Los secretos de un reality

'UnReal' o cómo aprender de TV con una serie: sus 10 lecciones

'UnReal' o cómo aprender de TV con una serie: sus 10 lecciones

Por Paula HernándezPaula Hernández

Hace pocos días, una amiga me recomendaba una serie de la que nadie me había hablado: 'UnReal'. “Tienes que verla”, me decía entusiasmada, “a ti que te gusta la televisión, te va a atrapar preguntándote, cuánto hay de real en ella”.

Me extrañó no haber leído nada en Twitter sobre 'UnReal', y consulté algunos artículos que hablaban de la serie. La impresión general decía que era la nueva apuesta de Lifetime que estaba dejando a la indústria al desnudo. En especial porque Sarah Gertrude Shapiro es una de las creadoras. La misma Gertrude Shapiro que había trabajado tras las cámaras de 'The Bachelor', y había confesado que un contrato le impedía abandonar el reality y casi se suicidó porque se pasó años “torturando a otras mujeres”.

Eso es lo que cuenta 'UnReal' con su reality 'Everlasting' (muy parecido a 'The Bachelor'): cómo trabajan las productoras tras un show que se nutre de sentimientos personales, que cuánto más llevados al límite sean, más crece la audiencia.

Si lo que muestra 'UnReal' sobre lo que se vive tras las cámaras, también es exagerado o no, queda para la oponión de cada uno. A continuación enumero las 10 grandes lecciones que nos deja esta primera (y brillante) temporada de la serie:

(Cuidado muchos SPOILERS)

1) La primera concursante que aparece en pantalla es la favorita

“Demosle algo que quieran”, es una de las primera frases que pronuncia Quinn King (Constance Zimmer), la productora de 'Everlasting' refiriéndose a los espectadores. Y por supuesto, su público (el estadounidense) no quiere ver a una chica de color casándose con un adinerado inglés al que le corre sangre azul por las venas. “No es mi culpa que Norteamérica sea racista, señores”.

Así que escogen entre todas las aspirantes a “Lady Di”, a la que mejor encajaría con el gusto de sus espectadores y hacen que sea la primera que salga a escena: “La primera chica que sale del carruaje siempre es la favorta”, asegura la astuta productora. Primera lección aprendida.

2) “Aquí nadie hace nada por amabilidad”

“Aquí nadie es amable” le dice la psicóloga del equipo a una becaria del programa. Y eso es lo que nos vienen mostrando durante los 10 capítulos de la temporada. Desde las evidentes jefa de producción y Rachel, su mano derecha, hasta las propias concursantes que acaban aprendiendo a convivir siendo unas víboras. “Cuanto antes aprendas eso, más tiempo sobrevivirás”, asegura la psicóloga a la joven perdida que le viene a pedir consejo.

Una psicóloga que, por supuesto, también saca tajada de su “amable”, y nunca desitenresada. ayuda a la becaria.

3) Cuanto menos creas en el producto que ofreces, mejor lo venderás

En 'Everlasting' venden princesas, ponis, castillos y el amor verdadero. Algo en lo que ninguno de los integrantes del equipo tras las cámaras puede creer, a base de palos. Vemos cómo cuando Quinn o Rachel se dejan llevar, por una vez, por su supuesto príncipe azul acaban siendo traicionadas. Demostrándoles cómo lo que venden es una mentira. Y quizás por ello lo hacen tan bien. Si creyeran realmente en los cuentos de hadas no podrían manipular a las concursantes como lo hacen.

Esta premisa también la hemos visto en otras series como 'Mad Men' en la que el mismísimo Don Draper también cae en su propia trampa. El galán de AMC aseguraba: “El amor no existe, lo inventaron tipos como yo para vender medias”. En cambio cuando lo vemos enamorado en la quinta temporada es cuando menos productivo y eficaz es en su trabajo.

4) En un reality son capaces de “matar” por una décima de share

Y eso lo muestran literalmente en 'UnReal'. Ya son varias las temporadas que llevan a sus espaldas en Everlasting, y por ello no quieren ver a concursantes aburridas que caminen hacia el altar sin ganárselo a pulso. Para dar más morbo a una de las historias, traen a la ex pareja de una de las pretendientas. Un hombre que le había maltratado. Por si creían que con eso no habían traspasado el límite, una de las productoras decide cambiarle las pastillas a la chica para que deje de “caminar como un zombie” y esté mucho más despierta.

Una situación que sumada a la falta de antidepresivos, resulta mortal.

Pero el luto en 'UnReal' dura poco, y en todo drama siempre hay alguien que se beneficia. Para la cadena y para la productora, esta ha dejado de ser una aburrida temporada más...

5) Dejas de ver claramente los límites de lo ético

En la misma línea del punto anterior. Cuando buscan el culpable que le habia cambiado las pastillas a la concursante para que diera más de sí en el reality, la productora asegura que cualquiera hubiera hecho eso. Que constantemente se está cruzando ese límite.

Eso es algo con lo que la protagonista, Rachel Goldberg, lidia cada noche antes de dormir: “¿Soy un monstruo o no lo soy?”. Manipula a diario a chicas como ella para beneficio del programa, sabiendo que puede ser perjudicial para ellas. Perdida en un mar de dudas de si el show es prioritario, o lo es la salud mental de los participantes, o lo único que importa es ella misma.

El padre de una de las concursantes está a punto de morir, y Goldberg tiene que decidir rapidamente si decírselo a la joven o no. ¿Antepone lo humano y deja marchar a una de las favoritas?, ¿siguen con el reality porque quizás no pasa nada y ella tampoco puede ayudar en el hospital? En la embriaguez de 'Everlasting', no se ven claros esas respuestas.

6) Siempre hay que leerse la letra pequeña de los contratos

La misma Sarah Gertrude, creadora de 'UnReal', debería haberlo hecho. Gertrude trabajó en 2002 en 'The Bachelor', un programa casi idéntico a 'Everlasting', en el que buscaban esposa a un soltero rico. La que había sido una feminista y luchadora por causas sociales en la universidad, entonces se convirtió en una manipuladora que destruía la vida de muchas mujeres. Cuando quiso marcharse el contrato se lo impedía y tuvo que amenazar con suicidarse para desprenderse de él.

Lo mismo le pasa a la protagonista de la serie, Rachel quiere abandonar todo eso y no puede. Tampoco quiere en el fondo. Está convencida de que es lo mejor que sabe hacer, y así se lo recuerda su propia jefa, que -por lo que se intuye- pasó por lo mismo que ella.

Al soltero rico también le recuerdan los papeles firmados en alguna ocasión en la que quiere desaparecer. Lo mismo ocurre con la hija que pierde a su padre y quiere correr a enterrarlo. “Muy bien, vete, pero no aseguramos que tu huida se presente con las causas reales”.

Por ello, antes de firmar cualquier cosa: leed. Puede parecer un regalo, y acabar siendo un regalo envenenado.

7) La locura de un reality es inversamente proporcional a lo que lo está su productora

La productora en general, y la jefa de producción en particular. La cadena también acaba dando respaldo a esa “locura” o “cordura” del programa, como muestra 'UnReal', pero es la producción la que escoge hasta dónde van a llegar.

En la serie de Lifetime todo pasa por la bendición de Quinn King, la jefa. Ella obliga a traer al exmarido de la maltratada, da el visto bueno a una localización u otra, o delega en su mano derecha en la que confía plenamente porque ella “la ha creado”.

Si el show se escapa de sus manos, como con la muerte de Mary o el regreso de Britney (la mala), no ha sido una decisión que haya pasado por ella, ya que cuando es así, todo lo tiene controlado.

La productora manda, y mejor que lo haga, así lo deja claro 'UnReal'.

8- Los hijos se (la) comen a los padres

Tanto figurativo como literalmente. Tanto profesional como personalmente. Así lo dice Quinn: “Yo era esa que te la chupada hace 15 años”, y ahora es la jefa de producción y hay una becaria que hace lo mismo con Chet, el director. También Rachel quiere “comerse” a su jefa cuando le pide a Chet que quiere producir su propio programa.

Dicen algunos psicólogos: “Fíjate en tu jefe y si no quieres acabar como él, despídete”, y aunque ellas mismas - las protagonistas- se quejen de sus vidas, ambas quieren acabar siendo como sus jefes. Unos superiores que las han creado, criado y manipulado de tal forma, que se han metido en sus vidas con tal de que sigan trabajando para ellos.

9) Las mujeres son unas manipuladoras

Dejadme hacer un alegato (aunque pequeño pero) feminista, porque no he podido evitar que me molestara. Pasa en muchas ficciones que las manipuladoras suelen ser las mujeres, pero en 'UnReal' es exagerado. Quizás porque Lifetime es una cadena para un público feminino y las protagonistas tenían que ser ellas, pero es demasiado evidente.

Tanto Chet, como Adam - el soltero rico- o Jeremy - el novio de Rachel- son inocentes víctimas de todas ellas. Son Rachel y Quinn quienes les manejan a su antojo y por sus propios intereses. Parece que ellos tienen poder de decisión pero finalmente acabamos viendo que todo ha sido una estrategia de una de ellas o de ambas. Incluso Jay, el productor homosexual que apunta a buen manipulador, acaba siendo derrotado por las artes superiores de Goldberg.

¿Tendremos un gen para la manipulación?

10) Las series revelación del año ya no solo nacen en HBO o AMC

Lo demostró el pasado año Showtime con 'The Affair', antes Netflix con 'House of Cards' y 'Orange is The New Black' y este 2015, Lifetime con 'UnReal'. Y es que el trono seriéfilo ya no es un duopolio. Ahora quién menos te esperas, se atreve a romper los moldes con un guión original, unos actores idóneos y una realización de la que nadie te había hablado antes.

Lifetime, la cadena de 'Criadas y malvadas', 'Fabulosas y escándalosas' o 'Pequeñas grandes mujeres', que se dirige a un público femenino, con tintes superficiales y sencillos, ha sido capaz de sacar los colores a la indústria. Sin (para mí) los diálogos pretenciosos de 'True Detective', ni capítulos de relleno, o tramas predecibles como algunas de las ficciones de la cadena. 'UnReal' y Lifetime han dado la campanada, en lo que llevamos de año seriéfilo.

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