Análisis y opinión

'Gran Hermano', el eterno olvidado de la Academia de TV

'Gran Hermano', el eterno olvidado de la Academia de TV

La Academia de TV ha anunciado hoy su lista de finalistas a los premios Iris (nueva denominación), que este año ha mostrado un reparto mucho más equitativo en relación a ediciones anteriores, en los que TVE se veía especialmente favorecida. A falta de la relación de premiados finales, que se conocerán el 4 de julio, este es un primer análisis de urgencia sobre estos premios que siempre han provocado polémica.

21 candidaturas de TVE contra 42 del año pasado

La cadena pública ha recibido 21 candidaturas en total (la mitad que el año pasado), mientras que los académicos se han inclinado significativamente hacia Antena 3, con 16 (15 más que el año pasado) y laSexta con 10 (2 más que en la edición anterior).

Por su parte, Telecinco recibe 3 nominaciones (una más), y Cuatro las mismas que en 2011 (2). Es decir, un total de cinco para Mediaset.

Cambio de normas para evitar el dominio de TVE

Este año las candidaturas están más repartidas entre TVE y Antena 3 que en otras ediciones, porque se han cambiado las normas de las votaciones de una forma que no deja de resultar polémica.

La Academia impedía elegir en esta ocasión a dos candidaturas que pertenecieran a la misma cadena en una misma categoría. O sea: Si votabas al Telediario primera edición no se podía votar a la segunda edición y te veías obligado a elegir un informativo de Antena 3, de Telecinco o de otra empresa.

Situaciones surrealistas con repetición de votaciones

Con este procedimiento, que es por lo menos discutible, se ha evitado lo que ha pasado sistemáticamente en otros años: que los académicos se inclinaran siempre mayoritariamente hacia programas de TVE, lo que provocaba un dominio absoluto, entre los premios, de programas de la cadena pública. Según ha sabido Vertele, este sistema nuevo ha generado situaciones surrealistas entre los académicos, hasta el punto que se anuló la totalidad de la primera votación y se tuvo que volver a repetir.

¿Cuándo conectará la Academia con “el mundo real”?

“Las puertas de la Academia de TVE se abren para... ¡recibir a Gran Hermano!” Este hipotético escenario no parece estar cerca de producirse, pero posiblemente define muy bien el problema que arrastran los premios ATV, ahora rebautizados como Iris.

La Academia pidió opinión a críticos y periodistas del sector para intentar mejorar la percepción mediática de estos galardones y de la institución en sí. La sensación es que los premios han ido perdiendo fuelle (igual que los TP, por otra parte) con los años. La iniciativa del presidente, Manuel Campo Vidal, permitió que surgieran algunas ideas originales que ya les contamos.

Doce años sin reconocer a un programa como 'Gran Hermano'

Pero se pasó de puntillas sobre un problema crucial que, a nuestro entender, tiene la Academia de Televisión. Como muestra, un botón:

Se cumple un año más, y ya van doce, en los que la institución ignora a Gran Hermano, el programa que para bien o para mal, cambió el rumbo de la televisión. En ninguna de sus trece ediciones, GH ha merecido ni una sola candidatura. Mercedes Milá critica a menudo este desprecio, lo que no deja de llamar la atención.

En el año 2000, Gran Hermano puso la televisión patas arriba y no mereció ningún premio, con lo que aún más difícil que lo obtenga ahora. Pero nadie puede negar que, aunque denostado a menudo por la crítica, es un formato que ha conseguido reinventarse cada año. Es el programa de entretenimiento más visto de nuestra televisión, con el 22% de share (muy por encima de la media de Telecinco); ha devuelto el liderazgo mensual a esta cadena y crea problemas a cualquier otro programa que tenga enfrente, además de incorporar novedades en la mecánica que están siendo incorporadas a otros ‘Big Brothers’ del mundo. Mientras tanto ha obtenido varios TPs, ‘medio Ondas’ (para Mercedes Milá) pero ni un solo reconocimiento en doce años por parte de la Academia de TV.

A los detractores de la “telebasura” les parecerá un despropósito que la Academia otorgue un premio a Gran Hermano. Pero es aquí donde está el quid de la cuestión.

Gran Hermano solo simboliza la falta de sintonía, a menudo, de la Academia con una parte del mundo de la televisión: su arraigado desprecio por el entretenimiento popular.

¿Solo TVE emite buena televisión en nuestro país?

Los académicos parece que no prestan atención a determinados programas con audiencias masivas. Pero, la siguiente pregunta es la indefinición de su naturaleza de los premios de la Academia. Sabemos que los TP de Oro los eligen los espectadores, por lo que no sorprende que se premien programas de discutible calidad, pero gran audiencia. Los premios ATV son el resultado de una votación de los académicos, que nunca han revelado, como colectivo, el criterio que marca su elección.

¿Por qué no dicen abierta y claramente que son unos galardones a los mejores programas de servicio público? De ser así, no habría problema en aceptar que la mayoría de estatuillas vayan a TVE. Ésa sería su diferenciación y todos entenderíamos que Informe Semanal gane sistemáticamente todos los años o que Gran Hermano (un programa no formativo) no lo haya hecho nunca.

Pero si los premios ATV van a los “mejores programas de televisión”, a secas, no es de recibo que programas longevos, de gran éxito en parrilla, no hayan merecido nunca ni una mísera posición de finalista. Una solución sería que se crease una categoría de “premio de la audiencia” o del “mejor programa de entretenimiento popular”, pero no dejaría de tener el mismo aire discriminatorio.

Lo popular no tiene buena prensa entre los académicos

¿Entenderíamos los Oscars sin que nunca hayan premiado a Spielberg? El desprecio a la televisión popular por parte de la Academia es compartido por su homóloga del cine. No se explica sino, tal y como denunció Santiago Segura, que “Torrente” (la película más taquillera en la historia del cine español y la primera realizada en 3D) no se llevase ni un solo premio en la última edición, aunque fuera técnico. Hasta Michael Bay (‘Transformers’, ‘Pearl Harbour’, ‘Dos policías rebeldes’) ha sido reconocido en los Oscars, por los mismos académicos que al mismo tiempo premian películas como ‘The Artist’.

Normal, por tanto, el enfado que tienen las cadenas privadas todos los años al sentirse marginadas por estos premios.

Antena 3, Telecinco y Cuatro no obtuvieron ningún premio en 2011

El año pasado, TVE se hizo con 15 de los 18 premios, y laSexta consiguió 3, mientras que el resto de cadenas (Antena 3, Telecinco y Cuatro) se fueron de vacío, si bien la cadena de Planeta “salvó los muebles” con un Premio de nueva creación a la calidad televisiva. Este hecho provocó un nuevo enfado de Mediaset.

A juzgar por la inclinación tan descarada de la Academia hacia TVE, uno llega a pensar que sus miembros tuvieran prohibido por principio o sintieran auténtica aversión hacia las programaciones de Telecinco o Antena 3. ¿Se llevaría “Aguila Roja’ se llevaría las mismas nominaciones y premios si la emitiese Telecinco en lugar de TVE?

‘La que se avecina’, 'Tú sí que vales', ‘La ruleta de la suerte’ o cualquier otro programa de audiencias masivas sufren la misma discriminación que 'GH'. Los académicos los ignoran sistemáticamente. ¿Por qué gustan a una inmensa mayoría? ¿Por qué son demasiado populares? ¿Por qué están mal hechos?

El FesTVal de Vitoria cambió el paso

El Festival de TV de Vitoria, nacido hace tres años, supuso un soplo de aire fresco a esta situación pro Televisión Española. Los responsables rompieron los esquemas al partir de cero y dejar que fueran los críticos e informadores de TV los que eligieran los mejores programas.

En sus tres ediciones hasta la fecha se han llevado premios productos que serían impensables en un “elitista” palmarés de la Academia, como ‘La que se avecina’ (Telecinco), ‘Gran Reserva’ , ‘Muchadada Nui’ o ‘Los Protegidos’, junto a otros premios más conservadores, pero igualmente merecidos como ‘Aguila Roja’, Ana Pastor, ‘21 Días’ o ‘Crematorio’. Es decir: en Vitoria se han entregado galardones que consideran a las cadenas privadas, libres de prejuicios, con los que todo el mundo se pudo sentir identificado. ¿O es que los Académicos ven una televisión distinta a la que vemos los críticos o espectadores? ¿Cómo podemos estar tan lejos unos y otros?

Si hay algo en lo que ha acertado la Academia de TV este año es en la nueva denominación, Iris, siempre y cuando los argentinos no se molesten por haberles puesto el mismo nombre de uno de sus famosos premios para el mundo del espectáculo.

Esperemos que el nuevo nombre signifique que se quiere abrir los ojos para buscar la calidad, resida donde resida, también en géneros más populares y mayoritarios, y no solo en el ámbito público o puramente “formativo”. Que se entienda que la televisión también entretiene.

En definitiva, que hay vida más allá de la bien hecha y considerada TVE.

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