Eurovisión 2023 se blinda durante sus primeros ensayos: del “cerrojazo” a la prensa a las filtraciones

La británica Mae Muller durante su primer ensayo en Eurovisión 2023

Laura Pérez

El pasado domingo 30 de abril arrancó oficialmente Eurovisión 2023 con el inicio de los ensayos de los artistas desde el M&S Bank Arena de Liverpool. Un pistoletazo de salida a la edición que ha estado marcado por el “cerrojazo” a la prensa, que por primera vez en los últimos años no ha tenido acceso a estas primeras pruebas de los candidatos por una medida de la UER que ha generado controversia entre los eurofans, y que procedemos a explicar.

Aunque para la gran mayoría de los millones de espectadores de Europa el festival “es” lo que se ve en las dos semifinales y la gran final que emiten en directo las televisiones públicas, en nuestro caso La 1 de TVE, para los fans más acérrimos Eurovisión es un acontecimiento que dura semanas y que se vive intensamente a través de los medios especializados y desde la explosión de las redes sociales, también vía Twitter, Youtube y otras ventanas.

Es tradición para los eurofans seguir el desarrollo de los ensayos y la evolución de las candidaturas desde el primer día que pisan el escenario gracias a las coberturas de los periodistas, que han ido evolucionando sus contenidos desde las tradicionales crónicas hasta las reacciones en directo a las actuaciones. Distintos 'escaparates' que desde hace años han contribuido a amplificar la conversación social en torno a Eurovisión, sin limitarla al evento puntual que es para el espectador medio.

Sin embargo, en Liverpool 2023 se ha marcado un antes y un después con la decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del certamen, de impedir el acceso de medios a estos primeros ensayos y con ello, limitar todo el contenido de los mismos al ofrecido por los canales oficiales y las cadenas públicas. Se han suprimido también las ruedas de prensa de los artistas tras sus primeras tomas de contacto con el escenario y se han sustituido por entrevistas propias en el perfil de Eurovisión en TikTok, patrocinador oficial del festival.

La prensa acreditada podrá incorporarse a la cobertura en los ensayos generales de las semifinales (lunes 8 y miércoles 10) y la gran final (viernes 12), cuando los candidatos ya habrán podido disfrutar de dos jornadas de pruebas y sus números ya estarán bien pulidos, si bien no podrán reaccionar en directo a las actuaciones como hacía un amplio porcentaje de los medios especializados y fans en sus coberturas eurovisivas.

Así se cubren ahora los ensayos de Eurovisión

Este cambio importante en el seguimiento de Eurovisión ha sido justificado por sus responsables como una medida para proteger el trabajo de las delegaciones y artistas, pues en ocasiones se han enfrentado a críticas prematuras de sus actuaciones. Así, pretenden dejar trabajar a los equipos en las mejoras de sus puestas en escena sin el juicio externo, pudiendo aumentar a su vez el efecto sorpresa de cara a sus presentaciones en directo.

Desde el inicio de los ensayos individuales, el contenido oficial que ha llegado a la prensa y a los eurofans ha sido el compartido por la UER: un post con algunos detalles y fotografías en la web y un breve vídeo de TikTok en las primeras pruebas, y un avance de 30 segundos de la actuación con realización televisiva en los segundos ensayos. Un material similar al de otros años a estas alturas, pero sin la posibilidad de que los periodistas especializados puedan extraer conclusiones fundamentadas en base a actuaciones completas, y tengan que limitarse a analizar un material escaso, descontextualizado y en lo que se refiere a los vídeos, de poca calidad.

@eurovision It was crazy. It was party! 🎉🇫🇮 #Eurovision2023 #Eurovision @Käärijä ♬ original sound - Eurovision

Sobre el papel, la medida tuvo sus defensores y detractores. En la práctica, ha acabado demostrándose que el trabajo de la prensa especializada es clave para la difusión del festival y que limitar el contenido no acaba con las críticas en redes sociales. De hecho, puede incluso potenciarlas, porque no hay ningún periodista ni voz objetiva que pueda explicar si el fragmento publicado es el mejor de la actuación o si los fallos que se visualizan (y viralizan) son fruto de un mal día, o de que realmente queda trabajo por hacer.

A la postre, la gran beneficiada ha sido la propia organización, que al redirigir toda la información a su web y perfiles oficiales ha duplicado las visitas respecto a ediciones anteriores, como desveló el jefe de contenido del festival hace unos días.

El “cerrojazo” no acaba con las filtraciones

Al otro lado, algunas delegaciones han mostrado su desacuerdo con estas medidas. Ocho países, entre los que están nuestros vecinos de Portugal, han transmitido a la UER su rechazo a la cancelación de las ruedas de prensa individuales y a la ausencia de periodistas en la sede de Liverpool durante la primera semana de ensayos, pues de este modo se reduce el impacto mediático de algunas candidaturas, especialmente de las que queden eliminadas en la primera semifinal del martes.

En paralelo, y buscando también una mayor conversación alrededor de sus propuestas, las televisiones públicas han ido ofreciendo más imágenes y detalles de sus ensayos que no se ven en el material oficial de la UER. Con el beneplácito de los organizadores, que permite a las cadenas grabar, y con las limitaciones impuestas, algunas como las de Islandia, Finlandia, Polonia, Eslovenia y la misma RTVE han emitido en piezas de sus informativos pequeños vistazos de sus propuestas que ante la escasez de contenido, han sido recibidos como agua de mayo por los fans.

También los propios artistas en vídeo blogs que comparten en sus redes sociales personales han incluido imágenes extra a las oficiales, que han permitido a prensa y seguidores ir montando los puzzles incompletos que hasta ahora son las actuaciones de Eurovisión.

En ese sentido, la medida de la UER ha contribuido a mantener un mayor secretismo respecto al show, porque nadie salvo los organizadores y delegaciones han tenido acceso hasta el momento a los números completos de los 37 candidatos de Liverpool 2023. Sin embargo, este “cerrojazo” no ha acabado con las filtraciones, algo que año a año se persigue y que no se ha visto solucionado con el cierre de los ensayos a la prensa.

Como se ha podido observar en la primera semana de pruebas, por las redes sociales se ha viralizado el material oficial de la UER, las imágenes de las cadenas y también algunos vídeos que, sin procedencia oficial, han desvelado detalles como partes de la realización de alguna actuación o incluso cómo van a ser los rótulos y las cortinillas de la retransmisión televisiva.

En definitiva, sí, las restricciones han servido a Eurovisión para tener un mayor control de la información y redirigir el tráfico a sus medios oficiales durante la primera semana completa. También han conservado parte del secretismo de algunas propuestas y se han evitado las reacciones en directo a actuaciones todavía por afinar.

Sin embargo, del mismo modo, estas medidas han reducido el impacto mediático de algunas candidaturas necesitadas de mayor atención, y no se han erradicado las perseguidas filtraciones ni tampoco las críticas. Este último es un problema de mayor calado, y la solución no está en limitar el acceso a la información, sino en reeducar a aquellos que viven cualquier evento de estas características con la crítica por bandera.

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