Entrevista

Emma García: “Mi contrato con Telecinco me da tranquilidad”

Tras la cancelación de “¡Clever!”, su último proyecto en Telecinco, Emma ha vuelto con el debate de “Supervivientes: perdidos en Honduras”, que desde ayer se trasladó de la tarde al late night para intentar obtener mejores resultados de audiencia.

¿Qué tal se encuentra en “Supervivientes”?

Estoy encantada, la verdad Es una nueva experiencia.

¿Y qué pasó con “¡Clever!”?

Es una historia completamente diferente. Ha sido un reto para mí porque no tenía nada que ver con lo que he hecho. No conocía a Magnolia, no conocía al equipo. Es una experiencia muy positiva. Se enlaza directamente con Supervivientes, que es también de Magnolia y casi con el mismo equipo, por lo que es como una continuación... También está Mario Picazo, ya veis, estamos conectados, pero no de una manera física.

¿Tiene ofertas constantemente?

La verdad es que estoy contenta. Tengo contrato con Telecinco, que sigue confiando en mí y sigue haciéndome propuestas muy interesantes a las que no me puedo negar, sino todo lo contrario. Si no me las proponen, casi que las pido, como ha sido esto de Supervivientes.

¿Sería capaz de participar?

Yo participo desde el debate estupendamente. Hay una parte de mí que sí me gustaría, como a todos. Pero lo piensas bien y dices, no. ¿Dónde voy yo que me dan miedo los bichos? Y no creas que me gustaría hacerles una visita y ver allí cómo se trabaja, porque las condiciones son durísimas para todo el equipo. Creo que yo aquí estoy mucho mejor y, encima, como adelgace un poco... en fín... (risas).

¿Qué pensó cuando le dijeron que iba Karmele?

Karmele, lo que la conozco, es una persona divertidísima, muy peculiar, que creo que es lo que ha transmitido, y cuando me lo dijeron realmente no me lo terminé de creer. Probablemente sea más fuerte de lo que pensemos. Está curtida, está en forma, hace muchísimo deporte...

Si fuera, ¿qué echaría de menos?

Pues a mi familia. Pensando en la humedad y en todo lo que va a llover... Yo estoy acostumbrada pero en mi casa, con un buen paraguas, aunque te lo lleve el viento por La Concha (risas). Pero allí, con las condiciones que va a haber... El año pasado el programa era tres meses más tarde, había pasado la época de lluvias. Yo he preguntado (soy un poco madre para esas cosas) y van protegidos tanto los cámaras como los concursantes. Vamos, que si se mojan, se mojan. Creo que lo de la humedad es peor todavía que el hambre. Dormir sin poder sentarte, !uf!

¿Le preocuparía mucho ponerse el bañador?

¿Cómo no me voy a preocupar? Pero creo que a todo te acostumbras. Si ahora te dicen ponte el bañador , dices qué corte , pero en la playa, ya es otra cosa. Creo que al final vas mentalizada de que vas a una aventura. Pero van unos tipazos... Karmele está en forma. Todos los días hace deporte y se va a correr.

¿Quién le ha llamado la atención de los concursantes?

Joselito. Supongo que también está curtido en muchas experiencias duras y ésta va a ser otra.

Sobre todo también por la edad. El año pasado estuvo Marc Ostarcevic...

Sí, vinieron estupendos, mucho mejor de lo que fueron. Recuerdo a Raquel Bollo, para ella fue una experiencia estupenda. Y ella que siempre tiene mucho carácter, parece que allí estaba muy relajadita, a pesar de todo lo que tenía a su alrededor. Vino encantada. Nunca sabes cómo vas a reaccionar, incluso si hay cámaras.

Está muy acostumbrada a los realities... Antes ha dicho que es fan de Supervivientes...

Sí, de todos. Yo siempre se lo decía a Jesús. Es un reality en el que no me importaría estar porque se vive. Es diferente a otros realities. Cuando me lo propusieron, pues encantadísima...

¿Alguna situación extrema que haya vivido?

Una de las ocasiones en las que fui a Bosnia, que había mucha lluvia, no creo que haya visto una tormenta así en mi vida. Nos encontramos un coche delante del otro. Yo decía: nos vamos, de esta no salgo . No sabíamos por dónde podíamos salir. Salimos de la carretera y el tiempo se calmó. Insisto, los concursantes son unos valientes.

¿Echaba de menos un debate?

La verdad es que el reto “¡Clever!” era totalmente diferente. Aquí soy más yo, te lo permite el programa. Aquí te permite reírte mucho más. Lo que sale, sale.

¿No se le acaba la paciencia con la gente?

Se me acaba la paciencia, me río, me preocupo... Pero, al final, todos esos ingredientes hacen que sea todo muy fresco, que transmita.

¿Los enfados de Emma son de gritos?

Uy, peor. Me cambia la cara (risas). Es ya viene, ya viene . Me lo dice mi marido porque me conoce...

¿Qué es lo necesario para sobrevivir en la tele?

Hay una cosa clave: saber siempre dónde estás, eso es fundamental. Yo sé que es muy típico, pero es que realmente es muy necesario. Saber dónde estás, por qué estás, tener las cosas muy claras, que no se te suba jamás nada a la cabeza, porque todo lo que sube, baja. Si no, el golpe puede ser terrible. Si siempre te mantienes ahí y disfrutas de una manera serena, tanto del éxito como de los momentos tranquilos... Luego, hay que tener un equilibrio personal. Al final, siempre hay muchos cotilleos, muchas informaciones y te tienes que mantener en lo que tú crees y en lo que piensas porque, si no, te vuelves loca.

¿Cuál ha sido el obstáculo más difícil que ha tenido que superar en la televisión?

Partes, muchas veces, de vivir esa realidad. Si vives esa realidad, te llevas chascos, como en todo... Pero vamos, forma parte de todos los trabajos, no sólo de éste. Cuando tú estás en esa realidad, todo es mucho más fácil. La serenidad es importantísima. Los chascos son lo que más duele en las relaciones personales. También es un negocio y tienes que admitirlo, por eso insisto en vivir la realidad.

¿Es muy severa consigo misma en lo estético?

No y desde que he tenido a mi hija, mucho menos (risas). Este año, a lo mejor, me cuido un poco más. Siempre he sido de hacer mucho ejercicio y cuando estaba en el diario, el tiempo que tenía se lo dedicaba a mi hija y a mi marido. La verdad es que la clave está en ese equilibrio que luego se transmite. Puedes tener ojeras pero feliz. Al final, en la tele lo vas a transmitir. Por mucho que te maquillen, si no estás bien por dentro, se nota.

¿Es positiva?

La verdad es que sí. Menos cuando me enfado, me vuelvo más negativa. Al final tienes que luchar por encontrar esas cositas y, a partir de ahí, echarle mucho optimismo, que ya bastantes cosas te encuentras en el camino y tienes que superarlas.

¿Le preocupa mucho sobrevivir en la tele? ¿Y los parones?

Al principio, más. Tampoco ha sido mucho tiempo: los cinco años y medio de “A tu lado”, las vacaciones en julio y agosto... en septiembre ya estaba aquí, trabajando en Clever . La verdad es que no ha sido mucho tiempo. No recordaba las vacaciones. Tampoco me ha dado tiempo a decir: socorro, qué va a pasar . Tengo la relación y el contrato con Telecinco. El contrato te da cierta tranquilidad por la buena relación y disposición que siempre me ha mostrado la cadena.

¿Compaginaría “Supervivientes” con un programa diario?

Si es algo que me proponen y que va bien conmigo, seguro que sí. De momento, estoy con el debate y me están tratando muy bien.

Y su niña, ¿qué tal?

Está enorme. Está muy mayor. Con este trabajo, ahora, me permite estar mucho más con ella. Yo no me quejo y, además, en este trabajo, tan pronto puedes tener mucho como poquísimo. Ahora, que estoy en el momento de disponer de más tiempo con la familia, estoy encantada.

¿Siguen sus programas en casa?

Sí. Mi hija, no. Me ve y dice ma, ma y ya está. Le importa su muñeca, su sillita y esas cosas.

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