Contracrónica

Anson, la nueva pareja de Urdaci

Alfredo Urdaci se desdobló ayer como en los últimos días. Siempre resulta peliagudo ejercer de agente doble. En el especial pronovias de TVE fue al mismo tiempo, y sin que se le despeinase el flequillo insuficiente, presentador y opinador. Es el papel que se reserva para las grandes galas informativas, sean guerras o prestiges. Además de este hombre con doblez, la retransmisión de la cadena pública (o perpetua) contó con dos cualificados contertulios: la historiadora Carmen Iglesias, que había sido preceptora del Príncipe, y el periodista Luis María Anson, que fue consejero de Don Juan y al que otras asesorías de la vida lo han llevado a presidir concursos de misses. Esa querencia por el show, y por saber siempre el lugar exacto donde se encuentra la cámara, permitió a Anson exclamar con regodeo casi gurruchaguiano: “¡Qué buen realizador! ¡Qué barbaridad!”.

Minutos antes, cuando el blanco de la novia estaba en todas las miradas, el académico había hecho otro enjundioso comentario, respaldado por sus años de glosador de la mujer española: “¡Qué bien va vestida Letizia!”. El tono casero, próximo, de compadreo, dominó la locución, en la que el ritmo trompetero de Anson evocaba al del Uribarri eurovisivo.

Urdaci renunció a su renombrado estilo C-C-O-O al pronunciar el nombre del sindicato para el que trabaja Paloma Rocasolano, madre de Letizia. Aunque parezca imposible le salió de corrido SATSE.

La diferencia entre Urdaci y Anson fue la interjección. El primero la usó con mesura --su inflexión es otra, más genuflexa-- y el segundo se agarró al signo de admiración. También los distinguió el trato a la protagonista. Mientras Anson seguía con el tuteo --exultante además por la condición de periodista, o experiodista, de la prometida--, Urdaci se imponía el ceremonioso “doña Letizia”. El mejor directo En menos de una semana, Urdaci ha pasado de ser jefe a súbdito. Tenía sentada la noticia al lado y no la pudo dar. Eso frustra y tal vez fruto del constreñimiento se desmelenó --es un decir-- con un par de anécdotas de vecino. El lunes, tras las primeras revelaciones a la prensa, Urdaci le dijo a Letizia, bueno, a doña Letizia, que aquél “había sido el mejor directo de su vida”. Anson, que estaba muy cómodo como nueva pareja de Urdaci, hizo carambola con doble elogio: “Ella tiene muchas tablas, igual que usted”. Entregado al letizismo, Anson alabó la “independencia” de la joven al interrumpir al Príncipe: “No será una marioneta”. La plaza de copresentador está vacía desde que doña Letizia es doña noticia. No hay duda de que Telediario 2 necesita a este hombre.

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