Entrevista de interés

Jesús Vázquez: “Ha habido coqueteos para que me ocupe del late night de Telecinco”

Por su interés, reproducimos a continuación una entrevista a Jesús Vázquez publicada hoy por los diarios de Vocento Jesús Vázquez es gallego. De Ferrol, para más señas, y no pocas burlas le costó su entonces marcado acento cuando, a los once años, se mudó con sus padres a Madrid. Sin embargo, ya se lo puede encontrar uno en mitad de una escalera que, incluso parado, sabrá con absoluta certeza si sube o si baja. Sincero, extrovertido, colega, de andar por casa aunque con zapatillas 'Converse', el presentador de la nueva etapa de 'Operación Triunfo' aprendió hace más de una década que 'Hablando se entiende la basca', y no se corta un pelo. Dice lo que piensa, sin pensar en el qué dirán. Y así le va: «De maravilla. Estoy viviendo el mejor año de mi vida», celebra. -Se ha quedado sin vacaciones por culpa del programa -Bueno, me he escapado entre gala y gala. He estado en Baleares, Costa Brava y Galicia. Pero tres o cuatro días que apenas te dan tiempo a sentir que estás de vacaciones.

-Al menos, ha sido para bien. ¿Por qué cree que 'O.T.' lidera los índices de audiencia cuando la anterior edición pasó con más pena que gloria?

-Quizás porque se hicieron ediciones muy seguidas y el formato se agotó. Ahora ha pasado un tiempo y Tele 5 le ha dado su sello, su brillo, luz y color, y ha orientado toda la programación en torno a 'O.T.', lo que genera mucha expectación. -¿Seguía el programa en La Primera? -Como todos los españoles, vi la primera edición y estuve absolutamente enganchado. Luego, mi interés fue decayendo -Pero ya en esa primera edición se pensó en usted como presentador. -Sí. José María Mainat, que él sí era un visionario, ideó esto de 'O.T.' y tenía mucho empeño en que lo presentara yo. Pero en TVE no lo vieron claro y yo estaba en otra cadena, así que no pudo ser. -¿Habría sido difícil verle en TVE con el anterior Gobierno? -Bastante difícil; vamos, imposible con aquel Gobierno tan reaccionario y tan conservador que había. -¿Y cuando acabe 'O.T.' en octubre? -Gracias a Dios, trabajo es lo que no me falta. La idea es regresar a mi 'Allá tú' y a ver qué pasa en 2006. 'Gran Hermano' sigue. Se hará 'GH Vip', volverá 'O.T.' tengo que ver la forma de llegar a todo sin enloquecer. Voy a cumplir cuarenta y ya les he dicho a mis jefes que hay que dosificarse. No es bueno ni para mí, que el año pasado no tenía vida, ni para la audiencia, que no la podemos saturar. Tele 5 tiene una cantera buenísima de profesionales.

-Ahora que Javier Sardá ha abandonado Marte, ¿le gustaría ocupar su franja con un formato similar? -Ha dejado un hueco tan grande que será muy difícil de llenar. No lo veo claro. El 'late night' te da éxito y gloria, te permite hacer muchas más cosas que en las franjas donde yo trabajo, en que me tengo que morder la lengua, pero quema mucho y es muy complicado. Pensar en trabajar todos los días hasta las dos, las tres, alterar todo tu horario me da un poco de vértigo. -¿Pero se lo han propuesto?

-Ha habido, llamémosle, coqueteos, pero nada definitivo. De hecho, en esas primeras conversaciones mi respuesta fue 'no'. Quiero seguir estando dónde estoy. No sé si más adelante me atrapará la noche. Homosexualidad a la luz -Usted desveló su homosexualidad cuando aún no parecía demasiado ortodoxo salir a la vez en la televisión y del armario. Fue valiente -Más que valentía, fue una necesidad. Vivía en un mundo de mentiras, de fingir. Me aconsejaban que no dijera que era 'gay' y es verdad que creamos una especie de montaje con Marlene para aparentar que me echaba novia, aunque quede claro que jamás cobré por ninguna exclusiva. Cuando veía publicadas aquellas fotos, me sentía como un canalla. '¿Cómo te puedes estar mintiendo de esa forma, a ti y a la gente que te da su cariño?', me reprochaba. Hasta que dije 'basta'. -¿Esa revelación tuvo un precio a nivel profesional? ¿Le cerró puertas? -En absoluto. Aconsejo a los gays que siguen en el armario, de toda clase y condición -políticos, ministros, curas, empresarios - que salgan, que la vida y el trabajo siguen. -¿Ha deseado ser heterosexual? -¿Y usted ha deseado alguna vez ser lesbiana? Bueno, no sé si lo es -Y a quienes siguen sosteniendo que son unos enfermos, ¿qué les diría? -Ya nada. Afortunadamente, ahora son ellos la minoría, y muy, muy minoría. Siempre queda algún personaje absurdo y estrafalario como aquel psiquiatra que fue al Congreso a decir esa sarta de barbaridades.

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