¿Quién dijo que el “corazón” ha muerto? Jessica Bueno, la más buscada, podría acompañar a Pantoja y Paquirrín en la Puerta del Sol

Isabel Pantoja, su hijo y su “nuera” son el objetivo prioritario: una cadena de televisión y una revista pugnan en estos momentos por contar con alguno de ellos, juntos o por separado, para que hablen del terrible pesar por el que atraviesan. Después de que la joven novia de Kiko Rivera perdiera al bebé que había anunciado en exclusiva, los responsables de decidir qué vende más creen que Jessica Bueno debería contar si mantiene sus planes de boda o si van a intentar de nuevo ser papás. O lo que sea.

De momento, se esperan esta semana portadas en las que aparezcan tristes y no demasiado habladores, básicamente porque todavía no han cobrado un duro. Isabel y su hijo, que sepamos, mantienen con Tele 5 todos sus compromisos profesionales. Harán de tripas corazón y bailarán, y darán las campanadas el día 31. Ya he oído que Jessica podría estar con ellos en La Puerta del Sol madrileña. Tendré que verlo para creerlo.

Mientras esto ocurre, en algunos medios, tras el affaire-Noria, se han apresurado a cuestionar la continuidad de los programas de corazón en reportajes de relleno. Se han liado a llamar a profesores y expertos universitarios, y han olvidado los hechos:

1) El origen del problema con La Noria lo genera un asunto de sucesos, no de corazón.

2) Lo que en realidad provoca las críticas, en un blog, es el hecho de que se pague a la madre del Cuco, presunto encubridor de un asesino.

3) La desbandada de marcas y anunciantes se produce sólo en La Noria.

4) En la última entrega, Jordi González y compañía atrajeron de nuevo a algunos anunciantes, si bien es cierto que en condiciones muy especiales: gratis o con precios especiales.

5) Se da por hecho que la desaparición de programas de corazón como Enemigos íntimos o Resistiré se produce como consecuencia del problema con La Noria, y por la decisión de Tele 5 de reconducir sus contenidos hacia programas más blancos, menos conflictivos.

Con todo esto, preguntarse ahora si los programas de corazón está acabados es como preguntar si queda liga porque el Madrid se distancia a seis puntos del Barcelona: un disparate. ¿Por qué?

1) Porque para retirar un programa hay que decidir primero qué se va a poner en su lugar, y Telecinco, de tomar semejante determinación, tendría que repoblar la mayor parte de su rejilla, despedir a todos sus presentadores estrellas, romper contratos millonarios con Belén Esteban, Isabel Pantoja, su hijo, y un rosario de colaboradores.

2) Porque no hay dinero, ha bajado la publicidad: y el corazón, a pesar de las mareantes cifras de algunas exclusivas, es mucho más barato que otras ofertas.

3) Porque el corazón y sus reposiciones mantienen vivos, también a un coste muy razonable, otros canales de Mediaset.

4) Porque hay una demanda incuestionable de este tipo de productos y a nadie le extrañaría que aparecieran en cualquier otro canal del panorama nacional, autonómico o local.

5) Porque hay una poderosa industria, editorial, audiovisual, publicitaria y de ocio detrás del llamado corazón: que no se nos olviden las fiestas (patrocinadas), los famosos que intervienen en concursos finos, las revistas mensuales que convierten en modelos a estrellas rosas (nacionales o no), los discos que venden los cantantes mediáticos, los conciertos que llenan plazas si los que salen son carne del cuore, la ropa que promocionan…

Y no olvidemos que La Primera emite siete días a la semana espacios de crónica social, y Antena 3 y sus mañanas con Susanna Griso también tocan el mundo rosa, con especialistas en nóminas tan marcados como Jesús Mariñas. Por no hablar de los espacios rosas, cada vez más abundantes, suplementos, etc., que dedican los llamados periódicos serios a la crónica social.

Sí es cierto, no obstante, que, como todo, el género se renueva, y que a lo mejor, ojalá así fuera, se recondujeran los contenidos hacia el humor y buen gusto, pero sin renunciar a la crónica social. Para eso, dejo en el aire una cuestión distinta a cuál es el futuro de los programas del corazón:

¿Cuál es el futuro de Belén Esteban?

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