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Ryan Murphy cree que 'Glee' debió acabar tras la muerte de Cory Monteith: “No puedes recuperarte de algo así”

Ryan Murphy ha echado la vista atrás para reconocer que Glee debió terminar tras el repentino fallecimiento de Cory Monteith (Finn) y no dos años más tarde, como finalmente ocurrió. El intérprete, recordemos, falleció en el verano de 2013 por una sobredosis de heroína y alcohol, y la serie de Fox siguió adelante hasta 2015, emitiendo por el camino dos temporadas más pese al trágico desenlace de su actor protagonista. Una decisión de la que Murphy se arrepiente ahora con la perspectiva que da el paso del tiempo.

“Si tuviera que hacerlo de nuevo, habríamos parado por mucho tiempo y probablemente no hubiéramos regresado”, asegura el creador -junto a sus habituales Brad Falchuk e Ian Brennan- de la célebre ficción musical en el podcast And That's What You REALLY Missed (Y esto es lo que en realidad te perdiste), presentado por dos de los protagonistas de Glee: Kevin McHale (Artie) y Jenna Ushkowitz (Tinna).

Durante su charla con ambos, recogida por TVLine, Murphy insiste en que habría hecho las cosas de manera diferente si hubiera tenido que enfrentarse ahora a la muerte de Cory Monteith: “Hubiera dicho 'este es el final', porque realmente no puedes recuperarte de algo así. No fue una muerte normal en la que alguien está enfermo y puedes verlo. Sucedió tan rápido y sin previo aviso...”

El final que 'Glee' hubiera tenido con Monteith

El fallecimiento de Cory Monteith se produjo semanas antes del inicio de la producción de la quinta temporada de Glee. Tres meses después de su pérdida, la serie de Fox rindió homenaje al actor con el episodio The Quaterback, en el que su personaje, Finn, moría fuera de la pantalla por causas desconocidas. Además, en el capítulo final, el nombre del auditorio del Mckinley High School pasó a llevar su nombre.

Un emotivo desenlace para un personaje y un actor capitales. No solo por lo visto durante las cuatro primeras temporadas, sino por todo lo que los creadores de la serie tenían reservado para ambos hasta el final. “Para mí, Cory era tanto el principio como el final de Glee... literalmente”, aseguró el propio Murphy en diciembre de 2013. Entonces, el showrunner compartió en un homenaje privado el desenlace que tenía pensado para Finn.

“El final de Glee es algo que no he compartido nunca con nadie, pero siempre he sabido cuál era. Al final de la sexta temporada, Rachel (Lea Michele) se habría convertido en una gran estrella de Broadway, el papel para el que había nacido. Finn sería profesor, felizmente instalado en Ohio, en armonía con su elección, y habiendo dejado de sentirse como un fracasado de Lima. La última línea de guion iba a ser ésta: Rachel regresaba a Ohio e iba al ‘Glee club’ de Finn. Él preguntaría: ¡¿Qué estás haciendo aquí?’ y ella le respondería: ‘Estoy en casa’. Fundido a negro. Fin”

La inesperada muerte de Monteith no permitió que Murphy llevase a cabo este final, aunque sí lo adaptó en The Quaterback. En dicho episodio, Rachel explicaba a Schuester cómo había imaginado su futuro y el de Finn.