Especial (tercera entrega)

Los concursos en televisión: España comienza a crear formatos

Vertele sigue con su serie sobre los concursos de televisión. En la primera entrega hablábamos de los pioneros. En la segunda les contamos cómo se incrementaron los premios con “El Reto de los 64.000 dólares” y sus consecuencias, y ahora les recordamos algunos de los formatos más impactantes de los años 70, entre ellos el “Un, dos, tres” y “Mastermind”. “La venta del siglo”, desde Noruega En los años setenta todos los británicos se quedaban clavados en sus asientos viendo al carismático presentador Nicholas Parsons presentando un concurso que empezaba siempre: “Desde Noruega, el concurso de la semana: la Venta del Siglo”. Producido por Anglia Television, era uno de los concursos más populares. Se emitió desde 1971 hasta 1984. En 1989 fue resucitado en una televisión por satélite con Peter Marshall como presentador. El juego tenía tres concursantes que contestaban preguntas cada vez más difíciles. Con el importe de los premios podían comprar cosas a precio reducido. En los años setenta los concursos van cambiando y va adquiriendo importancia progresiva la personalidad del presentador y al mismo tiempo de los concursantes, que llegaban a ser más importantes que el propio formato del concurso. Por ejemplo, en 1971 Bill Cotton - el responsable de los programas de entretenimiento de la BBC - estrenó Gran Bretaña una idea holandesa, “Een Van De Aacht”. En Inglaterra se convirtió en “El Juego de las Generaciones”. Presentado por Bruce Forsyth, el concurso fue un éxito instantáneo e introdujo nuevas expresiones en inglés, que se hicieron automáticamente populares entre la población, como “Give us a twirl”, “Didn't he do well”. Aún hoy nadie olvida la expresión “cuddly toy”. Este impacto nos recuerda al concurso “The weakest link”, estrenado en España, en TVE-1, hace pocos años, que provocó la popularización en los países anglosajones de la frase: “Eres el eslabón más débil”. Dentro de poco no nos extrañará oír, en corrillos de gente anónima, la frase: “Eres bueno, muy bueno”, que utiliza habitualmente Carlos Sobera en “¿Quién quiere ser millonario?” como latiguillo. Forsyth cuenta que aprendió a hacer participar a los espectadores durante unas vacaciones que pasó en el pueblo de Babbacombe, Inglaterra, en los años cincuenta. Según las normas televisivas vigentes en aquel momento, los domingos no podían utilizarse elementos de atrezzo ni escenografía, por lo cual Bruce empezó a utilizar a la gente. Forsyth fue sustituido por otro popular presentador, Larry Grayson, que lo presentó a partir de 1977 y siguió introduciendo nuevas expresiones en el lenguaje cotidiano, como “Let's see the scores on the doors” y “Look at the muck in here”. Si alguien recuerda a Larry presentando el concurso también debe recordar que siempre tenía invitados detrás de las puertas y siempre decía: “¿Quién será la estrella que está detrás de la puerta?”, cuando iba a abrirla. Larry cuenta que durante los cuatro años que presentó el concurso siempre tuvieron problemas con las puertas. Siempre quedaban encalladas y a menudo algunos presentadores tenían que deslizarse por una la mínima abertura para poder presentar. En 1990 el concurso volvió a antena con el primer presentador que había tenido, Bruce Forsyth, que hacía las peores trastadas a los concursantes para ganar premios mínimos, como una tostadora, por ejemplo. Larry Grayson reapareció en las pantallas británicas en 1987 con un concurso de Anglia Television llamada “Sweethearts”. Pero no siempre, en televisión, las cosas pasan tal como están planeadas. Este concurso fracasó y la historia señala que “...Sweethearts, que era concurso sobre quien dice la verdad sobre su historia de amor, debía ser la vuelta gloriosa de Larry Grayson, pero más bien fue su ataúd.” “No, no fue un éxito”, dice Larry. “Nos hicieron competir con ”EastEnders“ y no conseguimos tener la audiencia mínima para mantenernos o triunfar”. Hitler inspira un concurso de 20 millones de espectadores En 1972 nació en Gran Bretaña un concurso inspirado nada menos que en Hitler. Se colocó en un horario de máxima audiencia porque en el último minuto una obra de teatro sobre Casanova, considerada demasiado atrevida, se pasó a otra hora y se necesitaba algo para llenar el espacio. El concurso era muy difícil, pero muy pronto consiguió una audiencia de 20 millones de espectadores. A diferencia de otros programas de preguntas, el único premio era una copa de cristal. “Mastermind” es uno de los grandes éxitos de toda la historia de la televisión británica. El gran experto en concursos Magnus Magnusson, de Islandia, fue el responsable de las preguntas desde el primer programa. Algunos de los temas especializados elegidos por los concursantes han sido bastante raros (como el ciclo vital de la abeja), pero algunos eran tan especializados que no pudieron utilizarse, como cervezas del mundo, rutas hacia ninguna parte en la isla británica desde Letchworth, y gatos siameses desde 1875. ¿Por qué decimos que fue inspirado por Hitler? Bill Wright, el productor de la BBC a quien se le ocurrió la idea, estuvo en las fuerzas aéreas durante la segunda guerra mundial y fue abatido en Holanda. Hecho prisionero de guerra, los alemanes le interrogaron muy a menudo. La única información que le era permitido dar durante los interrogatorios era su nombre, su rango y su número, pero de su experiencia en una habitación oscura con una luz encendida y siendo interrogado continuamente sacó la idea del programa (¡unos años más tarde!) “Mastermind”. En lugar de nombre, rango y número, ahora es nombre, trabajo y tema. Jennifer Keaveney consiguió el récord, 40 puntos, contestando preguntas sobre la vida y la obra de E. Nesbit en una semifinal de 1960. Consiguió otros cuarenta puntos cuando ganó la final contestando preguntas sobre la vida y la obra de Elizabeth Gaskell. Este récord fue casi igualado en 1989 cuando Mary-Elizabeth Raw consiguió 40 puntos sobre la vida y el reinado de Carlos I. Mary ganó también la final. Nace el “Un, dos, tres” en España El 24 de abril de 1972 es una fecha histórica para la televisión en España y para la historia de los concursos. Ese día se puso en marcha un programa destinado a ser uno de los más vistos de la historia del medio. Aquella primera etapa de “Un, dos, tres...” se prolongó hasta el 30 de abril de 1973 con 54 emisiones. Presentada por el peruano Kiko Ledgard -el hombre de los relojes-, las parejas concursantes eran cuatro. «Por 25 pesetas, nombres de ríos españoles... Un, dos, tres... responda otra vez», era la muletilla que Kiko planteaba a los concursantes. «En la parte negativa» del concurso estaba don Cicuta (Valentín Tornos).

Entre las secretarias de los primeros programas había futuras actrices como Yolanda Ríos, Blanca Estrada, Agatha Lys, Victoria Abril, Silvia Marsó, Lydia Bosch y Miriam Díaz-Aroca, quien también hizo posteriormente de copresentadora. También pasaron por “Un, dos, tres...” María Casal, Alejandra Grepi, Kim Manning, Paula Vázquez, Beatriz Escudero... El concurso rompió moldes porque era la primera vez que salían modelos con minifaldas y los premios eran astronómicos. Tras las preguntas rápidas, se pasaba al desarrollo del programa con actuaciones de humoristas y artistas del espectáculo. La pareja finalista iba desechando premios, en virtud de unas tarjetas que daban pistas sobre los mismos, y obtenían el elegido en último lugar. Un concurso de gran popularidad, por el que pasaron cómicos como Raúl Sender, Fedra Llorente (“La bombi”), Antonio Ozores, Ángel Garó o Bigote Arrocet, entre otros muchos. El histórico concurso atravesó nueve etapas, capitaneadas por cinco presentadores: Kiko Legard, Mayra Gómez Kemp, Jordi Estadella con Miriam Díaz-Aroca y Josep María Bachs. La última etapa, la décima, fue presentada por el aragonés Luís Roderas. En su última temporada, la décima, saldada con un relativo fracaso, Chicho Ibáñez Serrador, creador del formato, regresó con la voluntad de incentivar la lectura. Fueron recordados libros como “Las mil y una noches”, “Drácula” y “La Isla del Tesoro” entre otros. El programa recuperó a Ruperta como mascota. Después de un estreno espectacular, con siete millones de espectadores de media, y once millones en su minuto más visto, la audiencia fue abandonando el concurso hasta dejarlo en una tercera parte de su cuota de pantalla inicial.

El “Un, dos, tres” llega a Inglaterra y consigue 16 millones de espectadores La BBC consiguió un gran éxito con “The Generation Game” a finales de los setenta y su competidora, la ITV, buscaba desesperadamente algo para competir con este concurso. Yorkshire Television encontró el concurso en España. Se llamaba “Un, dos, tres”; lo único que cambió ITV fue el título, que se convirtió en “Tres, dos, uno” y obtuvo un éxito inmediato. El programa se grababa en Leeds y lo presentaba el humorista Ted Rogers, que daba pistas maliciosas a los concursantes para ayudarles a descubrir los misterios después de ver grabaciones graciosas y oír chistes. A muchos el concurso les parecía un misterio y nunca llegaron a entenderlo del todo. Eric Davidson, que trabajó en él durante años como guionista, declaró que no le sorprendía, ya que los concursantes tampoco llegaban a entenderlo. Contaba que tardaban tres horas en grabar el programa y que los concursantes iban arriba y abajo y se ponían cada vez más nerviosos.

A veces olvidaban las pistas porque tardaban demasiado tiempo en ir desde una sección del programa a otra. “Algunos tenían ataques de nervios”, cuenta Eric. A muchos les sorprendía enormemente el hecho de que la estrella del programa no fuera Ted sino una papelera motorizada. De todas maneras, estos son una minoría, ya que el programa estuvo liderando la audiencia durante diez años, y tenía una audiencia media de 16 millones de telespectadores. Entregas anteriores: -Los concursos en televisión: “El escándalo del Twenty One” (II)

-Los concursos en televisión: los pioneros (I)

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