Infarto

Maika Vergara, incinerada en Málaga

Ayer por la tarde, a las seis y media, antes de la incineración, se ofició una misa en memoria de la cronista en la sala 19 de dicho cementerio. Su muerte se produjo a última hora del martes en el hospital Clínico de Málaga. La periodista, de 54 años, no pudo superar el infarto de miocardio que sufrió la noche del lunes después de cenar con su marido. Maika era colaboradora habitual de distintos medios de comunicación, entre los cuales estaban la revista Hola y Telecinco. Maika Vergara comenzó su trayectoria profesional en la prensa escrita en 1978, de la mano del fotógrafo Manolo Otero en la revista Diez Minutos, en la que realizó las memorias de Carmen Ordóñez y Merry Martínez Bordiú. Continuó su labor informativa en la revista Semana, en la que entre otros artículos firmó las memorias de Don Jaime de Mora y Aragón. Maika Vergara debutó en televisión en el programa Encantada de la vida, que presentaba Concha Velasco, en TVE, sin abandonar sus colaboraciones en la prensa escrita. María Teresa Campos la contrató a continuación para su programa Pasa la vida y de esta manera llegó a Telecinco para llevar a cabo “Los secretos de los famosos”, sección en la que permaneció durante cuatro años, con visitas a más de cien domicilios y entrevistas en plató a sus propietarios. Pasó después a Sabor a ti, con Ana Rosa Quintana. Desde 1985 trabajaba en exclusiva para la revista Hola, con la que ha conocido a los grandes protagonistas de la crónica rosa de España y de muchas monarquías de todo el mundo. Le tocó entrevistar a personajes como Jaime de Mora y Aragón, Gunilla von Bismarck, Alfonso de Hohenlohe, Philippe Junot, Sofía de Habsburgo, Adnan Kashoggi, reyes y princesas. Hace días que la periodista empezó a tener molestias en el brazo izquierdo, acompañadas de agudos dolores que anunciaban el infarto de miocardio que le sobrevino anteanoche y que le provocó la muerte. Horas antes de su fallecimiento comió con la cantante Isabel Pantoja y Julián Muñoz en Marbella y después se retiró a su hotel. A pesar de su malestar tuvo ánimos de salir a cenar con su marido, Ángel Llamazares. Durante la cena comenzó a sentirse peor y regresó al hotel, donde la sorprendió el fatal infarto. Maika Vergara deja dos hijas, Mónica y Yolanda y ya era abuela. Maika, que había expresado su deseo de donar todos sus órganos, será incinerada en Málaga y sus restos serán trasladados a Madrid para recibir sepultura.

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