Análisis

Adiós a 'Estoy vivo' con sus audiencias en caída libre y una última esperanza: ¿final de temporada?

Imagen del último capítulo de la temporada 4 de 'Estoy vivo'

Laura Pérez

TVE emite este miércoles 9 de junio La cuarta dimensión, el capítulo final de la cuarta y -salvo sorpresa mayúscula - última temporada de Estoy vivo en la televisión en abierto. La serie de Globomedia (The Mediapro Studio) y Good Mood pondrá con él el broche a una trayectoria que empezó muy bien y que ha ido en bajada. Al menos, en cuanto a audiencias se refiere.

Protagonizada por Javier Gutiérrez, Anna Castillo y Alejo Sauras, la creación de Daniel Écija llegó a La 1 en otoño de 2017 dispuesta a sentar cátedra. La apuesta, una mezcla entre comedia familiar y ciencia ficción, parecía destinada al menos a sorprender a un público que hacía tiempo que demandaba otro tipo de relatos. Y vaya si lo hizo.

Estoy vivo aprobó con nota su primera temporada en TVE tanto a nivel de crítica como de share. Y es que tras estrenarse con un gran 17.3% de cuota y 2,5 millones de espectadores -el mejor debut de una serie en La 1 desde hacía dos años-, logró cerrar esa primera etapa con una buena media de 14.1% y 2,2 millones de fieles y se ganó la renovación por una tanda más.

La segunda entrega bajó, pero al mantener un buen promedio en el contexto de la ficción en abierto (11.5% y 1.8M) también se ganó la continuidad para una tercera (9.2% y 1.3M) que ya manifestó unos síntomas de desgaste que se han extendido a esta cuarta que termina ahora.

Con un 5.9% de cuota y 992.000 espectadores de media en los 12 capítulos emitidos hasta este miércoles -fecha en la que se despedirá con el 13º episodio-, la serie ambientada en Vallecas cerrará su peor temporada histórica en la televisión pública. Una tanda de capítulos que no ha logrado mantener la fidelidad de los espectadores de la TV lineal, y que concluye muy por debajo del promedio de una TVE (8.2%) que está sumida en una importante crisis de audiencias.

Audiencias de 'Estoy vivo' por temporadas:

  • Temporada 1 (Septiembre - diciembre 2017): 14.1% y 2.163.000
  • Temporada 2 (Septiembre - diciembre 2018): 11.5% y 1.769.000
  • Temporada 3 (Septiembre - diciembre 2019): 9.2% y 1.338.000
  • Temporada 4 (Marzo - junio 2021): 5.9% y 992.000 *a falta del último

Audiencias de la temporada 4 de 'Estoy vivo':

  • Capítulo 1 - 'El apagón' (10/03/2021): 7.9% y 1.306.000 (máximo)
  • Capítulo 2 - 'La elegida' (17/03/2021): 6.2% y 1.066.000
  • Capítulo 3 - 'El duodécimo pasajero' (24/03/2021): 6.7% y 1.140.000
  • Capítulo 4 - 'Los regresados' (31/03/2021): 7.6% y 1.254.000
  • Capítulo 5 - 'La eternidad a tu alcance' (7/04/2021): 5.5% y 961.000
  • Capítulo 6 - 'La mejor manera de llegar' (14/04/2021): 5.3% y 910.000
  • Capítulo 7 - 'Este cuerpo no es el mío' (28/04/2021): 5.4% y 949.000
  • Capítulo 8 - 'Sobrenatural' (5/03/2021): 4.9% y 837.000
  • Capítulo 9 - 'Mi propio objetivo' (12/05/2021): 5.1% y 836.000
  • Capítulo 10 - 'Toda una vida' (19/05/2021): 5.6% y 882.000
  • Capítulo 11 - 'El lago' (26/05/2021): 4.8% y 780.000 (mínimo)
  • Capítulo 12 - 'Últimos días en la Tierra' (2/06/2021): 5.5% y 865.000

Como se observa en los datos arriba expuestos, la temporada 4 de Estoy Vivo no empezó del todo mal si nos fijamos en número de espectadores, pero a partir del quinto capítulo se despeñó por debajo del millón y con unas cifras de share que, aunque pueden ser algo engañosas, no se pueden mantener en el horario estelar de la primera cadena de la televisión pública.

Las claves de su caída en audiencias

La apuesta de TVE por adelantar el prime time y empezar sus programas y series a las 22:00 horas, algo muy demandado desde hacía años por sus espectadores, ha contribuido a que los formatos estrella del canal -esencialmente las ficciones- no compitan en igualdad de condiciones con las ofertas de las cadenas privadas -que a esa hora arrancan el access- y se resientan notablemente sus registros. Lo vimos a inicios de temporada con La caza: Tramuntana y recientemente con Cuéntame, ambas en mínimos de audiencia.

No obstante, la caída significativa de Estoy vivo en esta cuarta tanda no responde únicamente a su adelanto en la parrilla, sino a una suma de factores entre los que se incluye su alto consumo a la carta, el tiempo de espera con respecto a la temporada anterior y el hecho de que esta tuviese un final relativamente redondo. Pero vayamos por partes.

Como ya ocurrió con la mencionada Tramuntana, los datos de la serie de Globomedia y Good Mood también remontan en diferido, donde suma entre 385.000 y 461.000 visionados por episodio según un informe facilitado por Dos30. Se desmarca como el tercer formato que más ha sumado a la carta en abril y mayo, solo por detrás de La cocinera de Castamar y MasterChef, y completa unos registros más optimistas: en torno a 1,3 millones por capítulo, incluyendo ambas ventanas.

Factor importante en esta desconexión ha sido el tiempo de espera (la tercera temporada terminó en diciembre de 2019) y el hecho de no se haya emitido en otoño como las demás sino entre marzo y junio. Algo inevitable, por otro lado, debido a la pandemia del coronavirus que ha afectado a producciones audiovisuales en todo el mundo.

Además, es importante señalar que el último capítulo de la temporada 3 ya funcionaba como final de serie, puesto que cerró todas las tramas abiertas de manera satisfactoria y no dejó cabos sueltos para su continuación. Solo lanzó un guante que en este caso los mismos guionistas descartaron como punto de partida de una temporada 4 en la que las tramas, pese a que han mantenido en todo momento la esencia de la serie, han cuajado menos. Uno de los motivos principales ha sido la ausencia del personaje de Susana (Anna Castillo), protagonista principal y alma de Estoy vivo desde el principio.

TVE se resiste a darla por cerrada

Aunque los datos no invitan a pensar que Estoy vivo renovará, TVE no se ha pronunciado por ahora al respecto y, de hecho, anuncia el capítulo de este miércoles como “final de temporada” y no final de serie, como cabría esperar.

El hecho de que la cadena se resista a darla por cerrada, al menos oficialmente, podría encontrar justificación en el proceso de renovación que está experimentando RTVE con su nuevo presidente José Manuel Pérez Tornero a la cabeza. Él mismo ha asegurado en un encuentro reciente con los medios que el eje central de su proyecto es la nueva plataforma, y dado los buenos datos que ha registrado la serie en diferido, no sería descabellado que apostasen por ella sin regirse por su resultado en lineal.

Los datos globales de Estoy vivo demuestran que una parte importante de su público ha optado por no ceñirse a horarios y estrategias de programación y consumirla a la carta. No obstante, también evidencian que entre la primera y la cuarta temporada se ha dejado por el camino a la mitad de sus fieles, que se traducen en más de un millón. Quizás sea este el momento de despedirse.

Así termina la temporada 4 de 'Estoy vivo'

En el último capítulo de la cuarta temporada de Estoy vivo, Josefa entrega a Adri la caja que robaron del banco. Al abrirla descubrirá que contiene algo que devela su destino: ella es la única que puede salvar a los desaparecidos, pero si lo hace morirá.

Decididos a impedirlo, Márquez y El Enlace urdirán un plan junto con Sebas y Santos. Los Vengadores de Vallecas se enfrentarán a Elena y su ejército de mercenarios para intentar cambiar el curso de los acontecimientos.

Mientras, Laura sigue dolida con su hermano por ocultarle que vive con su madre. Decide seguirla y acaba averiguando el verdadero motivo por el que les abandonó en el orfanato cuando eran pequeños.

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