Entrevista

“Para ser un buen presentador es fundamental ser uno mismo”

Tras una larga experiencia como asesora de presentadores, directora de castings y programas de televisión, Adriana Kaplan ha creado y dirige en la actualidad el “Curso de Alto Rendimiento para Formar Presentadores” que se imparte en la productora Videocatálogo. A lo largo de 30 horas de formación, que incluyen la producción de un vídeo profesional personalizado, el curso pretende aportar las técnicas necesarias para estar delante de una cámara con naturalidad y confianza a todas aquellas personas que quieran emprender una carrera profesional como presentadores de televisión. Además, Adriana Kaplan imparte clases particulares de asesoramiento individualizado y perfeccionamiento a presentadores de televisión en activo. Vertele.- ¿Cuál es el objetivo del curso? Adriana Kaplan.- Lo que se busca en este método es conseguir la naturalidad, pero no “la naturalidad” sino “su naturalidad”, es decir, esa naturalidad que tiene cada persona, adaptada a su personalidad. V.- ¿Cuál es el secreto de los grandes presentadores? A.K.- Un presentador es como una persona que te recibe en su casa, te puede hacer sentir cómodo o incomodo y querer volver o no a su casa. Ese es el secreto, no hay otro, los grandes hacen ese ejercicio de sentir que llega la gente a su programa y la tienen que entretener y contar la verdad, siendo sincero para hacer que se sientan bien. V.- ¿Qué características son imprescindibles en un buen presentador? A.K.- Los mejores presentadores tienen talento, carisma, naturalidad, complicidad, credibilidad, personalidad, una correcta pronunciación, vocabulario, capacidad de trabajo, humildad, absoluta honestidad, una profunda educación y sinceridad. Cuando hablo de sinceridad me refiero que si a un presentador le ocurre algo mientras está en directo es preferible que se lo cuente al público a que lo esconda, porque hay que partir de la base de que un presentador ha de ser uno mismo, no hacer ningún papel. Ni siquiera encuentro lógico que un actor sea un presentador. Un comunicador es el resumen de uno mismo y cuanto más sea uno mismo con sus virtudes y sus defectos, cuando no tenga nada que ocultar a la audiencia, mejor presentador será. V.- ¿Es necesario ser periodista para ser un buen presentador? A.K.- No. Sí es necesario que tenga una formación, que puede ser una carrera universitaria o simplemente el suficiente bagaje cultural para tener un buen vocabulario y, por supuesto, hablar correctamente y con precisión. Sí es imprescindible ser periodista en el caso de Informativos, pero para presentar un programa lo que hace falta es comunicar y saber llegar a la gente, ser una persona que sabe repartir juego dando a cada uno lo que le corresponde.

V.- ¿Cuáles son las deficiencias más comunes con las que te encuentras en el curso? El desconocimiento de ellos mismos, porque lo básico para ser un buen presentador es ser uno mismo. Es como comprar algo sin saber como funciona y tenerlo apagado. Es fundamental conocerse a fondo, con tus miedos, dificultades de comunicación ante determinadas situaciones, etc, porque la cámara es un chivato espantoso de toda esta serie de cosas. Un presentador sólo comunica cuando se conoce a sí mismo, antes es imposible, y ésa es uno de los objetivos principales del curso, aprender a conocerse para sacarse el máximo partido. V.- ¿Estás de acuerdo con el famoso dicho de que todos los grandes presentadores tienen una pizca de “mala leche”? A.K.- No estoy de acuerdo. A mi me gusta mucho Jesús Vázquez, es uno de los presentadores más completos que hay en España. Y es un ejemplo de buena persona, una cualidad fundamental para ser buen comunicador. Al final siempre triunfa la buena gente. Es el ejemplo de que se puede ser un extraordinario presentador y comunicador y ser una fantástica persona al mismo tiempo. Como un presentador ha de ser uno mismo todo el tiempo, si es buena gente se nota y, si no lo es, también.

V.- ¿Qué debe evitar un buen presentador? A.K.- Hay muchos presentadores que, por la cantidad de tiempo que llevan delante de una cámara, llega un momento en que dejan de asumir el trabajo que están haciendo, no lo viven con la misma intensidad, y eso el espectador lo nota sin dudarlo. Es algo que les perjudica. Estar ahí sin tener la sensación de que eso lo estás haciendo sin que pase por ti, por obligación, sin que lo sientas. El público lo percibe inmediatamente y te abandona. Es una de las profesiones en la que los sentimientos son lo más importante. Por ejemplo, Mª Teresa Campos nunca ha caído en eso, nunca ha perdido un ápice de intensidad en su trabajo. V.- ¿Es recomendable ser un presentador camaleónico? A.K.- No, es muy peligroso que los presentadores cambien de formato porque cada programa exige una determinada actitud, y un conductor de informativos no tiene porque ser un buen presentador de magacín y viceversa. Es algo que está absolutamente demostrado. Es fundamental conocer el medio y la hora en los que estás y saber cuál es tu target de público y dirigirte a él. Por eso Sardá no presenta un matinal ni Mª Teresa Campos un late-night. Hay que saber quedarse en tu nivel de competencia, como Sardá, que lleva 6 temporadas haciendo CM cuando antes había hecho otro tipo de programas. Ha encontrado su formato y sería una locura que cambiara. Lo mismo ocurre con María Teresa Campos, ahora mismo está en el programa de su vida. V.- ¿Qué papel juega el físico? A.K.- Si miramos a los líderes actuales, no se caracterizan por una belleza espectacular. Lo que se busca, en cuanto a estética, es el resultado de una armonía, un equilibrio. V.- ¿Quién es el presentador/a “perfecto”? A.K.- Yo encuentro muy completo a Javier Sardá, a todos los niveles, independientemente de si me gusta o no el programa que está haciendo. Me parece fantástico el tempo televisivo que utiliza. También me gusta mucho Jesús Vázquez, más en el programa de Telemadrid Esta es mi gente que en Popstars. V.- ¿Qué destacarías en los siguientes presentadores? - María Teresa Campos: Ella es imbatible porque es absolutamente auténtica, es tal cual la ves en televisión, con sus alegrías y sus tristezas, con sus buenas actitudes y su mala leche. Todo lo pasa por la cámara.

- Carlos Sobera: genial, el único actor que puede ser un extraordinario presentador, porque es exactamente igual como persona.

- Bertín Osborne: naturalidad.

- Ana Rosa Quintana: gran capacidad de comunicación.

- Emma García: talento, sinceridad, humildad y una extraordinaria capacidad de trabajo. Ha evolucionado en muchas cosas. Ha sabido encontrar su sitio para, a partir de ahí, consolidarse.

- Sardá: talento, complicidad, capacidad de trabajo y una extraordinaria personalidad.

- Mercedes Milá: extraordinaria capacidad de ilusionar a la gente, personalidad desbordante y mucha complicidad. Gran Hermano es el formato de su vida.

- Pepe Navarro: Muy innovador y un extraordinario cazatalentos.

- Ramón García: el genio de los concursos. Es uno de los trabajos de presentador más difícil que hay y él ha tenido la inteligencia de mantenerse en el formato que domina.

- Silvia Jato: un caso parecido al de Emma García. Ha hecho una evolución impresionante y ha conseguido tener esa complicidad con el público a base de una capacidad de trabajo e interés tremendo.

- Pedro Piqueras: fantástico en Informativos, no he tenido oportunidad de verlo en la mañana. Los presentadores de informativos son los que más conciencia deberían tener de lo que está contando y más cercanos deberían ser porque es el formato que más nos involucra y toca a todos. Y este fenómeno se produce totalmente con Olga Viza.

- Máximo Pradera: era estupendo como tándem de Fernando Schwartz en Lo + Plus. Cuando un presentador tiene todas las cualidades mencionadas anteriormente, no importa que esté solo o acompañado, pero cuando no las tiene todas, a veces es bueno que se complementen con las de otros copresentadores, ya que el producto final puede llegar a ser muy bueno.

- Jorge Fernández. Es fantástico, un descubrimiento. Tiene el handicap de lo guapo que es, algo que le pasa a muchas chicas, como Emma García al comienzo. Aunque a partir de determinado momento, se puede dar el salto, llegar a ser natural y convertir esa belleza en complicidad y credibilidad. Entonces el público te cree, se hace tu cómplice y ya no te mira por si eres o no guapo, se olvidan.

Más información sobre el curso El Curso de Alto Rendimiento para Presentadores de TV tiene un precio de 782 euros, está diseñado para un máximo de 6 alumnos e incluye el estudio de las diferentes técnicas televisivas, prácticas diarias individualizadas, grabaciones en interiores y exteriores, la producción de un vídeo profesional para presentar a castings y contactos con productoras y cadenas. Teléfono de contacto para los interesados en el curso y presentadores en activo que necesiten asesoramiento individualizado: 91/522 77 05

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