Opinión

Triple salto mortal

Telecinco está a punto de lanzarse al vacío. Sin red. Cree haber dado por fin con la poción mágica que le convertirá en el rey de la sobremesa. El nombre del brebaje: un originalísimo Buenas tardes; la conductora: la políticamente correcta –no escribe novelas, que sepamos- Nuria Roca; el producto: el mismo que ha hecho las delicias de los espectadores de Sabor a ti durante más de quinientos programas.

Y es precisamente en el componente principal del producto, un magacín de entretenimiento, donde subyace el error de los programadores de Telecinco. Parece que hace falta más de un resbalón para que las cadenas acepten, de una vez por todas, la siguiente ley no escrita de la televisión: el enemigo no puede atacar un programa atrincherado por la audiencia con las mismas armas que lo hicieron fuerte.

Una se pregunta, ¿será la talla de Maria Teresa Campos -directora del espacio- red suficiente para amortiguar la caída de Telecinco en este triple salto mortal que se dispone a dar el 27 de noviembre? Y digo triple porque es ya el tercer intento de la cadena por imponer su propio magacín de tarde. Hace ya año y medio que la casa, aprovechando el despiste veraniego, echara mano de la reina destronada del reality en España, Ana García Lozano, para atenuar con Qué punto el impacto de una imparable Ana Rosa Quintana.

Un año más tarde, y por las mismas fechas, Telecinco volvió a la carga con Quédate conmigo, otra revista de entretenimiento, presentada por Ely del Valle, cuyo título estaba destinado a ser objeto de cruel ironía por parte de sus competidores.

Sin ánimo de entrar en el farragoso debate sobre la calidad del contenido de estos dos programas, lo que sin duda vinieron a confirmar es que uno no puede saltarse, así como así, la máxima arriba enunciada: jamás se rompe el status quo de un programa consolidado en una franja horaria con una oferta similar, porque el espectador siempre opta por el producto familiar.

La clave del fracaso de muchos programas es la misma del éxito de Sabor a ti: programar un magacín donde sólo había ficción. No hay lugar para una oferta bis. El televidente no cambia su Ariel por otro igual, por mucho que Nuria Roca nos insista en que el suyo es mejor. Ya lo decía Martes y Trece, en su parodia del spot publicitario, “es lo mismo pero no es igual”.

Mirante admite la posibilidad de que Buenas Tardes sea la excepción que confirme la regla. Aun no siendo así, confiamos en que Telecinco sepa encajar bien este tercer desengaño. Al fin y al cabo, la misma ley que le podría hacer perder ahora, ha estado jugando a su favor en ocasiones anteriores este otoño.

Buenas tardes se estrena hoy en Telecinco, de 16:15 a 18:30 horas.

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