Un “GH” de 24 horas pulveriza récords en Alemania y Francia
La cadena de televisión local de Berlín y Brandeburgo “rbb” y la franco-alemana Arte finalizaron hoy el más largo experimento audiovisual en la historia de Alemania con la emisión durante un día ininterrumpido del documental “24 horas Berlín”. Las dos cadenas emitieron con éxito el espacio, que ha batido récords de audiencia, según EFE.
Durante 24 horas entre las 06.00 horas del sábado (04.00 GMT) y las 06.00 del domingo, ambas cadenas proyectaron el documental experimental, que refleja la vida cotidiana de numerosos habitantes de la capital alemana.
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Hace exactamente un año, el 5 de septiembre de 2008, 80 equipos de televisión y mas de 400 técnicos y especialistas se lanzaron a la aventura de rodar en 24 horas las experiencias diarias de una selección variopinta de los habitantes de Berlín.
El resultado fueron 750 horas de material que a lo largo del último año han sido comprimidas para la emisión del documental por televisión en el plazo de un día.
Retrató la vida del alcalde de Berlín y un basurero, entre otros
La obra acompaña a un maestro a la escuela, refleja la vida de un condenado a cadena perpetua en la prisión de Tegel, muestra el trabajo de un empleado de grandes almacenes o la labor de un empleado de la recogida de basuras, entre otros muchos personajes reales.
Realizadores de prestigio como Rosa von Praunheim, Volker Koepp, Andres Veiel o Romuald Kamarkar se sumaron al novedoso experimento televisivo, que ha tenido un coste de 2,8 millones de euros y ha alcanzado una cuota de mercado de hasta el 22 por ciento en hora punta, algo desconocido para una cadena regional.
El documental no sólo se preocupa de reflejar la vida de los habitantes anónimos de Berlín, sino también de sus famosos, como el alcalde-gobernador de la ciudad, Klaus Wowereit, el director de orquesta Daniel Barenboim o el cocinero estrella Michael Hoffmann.
Mientras duró el rodaje, los autores del documental situaron en distintos puntos de la ciudad una docena de “Talkpoints” o lugares donde tanto ciudadanos como turistas podían explicar sus preocupaciones, alegrías, motivaciones o lo que en ese momento les pasara por la mente.
Y así recogen los reproches de un niño a los adultos por descuidar el medio ambiente, las quejas de una mujer latinoamericana por la infidelidad de los hombres o la esperanza de un vendedor de periódicos de indigentes de que algún día le irá mejor.
