El sueño de un ciclista

Un campeón de España, Juan Carlos Guillamón, aspira a entrar en “Operación Triunfo”

El ciclista Juan Carlos Guillamón, campeón de España de fondo en carretera en el 2002, es un profesional. Por ello, cada día se entrena, pretende mejorar sus cualidades técnicas y ansía la victoria para las próximas etapas. Pero Guillamón ya no sólo quiere encabezar un pelotón: ahora busca clasificarse para la final de Operación Triunfo. Y si lo logra, estaría dispuesto a cambiar la bici por la música. Al excampeón de España siempre le gustó cantar, sobre todo melódico. En el bar La Gramola, de Murcia, agotaba las rondas de karaoke con los temas de Luis Miguel y Ricardo Montaner. Tanto insistieron sus amigos que presentó un vídeo a Gestmusic, la productora de Operación Triunfo, con sus versiones de Cuando vuelva a tu lado, de Luis Miguel, y Dígale, de David Bisbal.

Guillamón no tenía mucha confianza en sus posibilidades canoras, pero ya ha superado dos cortes del concurso y está entusiasmado: “Por ahora, compagino mi trabajo, que es el ciclismo, con mi hobby, que es la canción --explica--. Pero no descarto que en un futuro sea al revés, que la afición sea la bici, y cantar, mi nueva profesión”.

Actualmente, Guillamón espera la llamada de Gestmusic para decirle dónde y cuándo grabar los 25 temas que presentará para el próximo corte. Aunque aún tiene dudas, el joven ciclista sí sabe que quiere ampliar su campo y cantar otros ritmos, como la salsa, el pop (ahí se apunta con Bay Bay, de David Civera) e incluso un toque de clásico melódico, como es Vivo por ella, que popularizó Andrea Bocelli (por eso Guillamón anda estos días tras una voz femenina para el dueto).

Septiembre es el mes clave: se conocerán los 16 elegidos para la gloria de OT. Pero del 6 al 28 de ese mismo mes se corre la Vuelta a España, para la que Guillamón sigue entrenando con su equipo, Paternina-Costa Almería. El ciclista no sabe aún qué decidiría en caso de ser elegido para ingresar en la Academia con la carrera. No quiere pensar en metas. El precio de la fama Aunque es un profesional que se entrega a su trabajo, ama el canto, y asegura que su inscripción en el concurso no fue por el dinero. Y señala que sería capaz de someterse a la rutina de aparecer en programas de corazón, firmar autógrafos y negar romances inventados por la prensa rosa: “¿Ése es el precio de ser un chico OT? Bueno, habrá que aceptarlo, ¿no?”, comenta.

Por lo pronto, sabe que, en OT, además de cantar también hay que tener un toque de carisma, sonrisa generosa y saber bailar. “No soy un gran bailarín, pero me defiendo --confiesa--. Sé que, con las piernas, no tengo problemas”.

Guillamón tiene 29 años y cree que su adiós de la bicicleta no está lejos: “Lo que tenga que hacer en el ciclismo, ya está hecho”. Y la canción se le aparece como la oportunidad de su vida. Pero, como en las carreras, este murciano quiere salir de la categoría de aficionado y convertirse en un profesional. Para lograrlo, sabe que necesita de un mánager: “Me gustaría que fuese alguien que sepa grabar discos y guiarme por los caminos de la música, porque, artísticamente, del karaoke no he pasado. La verdad, tengo mucho que aprender porque nunca he estudiado música”, confiesa en un descanso del entrenamiento. La Vuelta le espera.

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