'Allí Abajo' muestra sus nuevas armas: Del funeral a la liberación sexual
'Allí Abajo' regresa el próximo lunes 20 de marzo a Antena 3 con su tercera temporada. “La mejor entrega hasta la fecha”, afirman Sonia Martínez y César Benítez, directora de ficción de Atresmedia y responsable de Plano a Plano, respectivamente, en la rueda de prensa de presentación a la que ha asistido Vertele y que hemos recogido.
Si algo caracteriza a los nuevos capítulos de 'Allí abajo' es que nadie va a estar donde tiene que estar, ni con quien tiene que estar. Por culpa del lamentable incidente que sufre don Benjumea, todo el mundo norte-sur se desestabilizará y los personajes deberán aprender a vivir más que nunca con los diferentes. De esta forma, a algunos del norte deberán viajar al sur, y algunos del sur deberán viajar al norte.
El cambio no solo geográfico, sino también identitario… tanto que hasta puede que algún personaje se cuestione su orientación sexual.
En esta temporada todo puede ocurrir; que la cuadrilla se convierta en empresaria o incluso que Jozé pase de pescador en el Cantábrico a millonario.
Iñaki y Carmen, al norte
Iñaki está entusiasmado con su trabajo de ayudante de cocina en Arzak. Aunque el primer día descubre que ese puesto no está asegurado. Lo tendrá que disputar con otra cocinera joven, Gotzone, una vasca poco típica: muy visceral, nerviosa y, sobre todo, muy ambiciosa.
Pero Iñaki no tendrá bastante con la tensión en Arzak. Resulta que el Kaia necesita unas reformas profundas… y el único que puede salvarles es… el cuñao Josemari.
Mientras tanto, Carmen se ha instalado en el norte siguiendo a Iñaki. Están recién casados, tienen toda una vida por delante… ¿qué puede ir mal? El problema es que su adaptación en el norte es un desastre desde el primer día. Llueve siempre, hace frío, la gente no la entiende… para colmo no encuentra trabajo ni a tiros. Carmen lo intenta todo, desde dar clases de euskera, asimilar la cultura y hasta rendirse a la insistencia de Begoña para ir a la moda donostiarra…
Por suerte, Carmen tendrá un golpe de suerte cuando Horacio la contrate en su clínica ginecológica. Horacio es un gran jefe, buen amigo y un vasco atípico, lo que provocará que entre él y Carmen surja una buenísima relación… que a Iñaki le hará saltar las señales de alarma.
Maritxu, Benito y el testamento
Maritxu y don Benjumea se han casado por todo lo alto y no pueden ser más felices. Pero durante un viaje en globo por el Amazonas, don Benjumea se precipita al vacío. ¡Qué fatídico accidente! ¿Habrá muerto? ¿Estará malherido, perdido en la selva amazónica a expensas de las fieras?
Tras varias semanas sin noticias de don Benjumea, finalmente lo dan por fallecido; nadie ha sobrevivido más de una semana sólo en tan tupida selva. El sepelio se celebra en el sur, con la familia y amigos de don Benjumea.
En su funeral en Sevilla, cuadrilla, vecinas, familiares y trabajadores de la clínica le rinden homenaje. Maritxu debe afrontar el encuentro con los hijos de don Benjumea, Cristóbal y Eugenia, que creen que la viuda –Maritxu- no es trigo limpio. La lectura del testamento se convierte en un momento tenso y cargado de sorpresas que lo cambiarán todo.
La muerte de don Benjumea es un duro palo para su gran amigo Jozé. Pero gracias a la lectura del testamento, Jozé descubrirá lo mucho que lo quería don Benito, pues le ha dejado en herencia unas tierras en Guipúzcoa. Jozé ya se ve como millonario terrateniente… que pone rumbo a su nueva casa: el norte.
Sin embargo, la alegría pronto se tornará en amargura… y es que a Jozé, como a Carmen, también se le atragantará el norte.
El templo de la cuadrilla, en peligro
Una cuadrilla vasca tiene dos pegamentos que la mantienen unida: la férrea amistad y su punto de encuentro, su templo. Eso es la Kaia, la taberna vasca de Iñaki donde desde siempre se han juntado los amigos a jugar al mus y a proponer soluciones imposibles a problemas irresolubles.
Ante la ausencia de Iñaki y Maritxu, Bego continuará encargándose del local. El problema para Bego y la cuadrilla vendrá cuando descubran que una grieta en una de las paredes amenaza la estructura del local. ¿De verdad tendrá Iñaki que cerrar la Kaia?
