Encuentro con los medios

Pedro Ruiz: “Preparo un programa para La Primera donde volveré a ser el pícaro de antes”

Este jueves, el programa de entrevistas que dirige y presenta Pedro Ruiz en La 2, La noche abierta, cumple 200 programas con la emisión de un especial de sus mejores momentos. Por este motivo, el polifacético artista tuvo ayer un encuentro con los medios de comunicación donde comentó sus impresiones sobre éste y otros aspectos de la actualidad televisiva. ¿Cómo se define Pedro Ruiz: periodista, showman, actor...? No soy periodista, sino un hombre de teatro. De hecho, el tono de intimidad de las charlas de mi programa tiene mucho que ver con mi currículum. Es decir, cuando Raphael elige venir a La noche abierta, es porque somos amigos no del periodismo, sino de otra cosa; soy del teatro, del cine, los libros, la música o de lo que sea. “No me considero un hombre de la tele” Esta es la temporada más larga que hecho en televisión. En contra de lo que pueda parecer, yo no soy uno de la tele -dicho con mucho respecto-. Inventé Estudio Estadio, luego estuve prohibido 12 años con Franco; luego hice Como Pedro por su casa, que duró 7 semanas y donde se hizo popular aquello de “Qué buena estás Carolina”; luego, 10 semanas más con Esta noche Pedro, donde Ana Obregón empezó en la televisión; después estuve 9 años más prohibido, por razones que ahora no vienen al caso recordar y, desde hace unos años, con La noche abierta. “Un programa sin guiones” El magnífico trabajo que se hace en San Cugat diferencia la factura del programa con respecto a otros. Quiero agradecer a Televisión Española el que quiera conservar una forma de conversar, siempre sin guiones, sin preguntas escritas en ningún papel. Hay un equipo de personas en este programa que hace un estudio del invitado desde lo anecdótico, lo leo y luego lo olvido, porque de lo que se trata simplemente es de conversar con una persona y quererla, sea muy amiga o enemiga. De hecho, al programa han acudido personas con las que yo he tenido conflictos e incluso me han querido meter en la cárcel, y a sí va a seguir siendo. ¿Le preocupan las audiencias de su programa? Yo no miro las audiencias del programa, las mira la tele. Soy consciente de que es un programa minoritario pero amplio que recibe desde a José Saramago a Isabel pantoja, y cumple con esa función que debe tener la televisión pública, es de decir, un lugar donde todo el mundo pueda ser recibido. ¿Y los premios de TV? Por expreso deseo mío, mi programa y persona no concurren nunca a ningún premio de televisión, ni a los TP ni a los de la Academia, porque no quiero ser partícipe de determinadas farsas. ¿Por qué tus entrevistas son tan amables? Porque las entrevistas en profundidad precisarían 5 ó 6 horas. Porque la única pretensión que tengo es que la persona que venga se sienta querida y confortable; otra cosa es lo que hace Jesús Quintero, que graba dos horas y media y luego da 40 minutos; aquí no, aquí el reloj empieza y a los 30 minutos se ha acabado. Consecuentemente, yo me conformo con que haya 3 chispazos de bienestar: uno de emoción, uno de confidencia y otro de ingenio. En mi programa hago de guitarrista: al que viene, le toco en Re, que no está cómodo, le toco en Fa, o en La. Si alguien viene divertido, le sigo, si viene triste, también. Nunca hay un cuestionario. Y son entrevistas amables porque hay tanta televisión que no es amable, que con que haya una que lo sea... Además, creo que esto va en favor de la TV pública. No sé si esto es un éxito o no, pero sí sé que es un fracaso que en otras televisiones públicas no haya diez programas como éste. ¿Por qué empezaste la guerra contra Sardá? Pues porque un día él tuvo un calentón en la boca, habría tomado algo que no le sentaría bien. Me parece bien que cada uno tenga montado su negocio, aunque yo no apruebe determinadas conductas, pero a mi costa, no. Usted -a Sardá- haga su circo de variedades, el que le parezca, pero con mi nombre, no. Porque entonces hablaremos de usted, y le va a gustar poco. Le va agustar muy poco que la audiencia sepa algunas cuantas cosas suyas.

¿Es “La noche abierta” un programa caro? No. Cuesta exactamente lo que cuesta el caché de algún presentador estrella de la basura. No diré que es barato, son 6 millones de pesetas, pero suficiente para lo que es La 2. Habría que preguntarse si este es o no un programa público. Tengo un muy exiguo presupuesto para el pago de personajes, que la mayor parte de las veces no se cumple, porque no hay dinero para su caché, pero vienen por amistad conmigo. Podríamos decir que La noche abierta cuesta lo que los bocadillos de una pensión cutre. ¿Se ha negado mucha gente a ir al programa? Afortunadamente se han negado a venir muy pocos. Si ves la lista completa de personas que han pasado por el programa, faltan muy pocos, que no lo han hecho porque no les caigo bien, cosa que respeto, o porque no han tenido fecha. Al contrario, la lista de espera de gente que quiere venir es larguísima. Por ejemplo, siento que no haya podido venir Almodóvar por fechas, o Fernán Gómez porque está delicado de salud... ¿Has invitado a Felipe González a tu programa? Tres veces y por escrito, y nunca me ha contestado. De hecho, quise que estuviera en el primer programa de La noche abierta. Han estado Alfonso Guerra, Borrel, Almunia, Zapatero, Bono, Ibarra, Barrionuevo... lo más antitético, y todos menos él. También he invitado a Wyoming, y a gente de otras cadenas, porque yo no soy sectario y me parece una estupidez la política de algunas cadenas de no invitar a gente de la competencia. “No entrevistaría nunca a Otegi” Yo no invito nunca al programa a personas violentas, es decir, nunca invitaría a Otegi, sí a Ibarreche o a Atucha. Quiero ser un programa amable, quiero escuchar al otro y que luego, el espectador en su casa, saque las conclusiones que quiera. Ahora, si me pongo a hacer una entrevista divertida, polémica y de ocurrencias, pues algunos que hoy están ganando 200 millones de pesetas al mes, saltando con pértiga no me llegan al meñique, pero no es ése el ambiente. ¿Qué otros programas de entrevistas te gustan? Junto con La 2 y la mayor parte de la programación de La Primera, hay una televisión muy digna que es TV3, donde Julia Otero puede convocar por su trayectoria a cualquier persona de renombre porque nadie le decimos que no. Hay muy pocos sitios más que me gusten. ¿Podría “La noche abierta” aguantar en un prime time de La Primera? Sin duda, y eso es algo que se ha llegado a plantear. Necesitaría de otros añadidos, de los cuales no carecemos. Se pondrían otras cosas, un poquito más de presupuesto, se abriría más la fórmula, con contenidos un poquito más atractivos pero manteniendo siempre el respeto... y naturalmente que cabe en la primera cadena. Cabe en cuanto los dirigentes de los partidos políticos digan “señores, la TV pública es esto”, hace falta un diseño del ente y del servicio del ente. Pero bueno, en La 2 estamos muy bien y en La Primera quiero hacer otras cosas.

“Preparo un nuevo programa para TVE-1” Agradezco seguir en parrilla pero mis planes son que reaparezca la persona picante, pícara, polémica y divertida que soy y que en este programa no tiene cabida. Tengo planes para la próxima temporada aquí en TVE, que ya están hablados con la propia casa, y que espero hacer compatibles con La Noche abierta. Hay firmes charlas para que reaparezca mi artista. Será una cosa parecida a Como Pedro por su casa. Es decir, tengo ganas de que regrese el hombre que hacía reír y la sátira. Podría ser este mismo otoño. Tengo muchas ganas de ser travieso y hacer muchísimas coñas. Me hace mucha gracia cuando la gente me dice que en el programa me ve muy serio pero yo les digo que, en esta película, hago este papel. ¿Qué es la Telebasura? No creo que haya telebasura, sino hombres-basura que la ven y que la hacen. Esta es una queja que tengo hacia la Academia de Televisión, que no haya publicado una sola denuncia sobre el deterioro de la profesión. ¿Dónde está el límite de la telebasura? ¿Por qué para unos telebasura es “Crónicas Marcianas” y para otros “Noche de Fiesta”? Con el mayor respeto, yo no voy a ninguno de los dos programas. ¿El límite de la telebasura? Hay una diferencia entre ambos programas. En Noche de fiesta hay decencia al respecto del espectador que creo que en Crónicas no la hay. El límite es que determinados personajes progresistas, que han estado “preocupadísismos” por la cultura del país, y me refiero ahora a algunos miembros de grupos musicales que en su día eran de izquieradas, no tienen el menor pudor en forrarse estropeando las vidas, las mentes de los que ven y de los que hacen. Y claro, 200 millones de pesetas que ganan al mes algunos presentadores, es un precio suficiente, supongo, para adormecer la conciencia. “El presidente de Tele 5 no tiene ningún pudor” He recibido ofertas para hacer cosas de esa naturaleza y las he rechazado todas. La gente que lo hace, no lo hace desde el teatro, sino que desde la televisión infringen todas las barreras porque el estipendio es mayor. Quevedo decía que el dinero no cambia a nadie, solamente lo descubre. Además, algunos de estos personajes se han apropiado de la opinión de la mayoría; sólo ellos tienen derecho a opinar porque es un negocio para sus cadenas, en este caso estoy hablando de Telecinco, que tiene programas magníficos como La mirada crítica o 7 vidas, pero cuyo presidente es militante, creyente o seguidor de una organización religiosa, y no tiene el menor pudor en emitir la mierda que emite para forrarse a fin de mes y comulgar por las mañanas. Éste es mi pensamiento, sé que no me da amigos, pero me da tranquilidad. Siempre he pensado que los mayores responsables son los fabricantes de pistolas, no los que las compran. Por eso no admiro nada a los que eluden la responsabilidad; como grandes empresarios de las cadenas privadas, no les quito un ápice de responsabilidad sino que se la doy toda. Que moderen los gastos y las expectativas y que no asesinen el alma de la sociedad, porque la están matando. Pero claro, dan conferencias en la Universidad de Santander sobre la ética y la moral, y en su canal de TV están poniendo lo que están poniendo. Respeto a una puta de la esquina de la ballesta que anuncia que es puta, cobra y termina, pero a ése que hace lo contrario de lo que anuncia, no. ¿Crees que Telecinco tiene “propósito de enmienda” tras haber cancelado programas como “A corazón abierto” y “Hotel Glam”? Ojalá, pero no confío en ello, y creo que toda situación puede empeorar. Ojalá la realidad me demuestre lo contrario. No quiero pasar por franciscano ni por creyente, porque soy apátrida y escéptico, pero lo que pasa es que para la bondad hace falta más talento. Para escribir 7 Vidas hace falta mucho más talento que para poner a veinte peleándose; pero los culpables no son los que se pelean, sino el que lo tolera y lo emite. El negocio de la comunicación no es como otro cualquiera. El que vende zapatos, vende zapatos, pero el que vende comunicación, vende ejemplos. Y él sabe perfectamente que el ejemplo que está vendiendo es uno que jode a la sociedad y, sin embargo, lo permite.

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