Presentación

José Luis Gil ligará con todas en “La que se avecina”

La llegada de dos nuevas vecinas, el cambio en la presidencia de la urbanización y la inauguración del local “Henry & Max”, vertebrarán las situaciones que aguardan a la comunidad de vecinos del “Mirador de Montepinar” en la segunda temporada de “La que se avecina”, que Telecinco estrena hoy a partir de las 22:30 horas, informa la cadena en una nota.

La incorporación de Mónica Pérez y Cristina Medina al elenco de actores constituye una de las principales novedades de la serie de José Luis Moreno, que cerró su pasada temporada con una audiencia media de 3.158.000 telespectadores y el 21.3% de share.

Alberto Carullo, director de antena de Telecinco, ha declarado que “si ya tuvimos claro que llegar al Mirador de Montepinar quedaba muy lejos de encontrar un oasis de paz y de descanso, creo que, si queda alguna duda, ya la despejaremos definitivamente en esta segunda temporada. Los vecinos, a los que vimos instalarse en un edificio nuevo, van intentando ganar posiciones en esta pequeña ‘guerrilla’ que representa para cada uno de ellos vivir y compartir el mismo edificio”.

Además, Carullo ha apuntado que “las principales novedades de la temporada son nuevas incorporaciones y situaciones que van marcando la evolución de los personajes, como la recuperada soltería de Enrique y el cambio en la presidencia de la comunidad cuando, por renuncia de Javi, Amador se convierte en el ‘dictador’ presidente del edificio”.

José Luis Gil despertará atracción entre las mujeres tras su separación

El nombramiento de Amador como presidente de la comunidad, la atracción que despierta Enrique entre las mujeres tras su separación, o el revés económico de los Cuquis cuando Maite pierde su empleo son algunas de las nuevas tramas de “La que se avecina”, en la que “Henry & Max”, el bar de Enrique, se convertirá en el centro neurálgico al que acudirán los protagonistas.

Alberto Caballero, creador y guionista de la comedia, ha explicado que “la primera temporada fue un reto en todos los sentidos, porque era hacer una nueva serie, reencontrarnos con actores que nos han dado muchas satisfacciones y con otros nuevos que nos gustaban mucho y, la verdad, es que el resultado fue bueno.

El sobrino de José Luis Moreno ha querido “agradecer a Telecinco la confianza que ha depositado en nosotros y el habernos dado unas condiciones de trabajo como nunca hemos tenido. Creo que estamos haciendo una temporada bastante más divertida que la primera y esperamos que la respuesta del público sea tan buena como las sensaciones que estamos teniendo”.

Mónica Pérez y Cristina Medina, nuevas residentes de Montepinar nº 7

Dos mujeres separadas y desengañadas de la vida -Blanca (Mónica Pérez) y Nines (Cristina Medina)- se mudarán al “Mirador de Montepinar” con el objetivo de iniciar una nueva etapa vital en el singular vecindario.

Las recién llegadas se convertirán junto a Raquel (Vanesa Romero), la directora comercial de la empresa constructora, en las nuevas inquilinas del piso de dos dormitorios perteneciente al paranoico matrimonio Recio.

• Blanca vive una segunda juventud tras su ruptura matrimonial

Mónica Pérez interpretará a Blanca, una separada de 37 años a quien Raquel ha conocido durante las clases de Pilates. Esta mujer atractiva, que trabaja como organizadora de eventos, ha cambiado radicalmente su manera de ver la vida a raíz de su separación conyugal.

Después de 12 años de matrimonio, sus principales aspiraciones son recuperar el tiempo perdido, salir mucho y ligar continuamente. A pesar de su carácter hiperactivo y egocéntrico, compartirá con Raquel el alquiler del piso.

En cuanto a su faceta como madre, Blanca es un auténtico desastre: tras su ruptura decidió dejar a su hijo de cinco años con su marido. En realidad, es una mujer sensible que no soporta la soledad y que ha creado una barrera protectora para no sufrir.

• Nines, prima carnal de Raquel, odia el trabajo y al género masculino

La vida de Raquel se complica notablemente cuando el día en el que Blanca se muda a su casa se presenta en la vivienda su prima Nines, papel al que dará vida Cristina Medina. A pesar de que llevaban bastante tiempo sin verse, la directora comercial de la constructora acogerá a su pariente en casa, a quien su marido ha abandonado por una mujer más joven.

Su incapacidad para ganarse la vida y su “alergia” al trabajo crisparán a Raquel, actitudes que a la ejecutiva le parecen impropias de una mujer moderna. A pesar de su alta autoestima, Nines ha desarrollado una gran animadversión hacia los hombres, que le lleva a evitar relacionarse con ellos y a renunciar al sexo.

Su apatía y extrema franqueza le enemistarán con los Recio, sus caseros, con los que se lleva fatal, mientras que su relación con Raquel es compleja debido a los diferentes caracteres de ambas.

Relevo en la presidencia de la comunidad y problemas de pareja

Problemas económicos, sentimentales y personales sacudirán a los residentes del “Mirador de Montepinar”, complejo residencial que en la segunda temporada contará con Amador como flamante presidente de la comunidad y albergará en uno de sus locales comerciales el bar “Henry & Max”, nuevo negocio hostelero de Enrique Pastor.

• Amador, nuevo presidente de Mirador de Montepinar nº 7

Tras la renuncia oficial de Javi, Amador (Pablo Chiapella) será nombrado nuevo presidente de la comunidad de propietarios. Su visión de cómo solventar los problemas vecinales chocará frontalmente con la gestión de Leo, el vicepresidente del inmueble.

Obsesionada con su nuevo estatus de “primera dama” del edificio, Maite (Eva Isanta), esposa de Amador, renovará su fondo de armario y tratará a Maxi y a Coque como empleados particulares. En el plano familiar, los Cuquis vivirán una de las peores situaciones de su vida cuando Maite pierde su trabajo tras informar a su empresa que está nuevamente embarazada.

• Enrique inicia una nueva vida como separado

Tras la inesperada huída de Araceli del hogar conyugal, Enrique (José Luis Gil) se verá obligado a afrontar en solitario múltiples problemas familiares y domésticos, derivados fundamentalmente de la compleja relación con su hijo Fran (Edu García) y con Julián (Manuel Andrés), su padre.

Enrique y Julián competirán entre sí por la educación del niño, situación que provocará diversos conflictos en el clan Pastor. Maxi (Eduardo Gómez), el conserje del edificio, se convertirá en una de las personas más influyentes de su vida: además de brindarle su amistad, el empleado del inmueble ejercerá de asesor económico.

El extraordinario poder de convicción de Maxi llevará a Enrique a trasformar la peluquería de su ex-mujer en un bar, iniciativa que repercutirá negativamente en la economía familiar.

En el plano personal, el separado cincuentón, que intenta rehacer su maltrecha vida sentimental, despertará la pasión de un amplio abanico de mujeres: la jubilada Mari Tere, la hermana trastornada de Antonio Recio, la profesora de Matemáticas de su hijo y una practicante, entre otras.

• Las nuevas crisis y episodios paranoicos de los Recio

Quejarse por todo será la tónica que acompañará a Antonio (Jordi Sánchez) y a Berta (Nathalie Seseña) en la nueva temporada. La pérdida de Cris como inquilina, la preocupación de que Enrique no satisfaga sus obligaciones comunitarias y la próxima inauguración del bar, son algunas de las situaciones que agobiarán y sacarán de sus casillas a los propietarios del 1º C.

El matrimonio se afanará por buscar una inquilina solvente para el 1º A. Cuando Raquel (Vanesa Romero) firma el contrato de alquiler de la vivienda, la pareja se tranquiliza momentáneamente. Además, Antonio envidiará la activa vida sentimental que lleva su vecino Enrique Pastor, situación que hará aflorar su frustración sexual.

• La mayor disponibilidad de Javi destapa nuevos problemas en el joven matrimonio

Alegando depresión y presentando el certificado médico correspondiente, Javi (Antonio Pagudo) logrará abandonar la presidencia de la comunidad en una junta vecinal. Aunque la pareja soñaba con llevar una idílica vida, el mayor tiempo libre del presidente saliente descubrirá nuevos problemas en su matrimonio.

Mientras Lola (Macarena Gómez), romántica empedernida, exige a su marido mantener constantemente la magia de su relación, éste se sentirá estafado. Tras comparar su estilo de vida con el de los solteros Sergio (Adriá Collado) y Joaquín (Guillermo Ortega), descubrir que su esposa y su madre se odian abiertamente y ver cómo los Cuquis les crean problemas adicionales, el joven entrará en crisis.

• Izaskun y Mari Tere, dos nuevas propietarias de “pleno derecho”

Gracias a la firma del contrato de cesión vitalicia del Bajo A con la constructora, Izaskun (Mariví Bilbao) y Mari Tere (Gemma Cuervo) debutarán como propietarias. Las amigas, totalmente integradas en el inmueble, afrontarán “creativamente” una situación imprevista.

Ante la imposibilidad de satisfacer el aumento de las cuotas comunitarias con sus reducidas pensiones, llevarán a cabo diversos negocios con el fin de lograr unos ingresos extra. En el ámbito sentimental, Mari Tere se enamorará perdidamente de Enrique a raíz de su reciente separación y desplegará todas su “armas de mujer” para conquistarlo.

• El progresivo deterioro en la relación entre Sergio y Joaquín

Mientras Sergio (Adriá Collado) continúa triunfando en televisión y con las mujeres, su hermano Joaquín atraviesa uno de los momentos más bajos de su vida: tras perder su empleo, se verá obligado a vivir con Sergio, quien se hará cargo de su manutención y de la hipoteca de su piso de protección oficial.

A su falta de estrella en el ámbito laboral, se unirá su prolongada sequía sentimental. Estas circunstancias propiciarán que la relación entre ambos hermanos se vaya deteriorando de manera preocupante.

• La crisis del ladrillo se cierne sobre los empleados de la inmobiliaria

La grave crisis que atraviesa el sector se cobra su primera víctima: Joaquín. Tras ver cómo su compañero es despedido de la inmobiliaria, Raquel (Vanesa Romero) y Eric (Elio Gonzaléz) se afanarán por vender los pisos de la Fase II del “Mirador de Montepinar”. Sus esfuerzos serán vanos, ya que la grave caída de la demanda de vivienda nueva les afectará negativamente en su desempeño profesional.

El bar “Henry & Max”, nuevo escenario de la serie

Sin Araceli en su vida, Enrique debutará como empresario al asumir la gestión del local comercial en el que su ex-esposa había montado la peluquería. Convencido por Maxi, el concejal de Juventud y Tiempo Libre del Ayuntamiento, acometerá la transformación del negocio “eminentemente femenino” en un bar, establecimiento que se convertirá en un nuevo lugar de encuentro entre los residentes de la urbanización.

El local de Enrique Pastor, con una estética setentera, sufrirá una continua metamorfosis en la segunda entrega de capítulos de “La que se avecina”. Tras su inauguración como bar convencional, “Henry & Max” se transformará seguidamente en un local de ambiente para posteriormente acoger un bar de alterne, un establecimiento que ofrece fútbol de pago gratuitamente a los clientes, un tablao flamenco para japoneses y hasta un restaurante.

Múltiples problemas empresariales inquietarán a Enrique: el descubrimiento de la falta de la licencia de actividad el mismo día de su inauguración, la escasa afluencia de clientes pese a las sucesivas remodelaciones del local, el pinchazo “ilícito” a la parabólica de los Recio para emitir fútbol gratis y el elevado coste económico que implica mantener a flote “Henry & Max” donde Sandra (Sofía Nieto) trabajará de camarera, serán algunas de las situaciones quitarán el sueño al concejal.

Amador y Maite debutan como nuevo presidente y “primera dama”, en el regreso

El nombramiento de Amador como presidente de la comunidad, la irresistible atracción que despierta Enrique con las mujeres tras convertirse en un hombre separado y el repentino deseo de Javi por convertirse en padre, son algunas de las situaciones que acogerá el capítulo inaugural de la nueva entrega de “La que se avecina”.

En el primer episodio de la temporada, titulado “Un soltero, un yogur con fibra y un nuevo presidente”, una fuerte depresión lleva a Javi a renunciar a la presidencia de la comunidad. Tras ofrecerse voluntariamente a ocupar el cargo vacante, Amador se convierte en el nuevo presidente del complejo residencial y Maite, feliz con el nombramiento de su marido, debuta como “primera dama” del edificio.

Leo, por su parte, permanece al frente de la vicepresidencia del inmueble y el sucesor de Javi descubre poco después que trabajar junto a él es un auténtico tormento. La primera iniciativa que emprende el nuevo presidente será la de despedir al conserje, a quien apenas soporta.

Lola, por su parte, está encantada con la renuncia de Javi, situación que les permite pasar más tiempo juntos, hasta que descubre que su marido desea tener hijos lo antes posible. En su afán por mostrar a Lola las maravillas de la paternidad, el ex-presidente pide a Amador y a Maite que le presten a sus hijos temporalmente.

Incapaz de soportar la vida que lleva, Araceli huye una noche del hogar conyugal y Enrique se ve obligado a enfrentarse a una nueva vida en calidad de separado. Al conocer la dramática noticia, los propietarios temen que el vecino abandonado deje de cumplir con sus obligaciones comunitarias.

Mientras, los Recio le presentan a la hermana de Antonio con el fin de que Enrique rehaga su vida sentimental, Mari Tere se lanza ilusionada a la conquista del recién separado, a quien considera el amor de su vida.

Por otra parte, Joaquín pierde su trabajo al ser despedido debido a la fuerte crisis inmobiliaria que atraviesa el sector, mientras su hermano Sergio triunfa con su serie de televisión y recibe una atractiva oferta económica para prestar su imagen en un anuncio. Cuando Joaquín descubre la elevada comisión que va a embolsarse el representante de Sergio por su intermediación en el spot, pide a Sergio que le despida y le contrate a él en su lugar.

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