Junta de Accionistas

Antena 3 mantiene “conversaciones avanzadas” con Telefónica para repartir costes del laudo Blas Herrero

El presidente de Antena 3, José Manuel Lara Bosch, aseguró hoy en la Junta General de Accionistas que la cadena mantiene “conversaciones avanzadas” con Telefónica para repartirse los costes del laudo arbitral que le obligaba a la cadena a pagar más de 200 millones de euros al empresario Blas Herrero, al reconocer “la existencia de incumplimiento parcial de Uniprex” del citado laudo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) desestimó la semana pasada el recurso presentado por Antena 3 (Uniprex). Además, la Junta aprobó hoy en su votación el reparto de dividendo anunciado para 2006, de 0,81 euros por acción, lo que supone un incremento del 113 por ciento. Lara Bosch hizo un repaso de los “excepcionales” resultados de los distintos negocios del grupo --que ganó 226 millones de euros el año pasado--, y celebró en particular el éxito de sus empresas del sector audiovisual, ámbito en el que el Grupo ha logrado otras cuatro licencias de cobertura local, cuatro de ellas en Madrid y otra en Valencia. En este sentido, comentó las buenas perspectivas del negocio de la televisión pese a la fragmentación de la audiencia: “Aunque las audiencias cambien y se dividan cada vez más, la televisión comercial en abierto será en el mañana el único soporte posible para las grandes campañas de publicidad, porque sólo esta forma de televisión será capaz de dirigirse a públicos masivos en un mercado cada día más ruidoso, más abierto, más global y más competitivo”, explicó Lara. Sobre el sector, Lara insistió en que las cadenas y los ciudadanos “tienen eso todo el derecho a exigir que se concrete un modelo de televisión pública transparente y eficiente” en el que se reduzca la “voracidad publicitaria” de estos medios de comunicación. Por su parte, el consejero delegado de Antena 3 Maurizio Carlotti hizo balance de la programación de la pasada temporada, en la que muchos espectadores tienen la percepción de que en Antena 3 “encuentran aquello que les interesa o entretiene”, lo que calificó de un paso decisivo en la busca de audiencia. “Sencillamente, es necesario ser tenido en cuenta para ser elegido”, aseguró. En este sentido, ensalzó la campaña de 2005, en la que por segundo año consecutivo, según dijo, ha logrado ser “la televisión con mejor imagen y más valorada, según el estudio más prestigioso y solvente que se hace en nuestro país”. “Igualmente, nuestra cadena alcanza las mejores valoraciones en programas de entretenimiento, series y concursos y contamos con los personajes más reconocidos y los mejores profesionales y presentadores de informativos”, celebró Carlotti. LA HUELGA Y EL CONVENIO COLECTIVO

El consejero delegado de Antena 3 se refirió a la huelga convocada por los trabajadores de la cadena. “Es paradójico y desconcertante que los interlocutores sociales demanden una mejora permanente de nuestras instalaciones técnicas y más cursos de formación, es decir que apuesten por el cambio y la flexibilidad, pero en cambio muestren una intransigencia y cerrazón inexplicables cuando se plantea modernizar y flexibilizar un marco de relaciones laborales a todas luces desfasado” afirmó Carlotti. En este sentido, dijo estar convencido de que una empresa que persigue la excelencia “necesita tener un colectivo de trabajadores motivados e incentivados, algo que no creemos que se pueda conseguir este objetivo dentro del actual convenio colectivo, heredero de los albores de la televisión pública”. A su juicio, este convenio “impide que conceptos como la productividad y la calidad en el desempeño de las funciones tengan una traducción en las retribuciones de los trabajadores”. Carlotti negó que las discrepancias tuvieran origen económico, ya que en el mes de enero, según dijo, la cadena distribuyó una gratificación equivalente al 1 por ciento del beneficio neto del ejercicio “para hacer partícipes a los trabajadores de los excelentes resultados de su trabajo”. Así, aseguró que el enfrentamiento parte de un esquema de retribución por objetivos “muy ambicioso” que permitiera a cada empleado participar de los resultados de la empresa en función de su productividad y la calidad de su trabajo y se planteara la eliminación de “rigideces”, con la premisa de que ninguno de los cambios supondría una disminución de sus retribuciones. “Quiero dejar claro que seguimos abiertos a la negociación y, que no serán las cuestiones económicas las que nos separen, pero hay que recalcar que no renunciamos a nuestra obligación de conseguir el marco de relaciones laborales que necesita una empresa moderna y abierta a los cambios como es la nuestra” concluyó Carlotti.

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