Woody Allen será invitado estrella de 'El Hormiguero' tras las sinceras palabras sobre él de Elena Anaya en 'Late Motiv'
Woody Allen se ha colocado de plena actualidad en nuestro país con el reciente estreno de su nueva película, Rifkin's Festival, en el Festival de Cine de San Sebastián, y gracias a ello, también se cuela en la propia información televisiva. El director neoyorquino ha sido oficializado por Pablo Motos como invitado de El Hormiguero para el próximo miércoles 30 de septiembre.
Será una “noche histórica” para el programa de Antena 3, pues supondrá la primera vez del cineasta en el programa. Se unirá así a la nómina de estrellas de Hollywood que han pasado en algún momento por el espacio, con Will Smith a la cabeza, y con otros rostros como Denzel Washington, Will Ferrell, Ryan Reynolds o Charlize Theron como antecesores.
El de Allen es el nombre más potente de una semana que El Hormiguero completará con las visitas de Los Morancos (lunes 28), Pablo Alborán (martes 29) y Roberto Leal (1 de octubre).
La sinceridad de Elena Anaya al hablar sobre Allen en Movistar+
Pero antes de que esta visita tenga lugar, la promoción de esta nueva comedia ya ha comenzado. La española Elena Anaya estuve este miércoles 23 en Late Motiv para charlar con Andreu Buenafuente sobre la experiencia de rodar con el responsable de Annie Hall o Manhattan. Y si por algo destacó la entrevista fue por la sinceridad con la que la intérprete se refirió a su relación con el director.
“A mí me hundió muchos días”, reconoció la protagonista de La piel que habito que, si bien se deshizo en elogios hacia Allen, confesó haber sufrido durante las jornadas de trabajo por el nivel de exigencia del director y por los comentarios que en tono sarcástico hacía: “Le respeto, seguiría trabajando con él si me llamase, me parece un excelente directo, un maestro, un mito y un genio... Pero el primer día llegó y me dijo 'It's awful. No me creo nada de lo que estás haciendo. Eres la peor actriz de la historia'”.
“Me lo dijo muchos otros días”, corrigió a Buenafuente cuando este sugirió que tal vez fuera en broma. “Pero su productora Helen me dijo que no me preocupara, porque la última vez que dijo eso fue, imagínate, a uno de los actores más grandes del mundo. Eso era como un premio de consolación. Llegaba a casa desolada, cogiendo aliento para el día siguiente e intentando hacerlo lo mejor posible”. Sin embargo, acto seguido, Anaya siguió derrochando honestidad en su discurso: “Quiero matizar una cosa: él siempre tenía razón. Eran secuencias muy largas y hay instantes en los que pasas de puntillas, y siempre me pillaba”.
