Intentan liberar a los concursantes de Loft Story
Los diez concursantes de Loft Story que llevan encerrados diez días en un lujoso piso al oeste de París a buen seguro que oyeron el barullo que se ha debido montar el pasado fin de semana en la planta baja. Entre 100 y 200 personas, armados con el libro 1984 de George Orwell y música, intentaron “rescatar” a los habitantes del lujoso piso. Momentos antes la protesta se dirigió contra los estudios de la cadena M6. Los manifestantes arrojaron tomates, contra el edificio y la policía intervino con gases lacrimógenos para dispersar a los jóvenes, pertenecientes al partido comunista y a los verdes en su mayoría.
Los activistas señalaron que sus protestas habían surtido efecto cuando vieron que la emisión del programa por la Red fue interrumpida por el riesgo de que los concursantes escucharan el alboroto o de que fueran “liberados”. De momento la cadena de televisión M6 no ha hecho ningún comentario al respecto. Loft Story está cosechando unos grandes índices de audiencia. El pasado jueves estableció su marca en diez millones de espectadores para presenciar la expulsión de Aziz. La salida del concursante ha estado envuelta en polémica porque se especula que esta eliminación ha sido a cambio de un coche y 1.250.000 pesetas. Aziz únicamente confirma haber recibido una oferta para protagonizar una serie. Más polémica fuera En el exterior de la casa también hay polémica. El país anda dividido sobre la conveniencia moral de este programa. En una columna publicada en el diario Le Monde, el presidente de la cadena TF1, Patrick Le Lay, ha acusado a M6 de romper un pacto oral entre las dos cadenas para no emitir programas de esta índole. Aunque curiosamente, TF1 planea emitir dentro de poco Survivor. Otra de las polémicas que rodean a este concurso es el contrato al que están sujetos los concursantes. El Consejo Superior de lo Audiovisual ha pedido copias de los términos contractuales de los participantes en Loft Story. Este organismo teme que se estén violando principios fundamentales sobre los derechos de imagen en los concursantes y su dignidad humana. Polémicas aparte el concurso continúa emitiéndose en el país vecino con índices de audiencia jamás vistos. La historia vuelve a repetirse.
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