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El Cordobés: “Cuando me vi en La Patagonia con esta gente aluciné, pero la experiencia ha sido muy bonita”

El Cordobés: "Cuando me vi en La Patagonia con esta gente aluciné, pero la experiencia ha sido muy bonita"

Padre e hijo han dejado de hablarse porque cualquier atisbo de conversación era una disputa cargada de rencor y violencia. No se ven desde hace años porque fue abandonado siendo niño al amparo de un padre desequilibrado. Su hogar era un campo de batalla en el que su hija imponía su ley bajo amenazas y agresividad. El hijo mayor se había convertido en un obsesivo controlador de la vida de su madre a la que no dejaba ni elegir su vestuario.

Estas son algunas de las experiencias que han lastrado la vida de las familias protagonistas de Padres lejanos, el nuevo programa que Cuatro estrena este domingo 23 de septiembre en prime time, en el que seis padres junto a sus seis hijos se dan una última oportunidad para recuperar su relación, el amor, el respeto y el tiempo perdido dejando a un lado el rencor y la violencia, según informa Mediaset en una nota informativa.

'El Cordobés' trabajará para “que aprovechen la oportunidad de disfrutar de un padre”

Para ello, Manuel Díaz “El Cordobés”, guiado por su propia experiencia de haber crecido sin una figura paterna, conducirá a estas familias a lo largo de un intenso viaje a través de la Patagonia argentina en la búsqueda de solución a sus problemas. Este es el “gran elemento diferenciador” del programa, en palabras del director de entretenimiento de Cuatro, Mariano Blanco:

“Es una persona que ha crecido sin un padre, es el ejemplo de alguien que, si pudiera, cambiaría esa faceta de su vida”, explica el directivo. “Y eso es lo que quiere de estos chavales: que aprovechen la oportunidad vital de disfrutar de un padre o en algunos casos también de una madre, a los que ahora ni siquiera ponen como ejemplo de lo mejor que les ha pasado en la vida. Y eso es terrible”.

6 padres con sus respectivos hijos conducirán 250 vacas a lo largo de 200 km

En el programa que Cuatro produce en colaboración con La Competencia y Plural Entertainment, Manuel acompañará a los seis padres con sus respectivos hijos a lo largo de 200 kilómetros, que recorrerán montados a caballo, en los que conducirán 250 vacas durante 30 días hasta un mercado de ganado.

Ninguno de los participantes tiene experiencia en la monta de caballos ni conocimientos previos en el cuidado de reses, pero éste será otro de los desafíos que deberán superar. Como incentivo, si el reto se cumple, el grupo recibirá el 30% del importe de la venta de las vacas que hayan llegado al mercado en el tiempo establecido.

“Padres e hijos deberán ponerse de acuerdo en todo lo que antes no lo han estado”

“Padres e hijos van a tener que ponerse de acuerdo en todo lo que antes posiblemente no han estado a lo largo de sus vidas: van a tener que superar la distancia, el odio, la falta de entendimiento y de cariño que les ha separado, van a tener que cambiar, en definitiva, lo que antes no era por lo que ahora tiene que ser. Lo de antes era una relación rota y lo que tiene que salir de ahí es una nueva relación, una nueva redimensión de sus vidas”, expone Blanco sobre la dinámica del coach.

Manuel Díaz: “No tengo miedo a los retos, mi vida ha sido uno constante desde que nací”

El conductor del programa, Manuel Díaz “El Cordobés”, se considera “una persona que no tiene miedo a los retos porque mi vida ha sido un constante reto desde que nací. Me gustan, y creo haber conseguido el que me proponía en este programa: que mi experiencia pudiera ayudar a alguien”.

Manuel será el guía de este viaje físico y emocional. En las historias personales de cada una de las seis parejas a las que intenta ayudar descubrirá un nexo, algún punto de su propia biografía. Al igual que alguno de ellos, él también creció sin un padre y en algunos momentos de su juventud estuvo a punto de torcer su vida.

“Hay un antes y un después en mi vida tras mi paso por 'Padres lejanos'”

Este viaje también obligará a Manuel Díaz a reflexionar sobre la experiencia que viva e intentará buscar respuestas que terminen de dar sentido a su vida. “Hay un antes y un después en mi vida tras mi paso por Padres lejanos”, reconoce el diestro y añade “ha sido una oportunidad que me ha hecho crecer como persona”.

“Los chavales no sabían que sus padres iban a venir”

El diestro explica cómo ha sido el proceso de trabajo con los adolescentes y sus problemas familiares: “Cuando fui a buscar a los chavales me encontré con situaciones asombrosas, con voces, discusiones, insultos y la propuesta era si se querían venir a un viaje en el que iban a cambiar sus vidas, o por lo menos intentarlo”, explica, y agrega además que los jóvenes “no sabían que los padres iban a venir, porque a lo mejor alguno no hubiese querido participar en esta aventura”.

“No buscamos ningún culpable, sino solucionar conflictos”

“No buscamos nunca ningún culpable”, puntualiza Díaz, sino “solucionar esos conflictos” que existían en el seno de cada una de las familias involucradas en el espacio. Para el presentador, una de las claves que los chicos tuvieran que enfrentarse a una realidad distinta a la que vivían en su día a día, para valorar con perspectiva las cosas: “Buscábamos que tuvieran una responsabilidad de trabajo, que alguna vez se sintieran útiles, que se esforzaran por conseguir algo y que todo no fuera tan fácil como lo que estaban viviendo”.

“Cuando me vi en La Patagonia con esta gente aluciné un poco, pero la experiencia ha sido muy bonita”

El Cordobés ha confesado que llegó a sentirse “incómodo” al conocer, de primera mano, los casos de cada familia, e incluso reconoce que “me ha costado mucho trabajo adaptarme”: “Cuando me vi allí en La Patagonia con esta gente aluciné un poco, pero la experiencia ha sido muy bonita”, explica.

“Cuando íbamos conviviendo cada día los chavales me iban tratando con un cariño especial, los padres también. A veces, había conversaciones en las que yo daba algún consejo o, incluso, pedía algún consejo y momentos en los que ellos han sabido valorar mi presencia, el que yo estuviera allí intentando que cambiara esa situación”, añade.

Seis familias rotas dispuestas a darse una última oportunidad

Los integrantes de esta primera temporada de Padres lejanos son los siguientes:

Jennifer y Antonio, el intento de un padre por recuperar a la hija que abandonó

Su padre se marchó a vivir a Francia cuando ella tenía dos años y ha sufrido la falta de una figura paterna. Antonio tiene un gran desarraigo con su hija a la que apenas ha visto desde hace 20 años y acusa a su exmujer de ser la culpable de haberle apartado de Jennifer y de la opinión que la joven tenga de él. Desde el país galo viajará hasta La Patagonia para recuperar a su hija, el tiempo perdido y poder decirle que la quiere

Carlos y Mary, las malas experiencias hacen del hijo un obsesivo controlador de su madre

Carlos culpa a su madre de haber crecido sin su atención, ya que se preocupaba más por sus constantes novios que de su cuidado. Esta situación le ha llevado al joven a controlar de forma obsesiva la vida de su madre, prohibiéndole, incluso, que inicie una nueva relación.

Hana y Ana María, el pasado de un madre que marca la vida de su hija

Hana ha crecido con su abuela, ya que su madre Ana María pasó varios años encarcelada por su pasado delictivo a causa de su adicción a la heroína. A su vuelta a casa, la joven no le ha perdonado la falta de una figura materna, la considera un mal ejemplo, sin autoridad y trata a su madre de forma violenta, con constantes faltas de respeto.

Sarah y Antonio, la agresividad de una hija en permanente guerra con su familia

Sarah fue adoptada a los dos años junto a su hermano, al que considera el favorito de sus padres. Reprocha a sus progenitores que le hayan ingresado en varios centros de menores por su mal comportamiento. No admite negativas, es muy agresiva y es consciente de no saber controlar su rabia. La convivencia con su familia era insostenible y finalizó el día que agredió a su madre. A pesar de ello, su padre le dio trabajo y paga la mitad del importe del alquiler de la casa en la que vive.

Cristian y Yolanda, las consecuencias de una convivencia traumática con el padre tras el abandono de la madre

Cristian no perdona a su madre que les abandonara a él y su hermano, les dejara a cargo de un padre desequilibrado y hayan pasado una infancia traumática. Es colérico e inconstante, roba y consume marihuana. Yolanda ha dejado a su actual pareja para recuperar a sus hijos, pero la convivencia se ha vuelto imposible por la falta de respeto y la agresividad de Cristian.

El equipo de “Padres Lejanos”

El nuevo programa de Cuatro cuenta con el asesoramiento de un equipo de psicólogos y terapeutas especializados en problemas familiares, así como de un capataz experto en la monta de caballos y guía ecuestre. Los psicólogos Catalina Úbeda e Ignacio Massau son los responsables de realizar las terapias personalizadas y grupales para orientar a padres e hijos en la resolución de sus problemas.

Catalina Úbeda es psicóloga social especializada en adolescentes problemáticos. Úbeda es fundadora de la primera Escuela de Padres de Valencia. En la actualidad ejerce de directora de un centro de Psicología Integral realizando un trabajo y seguimiento diario de adolescentes, sus padres y tutores. Es, además, co-terapeuta en Unidad de Conductas Adictivas y perito de Psicología Forense.

Ignacio Massau es terapeuta social y psicólogo, especialista en adicciones y jóvenes problemáticos. En su haber tiene nueve años de experiencia en instituciones penitenciarias y centros de menores en Argentina. Es coordinador del grupo de padres de Terapéutica Avanzada de la Fundación Aylén, enfocada a realizar intervenciones familiares en situaciones complejas.

Al capataz Rafael González le avalan 30 años de experiencia como guía ecuestre y monitor en la monta de caballos. De familia ganadera, es especialista en el traslado de ganado. En el viaje a través de la Patagonia argentina es el encargado de la formación del grupo para montar a caballo y trabajar con animales.

La ruta de “Padres Lejanos”: 200 kilómetros en nueve etapas

La ruta que recorrerán los seis padres y sus hijos, acompañados por Manuel Díaz “El Cordobés”, comienza en el campamento de Lonco Luán y terminará en Moquehue, donde se celebra la Feria de Ganado a la que deberán llevar las reses.

Son 200 kilómetros divididos en nueve etapas durante las cuales padres e hijos deberán familiarizarse con actividades nuevas para ellos: la monta de caballos, organización en equipo, trasladar y cuidar ganado, acatar normas, montar campamentos, entre otros. Toda una aventura que, aunque agota y desespera en más de una ocasión a los participantes, también contribuye a mejorar sus relaciones y acrecentar la solidaridad entre ellos.

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