Crónica martes

GH: La teoría del caos hace estragos

Candi se puso el mono de trabajo y estuvo pico y pala durante toda la jornada con el manchego en la intimidad de la suite: un sensual baile agarraditos, caricias en la espalda durante la peli,...

Una vez en la cama, bajo las sábanas, Candi inició el asedio. Él se excusó arguyendo que no era capaz de ceder a la proposición porque las cámaras le intimidaban (“No puedo tía, me cortan los huitos cuando salga de aquí”). La granadina hizo un último intento con un “Dame un beso de buenas noches”, pero el ósculo resultó tan casto que dio lugar a un “¡Ay, qué hombre! ¡Qué mal besas! Voy a la otra esquina para que no haya malas interpretaciones”. El asunto lo remató con un “Pues vaya mierda de de sala vip”.

La suite ha tenido un reparto de secundarios abundante: Mena, la masajista mulata. Keno, el perro de Óscar, las psicofonías de los familiares, Keanu Reeves protagonizando Matrix, el simulador de snowboard, tinte azul, la sesión de fotos “de rollo surfero”,...

Marchando una de mal rollo

Elba ha desenterrado el hacha de guerra. Kiko y Patricia se bebieron el vino de la barcelonesa y ésta amenaza con frases como: “Ahora sí que estoy en mi salsa, porque estoy viendo cosas que no me gustan. Si Raquel ha sido la mala de España, ahora lo seré yo”.

Carol también tuvo su ración de enfado a cuenta de unas almejas desaparecidas misteriosamente. Para rematar la faena, los Golfos Apandadores, léase Kiko, Javito y Patricia, se prepararon unos cubatas con una botella de refresco que pertenecía a la canaria. Ness se sumó al festival cuando Óscar le riñó por haberse comido casi un paquete entero de galletas.

Ración de indirectas durante la comida. Ness a Kiko cuando éste ponía a buen recaudo sus sobras: “ten cuidado, no vaya a ser que no lo encuentres”. Y un segundo ejemplo, de Javito a Elba: “Yo no tengo que ir detrás de la gente, pero ¿qué es esto? ni fuera lo he hecho, ¿lo voy a hacer aquí dentro?”

Tras fracasar en la prueba de la radio el presupuesto se ha visto recortado. Los habitantes de la casa lo han bautizado como “semana del hambre”. Si los cerebros del programa hubieran tenido en cuenta la Historia de la Humanidad habrían previsto un levantamiento ya que la escasez es el líder revolucionario más convincente. Durante unos minutos han desconectado sus micrófonos y han pasado por el confesionario a protestar. Por cierto, Patricia es la ganadora individual, ¿se vengará de Kiko? ¿lo elegirá como acompañante a la suite?

La sangre llegó al río o, mejor dicho, a la piscina. GH propuso una tarde de “Paint ball”. La escena parecía sacada de un guión de Tarantino. Acabaron masacrados de pintura y en la piscina Patricia y Javito, impulsor del baño. El hecho de que la piscina se convirtiera en fosa común tras la guerra de pintura enfadó mucho a Candi, ya que es la encargada de la piscina: “Yo no perdono una cosa que he avisado con previo aviso”. Otra frase para recordar.

Arte contemporáneo

La prueba semanal consiste en un recorrido a través de la historia de la escultura construyendo, cada día, un grupo escultórico diferente. Ellos y ellas se convertirán en estatuas humanas, embadurnándose con aceite y polvos de talco. Deberán permanecer en la misma posición, inmóviles y en silencio, durante 15 minutos y, claro está, hay premio para aquel que consiga permanecer más hierático y fosilizado. Lo bueno es que mientras realicen esta prueba no habrá malos rollos ni conflictos dentro de la casa.

Y un último apunte, Crónicas Marcianas destapó que Ness estuvo conversando con su padre en algún momento del trayecto México-España. Al gallego, todo discreción, le faltó tiempo para soltar a las cámaras un “que sepa esa gente que se aprovecha de mi carita que tienen poco tiempo, que yo salgo y que no tengo maestro...Sé que hay gente de mi entorno que irá a programas a decir tonterías”. Parece que exige el monopolio en esa actividad.

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