El 20% de ingresos, de operaciones digitales

Así es la “Prisa del siglo XXI”

La junta extraordinaria de accionistas del grupo Prisa (editor de CincoDías) aprobó el sábado la operación pactada con Liberty que convierte a los inversores del fondo estadounidense en accionistas independientes de la compañía.

Asimismo, la junta dio luz verde a la renovación del consejo de administración, con siete incorporaciones y una mayoría de independientes, según informa Cinco Días en un artículo que reproducimos a continuación.

Con estas medidas, el grupo inicia una nueva etapa que su consejero delegado, Juan Luis Cebrián, calificó como la de “la Prisa del siglo XXI”. Un “cambio profundo” que supone “la transformación de la empresa en una compañía de tecnología avanzada”, explicó.

La nueva estrategia implica transformar el negocio tradicional, “todavía generador de altos márgenes”, mediante su integración en las tecnologías digitales, “lo que demanda un esfuerzo considerable de consolidación de las operaciones a través de las diferentes unidades”.

La base de este nuevo modelo pasa por convertir al consumidor en el centro de las actividades del grupo, conociéndole de forma más profunda e interactuando con él. Y también pasa por alianzas estratégicas para la producción y distribución de contenidos.

Con estas medidas en marcha, Prisa espera tener en no más de cinco años un banco de datos con 30 millones de usuarios registrados y conocimiento suficiente sobre los mismos. “Hemos comenzado ya la construcción de una plataforma digital común y transversal para todas las unidades del grupo, que permita cambiar los hábitos en la contratación publicitaria, compartir los contenidos, optimizar nuestra política de marcas globales y potenciar la gestión de los muy abundantes derechos de propiedad intelectual que nuestras empresas poseen. Nuestro objetivo es que, dentro de esos cinco años, al menos el 20% de los ingresos del grupo provengan de las operaciones digitales”, precisó Cebrián.

Futuro sólido y estable

El consejero delegado recordó que la combinación de negocios con Liberty se inscribe en el marco de la reestructuración que ha tenido que acometer Prisa para asegurarse un futuro sólido y estable. Una reestructuración que ha exigido reforzar fondos propios y vender activos, con operaciones como la desinversión del 25% de Santillana, la fusión de Cuatro y Telecinco o la entrada de Telefónica y Telecinco en la plataforma de pago Digital+. Asimismo, destacó el proceso de refinanciación de la deuda acometido y la extensión de su periodo de maduración, todo ello hecho a precios “muy convenientes, con un margen de 250 puntos básicos sobre el euríbor”.

Según desveló, el conjunto de las operaciones acometidas a lo largo de 2010 va a suponer una entrada de caja para Prisa de 1.900 millones de euros y una atribución de valor en acciones de la nueva Telecinco de 561 millones. Estos recursos se utilizarán, sobre todo, para reducir deuda. No obstante, la empresa mantendrá 200 millones para restaurar el capital circulante y financiar las operaciones de reestructuración pendientes. “Adicionalmente, hemos pactado una capacidad de endeudamiento en determinadas filiales para acometer proyectos de inversión, fundamentalmente en Brasil y Estados Unidos”, agregó.

Tareas pendientes

Juan Luis Cebrián, que agradeció la “lucidez y generosidad” del accionista de referencia del grupo (la familia Polanco) en este proceso, quiso dejar claro que garantizar el futuro de la compañía solo ha sido el primer paso. “Sabemos que todavía nos queda una ardua tarea por delante”, dijo.

En este sentido, enumeró los asuntos que se van a impulsar en el futuro. El primero, transformar “profundamente” la cultura empresarial, de perfil familiar, hacia el modelo de una multinacional cotizada en los mercados internacionales. El segundo, poner en marcha un plan de reestructuración en profundidad que mejore la rentabilidad y la eficiencia operativa del grupo. El tercero, definir los modelos de negocio en medio del actual cambio tecnológico.

Finalmente, se refirió a la necesidad de renovar y rejuvenecer los equipos directivos (“algo que ya hemos comenzado a hacer”) y diseñar una estrategia que permita considerar el porvenir de Prisa “al margen de personalismos de cualquier tipo”, operando como una empresa bien organizada, generadora de valor y capaz de prolongarse en el tiempo.

“Solo así quedarán garantizados los aspectos institucionales que caracterizan a este grupo en su compromiso con la democracia, las libertades individuales y los derechos humanos, la economía de libre mercado y los principios de solidaridad social que siempre hemos defendido”, afirmó.

La operación pactada con Liberty, que se articula mediante la adquisición del 100% del fondo estadounidense por parte de Prisa a través de una ampliación de capital en especie con un canje de acciones, permitirá al grupo de comunicación español obtener una caja neta de 650 millones de euros. A esta cifra habrá que sumar otros 482 millones en tres años y medio si, finalmente, los accionistas ejercitan los derechos de suscripción en forma de warrants previstos en la transacción. Esto eleva el montante total de la ampliación de capital aprobada el sábado a 1.132 millones.

Estos cambios supondrán que Prisa comenzará a cotizar, además de en la Bolsa de Madrid, en el mercado de valores de Nueva York y que, al término del proceso previsto, pase a contar con un free float cercano al 70% del capital social de la compañía. El otro 30% estará en manos del actual accionista de referencia, que permanecerá como accionista de control, lo que garantiza la continuidad de la gestión.

“La nueva estructura permitirá continuar reduciendo deuda hasta situarnos en niveles de apalancamiento comparables a los del sector, incrementará extraordinariamente la liquidez de la acción en el mercado, reforzará los criterios de gobierno corporativo y justifica los cambios propuestos en el consejo de administración, que reunirá mayor diversidad y experiencia”, indicó el consejero delegado del grupo.

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