Entrevista

Wyoming: “Los audímetros me perjudican”

José Miguel Monzón -más conocido como El Gran Wyoming- presentó anoche, acompañado de sus colaboradoras de “El Intermedio”, la gala de los Premios TP de Oro en laSexta.

Precisamente, el showman madrileño atraviesa por su mejor momento en la cadena, ya que desde hace varias semanas no suele bajar del 7% de cuota (unos dos puntos por encima de la media de laSexta) y hace poco igualó su récord con un 7.3%.

De hecho, a finales del mes pasado, su revista diaria de humor y actualidad se apuntó su emisión más vista hasta la fecha con la nada despreciable cifra de 1.346.000 fieles. Vertele.com ha hablado con él.

LOS TITULARES DE WYOMING

- “Los sistemas de medición de audiencia me perjudican”

- “La Sexta ha tenido mucha paciencia con El Intermedio

- “Todos los programas que he presentado han estado hechos a mi imagen y semejanza”

- “El Intermedio no es un programa fácil de colocar”

- “La televisión está llena de anormales que se pelean en público”

- “La audiencia tiene que decidir cuándo se acaba un programa, no las autoridades”

- “La retirada del antiguo CQC y El Informal fue un duro golpe a la libertad de expresión”

- “Fui a comer a La Moncloa con Aznar porque me mandó la cadena a trabajar”

- “Me sentí engañado por el anterior presidente de mi Gobierno”

- “La azotea de Wyoming era un desastre y la eliminaron con razón”

- “Me gustaría hacer un documental sobre los negocios del señor Lamela”

- “Las cadenas no arriesgan porque quieren el éxito rápido”

¿Cómo están viviendo los buenos resultados de audiencia de El Intermedio

Estamos muy contentos porque nunca sabes reacciona el público. Además, como siempre he dicho, el sistema de medición de audiencias me perjudica…

¿Por qué?

Una vez vi un documental sobre eso y me dejó muy frustrado. Pensé que se hacía de otra manera. Es como la caja negra de los aviones, que nunca se abre hasta que no hay un accidente.

¿Le perjudica sólo a usted, a La Sexta…?

A un tipo de programas en concreto. El audímetro es una cosa que se maneja de forma manual, te hace un regalito… El 50% de la población dice que no quiere tener un audímetro y esto lo convierte en un estudio muy sesgado.

¿Por qué cree que usted sale perjudicado?

El perfil de los que no quieren tener un audímetro corresponde a gente que, por ejemplo, no le gusta que le pidan la documentación por la calle, no le atraen los símbolos… Coincide con la audiencia que vería un tipo de programa como “El Intermedio”.

Pero, sin embargo, el público le ha nominado a los TP…

Ese es el gran mérito. Éste es un programa que si no hubiera sido por la cadena, no existiría. La Sexta ha tenido mucha paciencia. Ya ocurrió con “Caiga quien Caiga” en su día, que fue una apuesta de Carlotti en Telecinco, y que lo aguantó con unas audiencias terribles. “El Intermedio” no es un producto fácil de colocar.

¿Y si La Noria

Evidentemente, tienen más posibilidades los que hacen más audiencia. Luego también hay que tener en cuenta el cariño del público.

¿Confiaba en el programa desde el principio?

Sí, y esa es la razón por la que estoy en El Intermedio. En general, he hecho programas que han durado mucho tiempo, salvo los que me han quitado a palos o La azotea de Wyoming, que era un desastre y lo retiraron con razón. La mayoría han ido creciendo poco a poco hasta consolidarse. Eso sí, todos los programas estaban hechos a mi imagen y semejanza.

¿El Intermedio

No lo sé. Porque hay programas que no me gustan y tienen un seguimiento espectacular. No sé cuál es el punto de vista de la gente.

Hoy va a presentar la gala de los TP de Oro, ¿le gustan las ceremonias de premios?

Estas galas tienen una mecánica que no se puede eludir y que impide que tengan el ritmo de un programa normal. Están los nominados, los premiados, las dedicatorias…

¿Vio la gala de los Goya?

Sí. Disfruté mucho viendo a mis compañeros, porque son gente que me parece bien que salga en este medio. Son personas normales, porque la televisión está llena de anormales que se insultan y pelean en público.

¿Qué le ha parecido la retirada de “Aquí hay tomate”?

No estoy contento con que las autoridades tomen medidas. Quien lo tiene que decidir es la audiencia.

¿Qué autoridades han tomado la decisión, según usted?

Las autoridades competentes de la cadena. Yo soy partidario de que sea la audiencia quien decida eso.

La cancelación del “Tomate” ha podido llamar la atención como en su día ocurrió con “CQC”, ¿Qué opina usted?

A mí también me sorprendió entonces porque estábamos por encima de la media de la cadena. Teníamos un acuerdo tácito por el cual, siempre que superáramos esos datos de Telecinco, renovaríamos automáticamente. Pero, como vino precedido por una campaña periodística que decía que teníamos menos share del real, me dolió especialmente.

¿Por qué se retiró entonces?

Qué casualidad que en ese momento se quitaran todos los programas de debate, “El Informal”, “CQC”… Se suprimieron todos los espacios que eran críticos. Creo que fue un recorte de la libertad de expresión duro.

¿Por parte del Gobierno?

En Antena 3 echaron a mucha gente a la calle sólo por cuestiones ideológicas.

Sin embargo, Aznar les invitó a La Moncloa a comer…

Pero nos engañaron, porque habíamos pactado una entrevista que luego, a la hora de la verdad, no se hizo. Nos hicieron la foto, que para ellos imagino que fue positivo. Puse la condición de que si íbamos a comer, teníamos que hacer una entrevista. Nos dijeron que sí, pero no se hizo.

¿Cómo reaccionó usted entonces?

Sacamos el micrófono e hicimos unas preguntas. Allí estaba Miguel Ángel Rodríguez, que ahora es contertulio e insultador profesional y empezó a hacer gestos y tuvimos que cortar. Me indignó que el presidente de mi Gobierno nos engañara. Le puedo llamar mentiroso porque a mí me engañó.

¿Se sintieron utilizados?

Yo no hubiera ido, no tenía ningún interés en ir ni en hablar con este señor. Fui porque me envió la cadena a trabajar, quiero que quede constancia.

¿Está orgulloso de esa época en el programa?

Estoy orgulloso de lo que he hecho y de los compañeros que tuve, porque no se merecían eso. Yo siempre salgo bien parado de estas situaciones, pero hay un grupo de treinta personas que se tiene que ir llorando.

Pero el programa volvió...

Estuvimos siete años y podíamos haber estado doce. De hecho, pasaron las elecciones y el programa volvió. Si la fórmula estaba agotada, no tenía sentido que regresara “CQC”. Se hizo de nuevo porque había cambiado el resultado electoral, esa es la razón, ni más ni menos.

¿Por qué cree que las cadenas no arriesgan con programas de sátira política, como “El Intermedio”?

Porque buscan el éxito rápido. Si llevas a la Pantoja, tienes un 65% de share, pero nosotros no queremos cambiar nuestros contenidos a cambio de audiencia.

¿Se han propuesto modificarlos en algunas ocasiones?

Es una cosa que se discute mucho en la redacción. Hay una serie de personajes que si los metes te dan un datazo de audiencia, pero no queremos.

Usted hizo un documental sobre el caso del Hospital Severo Ochoa de Leganés, ¿cómo valora lo que ha ocurrido tras la resolución de la Justicia?

Me parece un atentado y un peligro para la democracia que desde las instituciones se persigan a las personas por su ideología. Eso es el fascismo. En democracia, para acusar a alguien de algo hay que demostrarlo. Cuando la Justicia ha dicho que el doctor Montes es inocente, hay que dejar de hablar de ello.

¿Le gustaría hacer algún otro documental?

Si, sobre los negocios del señor Lamela, que entró en la Administración y ha ganado mucho dinero con negocios inmobiliarios, que es legal, pero que a mí no me parece moral. Este señor es consejero de Transportes y se encarga de adjudicar todas las obras de Madrid. ¿Cómo va a defender el precio de los pisos si él mismo se dedica a la especulación inmobiliaria? Cuando las constructoras le hacen las casas, ¿qué precio le ponen, el oficial o el de amiguete?

EL TEST DE VERTELE

Un programa o serie de televisión que le guste:

Buenafuente. No sigo las series por falta de tiempo, pero me gustaría verlas.

Un programa o serie de televisión que no le guste:

No me gustan los programas del corazón y alguno que veo no me gustaría que me gustara.

Algo que no haría jamás en televisión:

Me han ofrecido presentar concursos, pero no me veo porque me gusta personalizar más las cosas.

Un programa de la infancia del que guarde mejores recuerdos:

Historias para no dormir, de Chicho Ibáñez Serrador.

Una manía o superstición que tenga antes de ponerse delante de una cámara:

No, ninguna.

Un famoso/a de televisión al que admire:

Creo que Andreu Buenafuente es el mejor.

Un profesional de la televisión al que admire:

Además de los actuales, guardo buen recuerdo de Edu Arroyo y Montse Fernández Villa, directores de “CQC”.

Etiquetas
stats