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Inminente salida de Messier de Vivendi tras meses de polémica

En medio de informaciones contradictorias sobre una reunión del consejo de administración -los sindicatos afirmaban que se celebraba ayer tarde y la firma lo negaba-, varias fuentes daban por hecho que el anuncio de la salida de “J2M” era sólo una cuestión de horas. Abandonado por los miembros franceses del consejo, que le habían apoyado hace apenas una semana frente a las presiones para revocarlo del principal accionista de Vivendi Universal (VU), la familia canadiense Bronfmann, Messier habría tirado la toalla el domingo por la noche y aceptado dimitir, según el vespertino “Le Monde”. Pero quería garantías sobre las condiciones financieras sobre su salida y seguridad de que no se entablará ninguna acción penal contra él, precisó el rotativo. Se esperaba que el consejo de administración designara al ex vicepresidente del grupo farmacéutico Aventis Jean-René Fourtou para sucederle de forma interina. Fourtou, de 63 años y viejo amigo del fundador de AXA, Claude Bébéar -quien en mayo pasado abogó públicamente por la salida de Messier de VU-, tiene los requisitos: experiencia en una empresa presente en Estados Unidos y también en la escisión de negocios y, sobre todo, no querer seguir en el puesto una vez completada la reorganización, señala el vespertino. Una reorganización que, según los guiones barajados, podría saldarse con la partición del grupo. La filial de televisión Canal+ podría ser vendida a inversores franceses, mientras que los negocios estadounidense (los estudios de cine Universal y el negocio de música), así como la parte editorial, serían retomados por inversores agrupados en torno a los Bronfmann. Una vez efectuada esta escisión, la filial de servicios de agua y saneamiento, Vivendi Environnement -en la que VU está reduciendo su participación del 63 al 42 por ciento-, y el operador de telefonía móvil Cegetel podrían agruparse bajo el mando del actual presidente de la primera, Henri Proglio, según la prensa. La salida de Messier será la culminación de varios días de intensas consultas de miembros del consejo de administración y de seis meses de críticas al que los guiñoles de “Canal+” llamaban “J6M”: “Jean-Marie Messier, yo mismo, amo del mundo”. En 1994, a los 37 años, Messier tomó las riendas de la antigua Compagnie Générale des Eaux (CGE) tras haber desempeñado varios cargos en gabinetes ministeriales, incluido en el del neogaullista Edouard Balladur cuando éste era ministro de Economía y Finanzas. En 1996, CGE dio un primer giro estratégico aliándose con British Telecom, que tomó el 25% de Cegetel, operador de telefonía móvil. En 1998, para simbolizar el cambio en curso, CGE fue bautizada Vivendi. Las actividades de agua, saneamiento, energía y transporte se agrupan en la filial Vivendi Environnement (VE), y el grupo compra US Filter, “número uno” estadounidense del tratamiento de agua. En 1999, Vivendi absorbe Pathé y pasa a ser segundo accionista del grupo de televisión BSkyB; en 2000, en plena euforia bursátil por la “nueva economía”, crea con Vodafone el portal de internet Vizzavi; y en diciembre de ese año nace Vivendi Universal, fruto de la fusión con el grupo canadiense Seagram (dueño de los estudios de cine Universal) y con Canal+. Un año después, VU compra por 10.500 millones de dólares los activos de cine y televisión de USA Networks. La estrella de Messier empieza a apagarse cuando parece estar en la cima: al anunciar la compra de USA Networks, el más “americano” de los empresarios franceses proclama “la muerte” de la “excepción cultural francesa”, lo que le valió una avalancha de críticas del mundo cultural y también del político, incluidos el neogaullista Jacques Chirac y del socialista Lionel Jospin. Cuatro meses después subleva a los asalariados de Canal+ con la abrupta destitución de su presidente Pierre Lescure, y suscita el temor por la continua financiación del cine francés por el grupo. Paralelamente, las cuentas se deterioran. VU anuncia pérdidas de 13.600 millones de euros (13.400 millones de dólares) para 2001, un récord en Francia. Messier se dice y desdice sobre Vivendi Environnement, hasta que hace una semana anuncia el lanzamiento de la operación para reducir su parte en VE. Viendo en esta precipitación una señal de graves dificultades financieras, los inversores en Bolsa castigan el título de Vivendi con una caída récord de más del 23%. Las filtraciones hoy sobre la partida de Messier apuntalaron la cotización de VU, que cerró a 23,90 euros, con una subida del 9,23%, aunque ha caído un 61,14% este año y la deuda del grupo ronda los 34.000 millones de euros (33.650 millones de dólares).

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