ENTREVISTA VERTELE

Jugosa charla con Alberto Caballero sobre el pasado, presente y futuro de 'LQSA'

Jugosa charla con Alberto Caballero sobre el pasado, presente y futuro de 'LQSA'

Laura Pérez

¿Cómo nos encontramos a los vecinos de 'Mirador de Montepinar' en esta midseason?

No nos los encontramos demasiado cambiados, porque esta midseason hila con el último capítulo que se emitió antes del parón. Digamos que hay un arrastre directo con la circunstancias de cada uno. En el último episodio llegaron varios personajes nuevos como son los de Luis Merlo o Miren Ibarguren a relacionarse con gente del edificio, así que en el fondo hay una relación lineal. Nos vamos a centrar en cómo se asienta la relación de Yoli (Miren) con Amador, en la llegada de Bruno (Luis) y su dependencia psicológica con su terapeuta Judith, y partir de ahí desarrollar sus historias.

Al fin volvéis, después de un descanso que en un principio no estaba previsto. ¿Qué opinas de los parones? ¿Crees que repercuten en la 'paciencia' de los espectadores?

Sí sabíamos que Mediaset iba a hacer una pausa, pero no sabíamos dónde. Al final llegamos a una especie de compromiso para ver cuándo era el mejor capítulo para parar la emisión en función de lo que había salido. Eso lo hablamos con la cadena y hay que entender que su negocio es la emisión y que tienen que maximizar el material que compran o que producen. Al final es irremediable.

La época histórica en la que las series se empezaban a emitir en septiembre y terminaban en junio ya ha pasado a mejor vida, entre otras cosas porque te obligaba a hacer 30 capítulos y hoy en día ya no es que sea inviable, sino que realmente puedes acabar volviéndote loco. Es mejor tener temporadas más cortitas, y en ese caso o haces 13 capítulos que se emiten en un trimestre, que normalmente es primavera u otoño, o en el caso de que te pidan algún capítulo más hay que dividirla en dos. No está mal, la pena es no saberlo antes para construir mini temporadas de 8 capítulos en vez de una de 16.

Al final te adaptas a todo, y realmente ya casi no lo tenemos en cuenta, sólo cuando nos aseguran alguna fecha completa como por ejemplo la Navidad, que te planteas hacer una temática específica, si no ni te lo planteas.

Tú mismo decías en su día que las series están condenadas a verse a la carta, y recientemente conocíamos que planta cara en España a otras como Narcos en cuanto a visualizaciones online...

Hay mucho mito con respecto a esas cosas. La gente piensa que una serie que no se ve en directo despierta muchísimo interés en diferido, o que una que se ve más en diferido luego no lo hace en directo. Yo creo que el interés de la serie puede ser correlativo lo emitas donde lo emitas. Salvo que una serie sea muy acontecimiento que te pueden hacer spoiler... Como espectador de series siempre me gusta verlas del tirón, como un conjunto. De ahí también la estrategia de Netflix, que produce una temporada y la sube del tirón. Creo que las cadenas en abierto, las generalistas, acabarán quedando un poco como las televisiones del directo, de noticias, deportes, tertulias y luego, que tengan sus plataformas online con las series a la carta producidas por ellos. Hoy en día me parece sorprendente que por ejemplo 'La que se avecina', que la ve mucha gente joven que tiene una vida muy internáutica, tiene especial mérito.

También es lo más visto de la TDT. ¿Cómo explicas que los capítulos, pese a ser repetidos, sigan siendo líderes en FDF?

Eso es un caso muy marciano, absolutamente flipante. Fíjate que lleva años sucediendo, pero no salgo de mi asombro. Lejos de haberse suavizado con los años, se ha mantenido una tendencia al alza. Únicamente en FDF tenemos entre 1.300 y 1.500 repeticiones al año, es una cifra desorbitada. Esto es lo que llama Paolo Vasile 'el efecto karaoke', se supone que a lo mejor en un thriller o en un drama te lo fastidian si sabes el argumento, pero parece que en comedia lo potencia, parece que estás esperando a que llegue el gag que te sabes. Por ejemplo ayer mismo, una de nuestras guionistas, Araceli, me decía que se vio por la tarde el maratón de FDF. Ya es vicio que trabajando aquí se los vea, y decía que lo hizo precisamente por eso, por recordar los momentos. Tenemos que estar agradecidos porque esto es algo que normalmente no pasa, sí pasó también con 'Aquí no hay quien viva', o con 'Aída', pero generalmente ocurre en comedias.

Volviendo al presente, en esta midseason contáis con altas y bajas en la comunidad de vecinos. Llega Loles León... ¿qué esperáis de este reencuentro?

Esperábamos exactamente lo que nos está dando, lo que es Loles. Ella nos da un personaje facilísimo de escribir, en el cual hemos metido unas características especiales y nuevas, en el sentido de que no se parece a Paloma Cuesta en 'Aquí no hay quien viva'. Su circunstancia personal es diferente. Loles hace suyo el personaje siempre, tiene tal capacidad que es muy bestia como actriz de comedia. Me parece que en lo que hace es insuperable. Teníamos muy claro lo que esperábamos de ella, y en lo que llevamos grabado responde perfectamente a lo que esperábamos.

Además, por sus principios y por cómo se va integrando en la historia la hemos rodeado de personajes que son bastante fuertes. Tiene fundamentalmente con Miren, que es su hija, también con Amador. Si tu metes en una secuencia a cómicos de ese nivel, si luego no tiene gracia claramente es culpa tuya.

Se ha hablado mucho de por qué se produjo su salida en su momento. ¿En esta ocasión tenéis un acuerdo largo, o váis 'partido a partido'? ¿Teméis que vuelva a pasar?

Nuestra intención, como con todo el mundo, es de permanencia en el tiempo. Con Loles hablamos incluso que comenzase en la novena temporada desde el principio, pero con todo lo que queríamos contar, por evolución preferimos estirar un poco más y que apareciese hacia el final. Esto lo hicimos con la perspectiva de que estuviese ya toda la décima temporada, que es como está. Vamos a hacer otros 16 capítulos este año y Loles está en todos.

Llega Loles y se va Cristina Castaño a final de esta novena temporada. ¿Su trama queda cerrada o estará abierta a una posible vuelta?

Generalmente vamos alternando las idas definitivas con las posibilidades de vuelta. Cristina nos ha dado muchas temporadas y de mucha calidad tanto a nivel de resultado artístico como humano, y estamos muy agradecidos a su participación en la serie. Por supuesto que dejamos abierta la posibilidad de su vuelta, porque es cierto que tanto ella como el personaje podrían haber cumplido un ciclo, y muchas veces está bien el hecho de tener un personaje fuera durante un tiempo y que luego vuelva en unas circunstancias diferentes. La duda es si nos va a dar tiempo, porque lógicamente estamos en la décima temporada y generalmente los reencuentros llevan su proceso. Cada persona tiene que vivir sus necesidades, y nuestra experiencia nos dice que esos reencuentros se producen al tiempo. A día de hoy la serie goza de buen estado de salud, pero muchas veces de una temporada para otra o incluso de media en media puede cambiar porque bien el público o bien nosotros tengamos la sensación de que ya hayamos contado todo lo que teníamos que contar. No sé si dentro de tres o cuatro temporadas seguiremos aquí, pero si se produce en un futuro estaríamos encantados, no cerramos la puerta.

A lo largo de estos años habéis tenido un gran número de regresos de vecinos míticos. ¿A quién os falta por traer de vuelta?

Nosotros nunca nos hemos planteado ni hemos tenido una estrategia de recuperar gente, de volver a trabajar con unos o con otros en un momento determinado. La vida es muy curiosa y de pronto se van dando circunstancias, y te va reencontrando con gente de las formas más casuales posibles. Esto va surgiendo, ya sea en un encuentro o en una charla, pero no tenemos un planteamiento de ir recuperando a todos. Nosotros no hemos tenido problemas de no querer volver a trabajar con ciertas personas, y si de repente surge en un futuro la posibilidad de volver a trabajar con gente estaremos encantados.

Uno de estos casos es el de Antonia San Juan, que pese a que hace ya hace tiempo de su marcha, su regreso sigue siendo lo más solicitado por muchos seguidores de la serie. ¿Está la puerta abierta? ¿Te gustaría que volviese?

Antonia no ha tenido nunca la puerta cerrada a nada. Nosotros solo alguna vez hemos prescindido de algún personaje con todo el dolor de nuestro corazón porque en un momento determinado no hemos sabido hacerle funcionar. Normalmente las bajas que tenemos no las decidimos nosotros, las deciden los propios actores. Cuando en un momento determinado se van lo que hacemos es buscar alternativas que sean lo más parecidas en cuanto al nivel o la potencia del actor o la historia por el que entran. Igual que se van, si luego en un momento surge la posibilidad de volver, nos viene bien, tenemos sitio o presupuesto, porque muchas veces es tema económico, por nosotros encantados. Con Antonia no hemos tenido ningún problema. En un momento determinado ella decidió abandonar la serie, y si en otro momento a ella le apetece volver seguro que encontramos la forma de hacerlo. Con los buenos actores siempre es fácil, siempre te dan ideas y si conoces al actor y al personaje es todavía más fácil.

Hay casos como el de José Luis Gil o Eva Isanta que siguen con vosotros ya desde antes de la 'mudanza'. ¿Cómo conseguís que los actores se mantengan durante tanto tiempo?

Creo que es un poco el Síndrome de Estocolmo (risas). Es como un secuestro en el que al final te acostumbras a la compañía. Creo que es una mezcla de cosas. En primer lugar hace falta una naturaleza a nivel personal, tiene que haber una cierta vinculación que vaya más allá de la estrictamente profesional, que haya una afinidad a nivel personal.

En segundo lugar creo que ellos acaban valorando también el material que les damos. La primera manera de fidelizar a un actor es intentar darle el mejor material posible para que cuando le llegue el guión y lo lea en su casa le guste, le divierta y aunque lleve aquí más tiempo que la puerta siga encontrándole cierto aliciente ya sea porque le sorprenda o porque le acompañen otros actores con los que le apetezca trabajar. Por ejemplo este año Pablo Chiapella nos agradecía mucho que le hubiéramos metido a Miren Ibarguren, porque le daba la sensación de estar haciendo otra serie.

En tercer lugar, las circunstancias. Es decir, si de repente un actor tiene un boom y le empiezan a llamar de ocho películas, lo tenemos más difícil que si simplemente hace una obra de teatro por las tardes, que aunque para ellos es una paliza podemos compatibilizarlo. Lógicamente esto es como los matrimonios, tienes que estar luchando constantemente contra la novedad. Afortunadamente, con el tiempo se va haciendo una especie de selección natural y ahora tenemos un grupo de actores bastante majo. Los que llevan aquí mucho tiempo como José Luis Gil, Eva Isanta, Pablo Chiapella, Antonio Pagudo...son muy buena gente, grandes actores que no tienen esa parte inestable o caprichosa que a veces te encuentras, y lo hace todo mucho más fácil.

Pese a que actualmente la serie goza de muy buena salud, ¿has llegado a ver cerca en algún momento el final de 'La que se avecina'?

Nos pasó al acabar la primera temporada, que tuvimos bastantes problemas. Al final de la segunda empezamos a ver la luz, pero hubo un momento de producción muy difícil también. De hecho, llegamos a estar fuera un par de meses. A partir de entonces hemos ido descubriendo cosas. Lógicamente siempre ha habido momentos en los que lo hemos visto más claro o menos claro, pero nos está pasando una cosa que no sé si es buena o mala, porque igual es un síntoma de decadencia, pero cada vez nos está resultando más fácil escribir la serie. Nos debería pasar al revés, pero nos va resultando más fácil encontrar historias y hacer cosas. Confiamos más en lo que hacemos, y estamos volviendo a una escritura más orgánica, más tipo 'Aquí no hay quien viva'. Nos lo pasamos muy bien escribiendo, somos un grupo de gente que somos también amigos, y si hubiéramos visto que entraba en decadencia habríamos sido los primeros en pararlo. De hecho, ya lo comentamos en ese momento con Mediaset y uno de nuestros acuerdos con ellos es el de intentar evitar prolongar mucho la serie si no está dando buenos resultados o si no estamos contentos.

Si tuviésemos una bajada de audiencia reseñable, si se nos convirtiera en algo incómodo de escribir o producir, o si se nos fuesen de golpe cinco actores y tuviésemos que reinventarnos no tendría sentido seguir porque tenemos muchas otras cosas. Imagínate en estos años el material de proyectos que tenemos en un cajón... Y luego, sobre todo, tampoco tenemos más retos con la serie. Ya nos han pasado las suficientes cosas bonitas como para sentirnos realizados con el trabajo. Lo primero fue que subsistiera, luego que funcionara, luego ya nos planteamos superar el número de capítulos de 'Aquí no hay quien viva', luego llegamos al 100 y a partir de ahí ya ha sido más una cuestión de volver a trabajar con gente que nos apetecía mucho, utilizar la serie como excusa para trabajar con Verónica Forqué, Miguel Rellán... actores a los que admiramos desde hace muchos años. Una vez que hemos cumplido todos esos ciclos, realmente alargarlo por alargarlo tampoco tiene mucho sentido. Cuando detectemos nosotros que ya no es lo que era, o que la gente esté un poco harta, vamos a intentar no torturar a nadie.

Por lo pronto, habéis empezado recientemente el rodaje de la décima temporada. ¿Qué nos puedes avanzar? ¿Va a haber incorporaciones en el reparto? ¿Cómo vais a suplir la baja de Cristina Castaño? ¿Algún adiós más?

Como los personajes de Luis Merlo, Miren Ibarguren y Loles León se han incorporado realmente a finales de esta novena temporada, nos dimos cuenta de que meter muchas más novedades era un poco ensuciarlo. El principal reto a estas alturas era mantener al 95% o 98% del casting, que es algo que normalmente no sucede. Una vez que vimos que existía la posibilidad real de mantener la estructura del grupo decidimos apostar por ella. Si metemos muchas novedades acaba repercutiendo en el peso que tienen nuestros personajes históricos, y no nos apetecía.

Hemos optado por hacer un principio de temporada de continuidad, y conforme vayan avanzando los capítulos queremos plantearnos una temporada de homenaje. Hay muchos actores que a la gente le han gustado y que nos han pedido que se queden como fijos, que realmente estamos recuperando para hacer capítulos en los que vuelvan y a la gente le haga ilusión.

¿Como por ejemplo...?

La gente nos ha pedido mucho de Raluka, una antigua novia de Fermín, y volverá a aparecer. También otros personajes como los padres de Nines, o la vuelta de Amador a su pueblo para reencontrarse con toda su familia. Así estamos intentando que en todos los capítulos haya alguna reaparición.

Por supuesto, también vamos a incluir novedades chulas, pero más destinadas a hacer algún capítulo suelto potente o una parte de la temporada.

Con respecto a la sustitución de personajes, Cristina en sí misma, como cualquier otro actor potente de la serie, es insustituible. Si juegas a sustituir por ejemplo a Estela Reynolds vas un poco de culo, porque posiblemente lo que conseguiríamos sería una versión peor. Generalmente nunca intentamos sustituir la función o el tipo de personaje que se va, sino complementar el hueco que ocupaba con otro tipo de personajes y tramas. En este caso no te digo que Loles León sea una sustituta de Cristina Castaño, porque no se pueden parecer menos, pero digamos que parte del espacio a nivel de tramas y de historia que ocupaba ella ahora lo ocupa la gente nueva.

¿Cómo ves la competencia en la parrilla con 'Mar de plástico'? Además, uno de los capítulos se enfrentará también al concierto de 'OT' en TVE...

La competencia es sana sobre todo cuando ya se ha demostrado que las series no se fagocitan entre ellas. Nosotros durante estas diez temporadas nos hemos enfrentado contra todo tipo de programas, en días en los que no había otra serie, o en días en los que había otras dos... Siempre te queda la intranquilidad por el resultado de tu trabajo, pero luego aprendes realmente que en estos momentos es difícil que la gente dejen de ver las series que le gustan por una alternativa que arrase, hace muchos años que no pasa. Con productos ya conocidos creo que se sobrelleva muy bien.

Me acuerdo que en los tiempos de 'Aquí no hay quien viva' nos enfrentábamos bien a 'El Comisario', a 'Hospital Central' o a 'Los Serrano', y cuando empezamos con 'LQSA' hemos competido con 'La Señora', 'Allí Abajo'... muchos tipos de productos. Lo que sí me parece bien, desde el punto de vista de la programación, es que no coincidan dos comedias, o dos thrillers... eso lo veo más tontos. El año pasado la confrontación entre 'LQSA' y 'Allí Abajo', dos comedias que funcionaban muy bien, hizo más la 'puñeta' al espectador.

Lo que no puedes hacer, aunque te gustaría, es que el resto de cadenas pongan la carta de ajuste. Al final si tu producto es bueno o llega a la gente tiene su público. Lo afrontamos con cierta serenidad, y siempre te levantas al día siguiente con un poco de ansiedad o curiosidad por ver si la gente te sigue apoyando, lo importante al final es tu dato. Si todo te va bien para que tu proyecto sea rentable, pues bienvenido sea.

Para terminar, ¿de qué te sientes más orgulloso con respecto a 'La que se avecina' después de todos estos años?

Creo que del vínculo que se ha creado entre el equipo artístico y técnico, del ambiente que hemos conseguido con mucho trabajo. Luego, lo que más satisfacción te da son los comentarios de la gente, que generalmente son de agradecimiento porque desconectan, se lo pasan bien o porque están pasando por un mal momento en el que de algún modo les ayudamos. Eso es al fin y al cabo el objetivo. Aunque sea un poco exagerado, te da una sensación de servicio público. Hacemos algo que nos gusta para ganarnos la vida y hay gente que se lo pasa bien con ello. Nos escribe mucha gente con problemas o enfermedades y luego vienen a nuestro set a vernos. Pasamos un rato con ellos, ven a los actores, y pasan el día feliz. Esa es quizás la mayor satisfacción. A nivel personal, también la del deber cumplido, de disfrutar mientras dure.

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