaría. En cuanto a Rosana, él dijo que habían hablado pero que también lo había hecho con varios otros chicos de la villa.

Momento en el que entró Rosana: “Menudo cuento os lleváis los dos. Él estaba cansado de ella y estarán fingiendo un poco. Cuando salimos de la isla él me habló y ha jugado conmigo y con mis sentimientos”. Eso sí, Miriam explicó que Rosana sí se había visto con Álvaro tras la isla. Algo que Rosana confirmó.

Se marchó Rosana y entró Gal·la: “Eres un mentiroso. Te vendiste como futbolista y trabajabas como cerrajero, esa fue la primera mentira” dijo y Nico le “habló desde el corazón” para preguntarle quién le había cuidado este tiempo. Pero ella volvió a negarlo. “Pero cómo eres tan mentirosa y tan falsa” repetía Nico.

...y entró el que faltaba: Miguel. “Yo seguí hablando con Gal·la que me contó que no quería estar en su casa más con Nico y vino conmigo para airearse. Pero de mutuo acuerdo decidimos que no servíamos para una relación”. Pero Nico no se creyó nada de los dos y se fue con Miriam de la mano. Gal·la y Miguel también se marcharon juntos de fiesta por Madrid.

Rosario y Álvaro: su noche en Madrid, Sabela y la suegra

Como en el caso anterior, Rosario se sentó frente a Barneda, mientras Álvaro siguió el encuentro a través de una pantalla. “Lo más complicado para mí fue anteponerme a mí a lo que pudiera sentir él. Y no fue por rencor”. Sobre Suso, explicó que quiso ver si fuera podíamos seguir, lo intentamos, pero me agobié mucho y se desmoronó todo. Él estaba en otro punto y Álvaro me escribió otra vez.

Fue entonces cuando Rosario soltó algo inesperado: “Con Álvaro decidimos vernos, hablamos de todo... le odio pero también le quiero. Sinceramente pienso que es el amor de mi vida. Estoy muy triste porque no sabemos querernos”, no pudo reprimir las lágrimas pero tampoco él en la sala. Momento en el que interrumpió a las dos.

“Estaba arriba escuchándote y me has sorprendido para bien” confesó él. Se rompió de nuevo: “Es la mujer de mi vida y después de tantas cosas malas te sigo viendo como al principio”. Sin embargo, explicó que le dolió que Suso le viniera a ver, cuando entre ellos habían vuelto a pasar cosas en Madrid al regresar. “Volvió a ilusionarme y eso fue mi ruina”, dijo él mientras ella alegó que “de qué le servía que le dijera que es la madre de sus hijos y se haga un trío delante de toda España”.

Sobre Sabela, Álvaro explicó que estuvieron hablando un par de semanas pero ya está. Y la gallega entró al comedor saludando con dos besos al joven: “No tengo ningún problema con él pero fue él quien decidió cortar la relación, porque hace lo que Rosario quiere. Dentro hizo el juego él y ella también”. A lo que él explicó que le había dejado de gustar “porque no estaba bien. La vida real me pegó un hostión y no estaba preparado para enamorarme de nadie, estaba destrozado y lo sigo estando”.

Al verlo llorar de nuevo, Rosario no aguantó y fue a darle un abrazo. Y ambos se sentaron juntos. Él se derrumbaba de nuevo: “Lo bonito que sería que nunca nos hubiéramos fallado. Quiero tener una vida contigo pero no puedo dártela”. Y ella estaba de acuerdo: “Los dos nos queremos muchísimo pero no podemos permitirnos hacernos más daño. Quiero darte las gracias por estar en los momentos más difíciles de mi vida y enseñarme lo que es querer”.

Pero llegó la que faltaba: la suegra, que no quiso ni saludar al joven. “No me lo creo, son cuatro años de mentiras. Tengo miedo de que se den otra oportunidad porque ella no ha sido feliz nunca con él. Ella está sola ahora y está bien”. Rosario le pidió que le dijera las cosas “bien” a los dos y aseguró que tampoco le condicionaba y que si ella quisiera volvería igualmente. Aún así, prefirieron marcharse con cariño pero separados.

Sandra y Darío, en proceso de una segunda oportunidad

La tercera en entrar fue Sandra, que se sentó frente a Barneda, mientras Darío lo observaba todo. Ella se emocionó al recordar todo lo vivido en el reality: “No sé en qué momento se nos pasó por la cabeza no decirlo y me arrepiento un montón. Fue de mutuo acuerdo”, explicó mientras Darío comentaba lo contrario. “El problema de no quererte es que buscas que te den ese valor otras personas. Me sentí como que no me quería y lo de Rubo fue por despecho, porque creía que Darío se reía de mí”, confesó Sandra.

Durante este tiempo, Sandra explicó que han vuelto a verse, que han hablado de todo, que ella incluso se sinceró porque había sido infiel con otra persona que no le había dicho. Que no se han separado ni un día pero que él no se fía de ella: “Está en un proceso de aceptación a estar conmigo”, concluyó. Y entró Darío dándole un beso en la boca, pero dejó claro algo: “El que te dije que me podías tener como amigo fui yo”.

Él explicó que estaba mejor, que no disfrutó de la experiencia y que se arrepentía de haber estado así. “Después de eso no quería estar con ella. Me dolió la primera infidelidad porque nos rompió, la segunda que me confesó ya ni dolió y lo de Rubo fue ya de paso. Pero la vi tan mal que no la podía dejar así. Hemos tenido momentos muy difíciles y estamos en un punto complicado. Estamos muchas veces juntos pero no vivimos como antes. La quiero y está luchando bastante por mí”.

Sandra se derrumbaba y él le animaba: “Errores tenemos todos y todos merecemos una segunda oportunidad. Pero me gustaría que lo que has hecho no lo justificaras”. Ella aseguró que le demostraría que se arrepentía de todo eso: “El error fue no sentirme validada por alguien y buscarlo en otra. Pero quiero que sea el padre de mis hijos y te amo”, señaló.

Minutos después llegó Rubo que saludó a todos: “Tenía ganas de verla porque no la he vuelto a ver desde entonces. Tuvimos un pequeño contacto al principio pero ella decidió estar con Darío y yo la respeté. Sí que sentí algo de ilusión al salir y me llevé decepción. Me aparté de vosotros y hasta el día de hoy”. Sandra subrayó que cuando estuvo con él se arrepintió “solo al subir a la habitación”.

El bombazo de Stiven a Tania y Alejandro

Turno de Tania que se sentó frente a la presentadora. Como también lo hacía Alejandro frente a la pantalla. Tras ver las imágenes ella no podía reprimir las lágrimas: “Ha sido una experiencia muy dura. Me he dado cuenta de que no es perfecto. Me decepcionó que hablara así de mí, yo jugué pero no lo hice para hacerle daño. Cuando le vi con tanto odio y rencor fue algo impensable. Sigo amándole mucho, por eso me dolió tanto”.

Seguidamente entró él y también vio sus imágenes temblando: “No me gusta verme así. Ahora lo veo y aunque sean tonterías me falló porque hacía algo que me dijo que no haría. Soy muy impulsivo y lo que pienso lo digo y muchas veces meto la pata. Tania me decepcionó porque no me imaginaba que llegara a tanto. Sigo queriéndola”, aseguró entre lágrimas.

Ella bajó las escaleras y se dieron un beso en la boca. Tania lo explicó: “Cuando salimos no sabía lo que quería, le pedí un tiempo pero quisimos intentarlo. Hasta el día de hoy que seguimos juntos. Me decepcionó tanto que no sabía qué hacer pero decidí retomar y perdonar”. A lo que él respondió: “Me conocías y me compraste así. Es verdad que tengo una inseguridad brutal pero te quiero pedir disculpas, también a tu familia”.

Barneda les puso imágenes de Tania con Stiven tras la hoguera final, hablando de lo ocurrido y él diciendo que la hubiera besado. Él preguntó si había sabido algo de él y ella respondió: “Con Stiven sí me preguntó varias veces cómo estaba, me dijo que me tenía cariño y que le daba pena no haber salido conmigo. Pero le respondí que quería intentarlo con Alejandro”.

El tentador llegó pisando fuerte y “con ganas de hablar”, y lo hizo: “He tenido una decepción por parte de Tania. Llegué a Madrid, Tania estaba ahí con una compañera, yo fui con un compañero y has sido engañado. Ella te respetó en todo momento en la isla pero fuera no lo ha hecho. Se ha acostado conmigo. En la habitación de Rosario, en Madrid, la primera noche nos fuimos al hotel. Tú la llamaste y no tuvo cojones de decirte que estaba conmigo. No estás enamorada si te acuestas conmigo”, aseguró hasta dando detalles de aquella habitación.

Tania aseguró que era “mentira”, se lo prometió por activa y por pasiva a Alejandro y se lo negó todo a Stiven. Ella solo estuvo de acuerdo en que habían salido de fiesta y habían desayunado juntos, pero no se habían acostado ni besado nunca. El tentador se levantó y le pidió que le dijera mirándole a los ojos que no se besaron, que no salieron y que no se acostaron juntos en la cama. Ella lo negó todo y él le llamó “falsa”.

Alejandro preguntó varias veces si era verdad o no y ella se lo prometió. Aunque él la creyó a ella se quedó con las dudas: “No entiendo cómo te dice esto y tú no te vuelves loca. Lo dice de una manera que es para creérselo, porque ha dado muchos detalles. No me lo creo a él pero...”.

Al escucharle, Tania añadió: “El cupo de intentar convencerte está hasta arriba. Si ya no me crees ya no sé qué hacer”, zanjó ella. Se marcharon dándose un beso pero descolocados.

Josué y Zoe, juntos pero bastante revueltos

Josué y Zoe llegaron de la mano y confesando que habían tenido muchos altibajos, con momentos muy malos pero haciendo un trabajo interior importante. “Necesito que me dé mi lugar y me respete. Yo no hice nada de lo que hizo él porque tú eres mío igual que yo soy tuya”, le recriminó ella, mientras él intentaba explicarse.

Josué explicó que ha sido peor después del reality: “Me monta unos pollos por tonterías, revisa mi teléfono, nos hemos dado un tiempo y pero volvimos. Es la persona con la que quiero estar y quiero un futuro con ella”, dijo. Ella sonrió y confesó que quería todo con él.

Sobre si han mantenido contacto con algunas tentadoras, el viceverso dijo que no había sabido nada de ellas. Aunque ellas sí que le mandaron un mensaje: le llamaron “actor”, que la novia estaba “como una cabra”, que no fue como era él, “calculador, falso” y que le tiene miedo a Zoe. Él explicó que se dejó llevar hasta un punto porque quería salir con su novia. Y así lo hicieron. Salieron de la sala, con ella en brazos.