Todo sobre la TDT (II)

Los efectos de la TDT en el sector audiovisual

¿Qué es una ICT? ICT o Infraestructura Común de Telecomunicaciones es la instalación que, ubicada en el interior de los edificios, permite el acceso efectivo, libre y de calidad a los diversos servicios de telecomunicaciones (televisión, telefonía...). ¿Y un multiplex? Un multiplex es un canal de frecuencia radioeléctrica que permite agrupar entre 4 y 6 programas digitales de televisión, así como otros servicios digitales por medio de técnicas de digitalización y compresión de datos. Las diferentes cadenas necesitan ser adjudicatarias de un multiplex (entero o compartido) para poder emitir en digital. ¿Qué es el gestor de multiplex? Esta es una nueva figura propia de la TDT: es el encargado de empaquetar en un solo canal de radiofrecuencia los programas de televisión digital, el canal de datos y el conducto o acción descendente de la interactividad. Puede ser el propio concesionario de canales de TDT (si dispone de todo un múltiplex), o puede que sea un agente independiente de los programas que multiplexa (este último caso parece ser el único posible para la confección de múltiplex de programación local). En principio, deberá ser financiado por los concesionarios de TDT. ¿Qué es la norma DVB-T? Son las especificaciones técnicas aprobadas por el estándar europeo Digital Video Broadcasting para la emisión de televisión digital terrestre. Dichas especificaciones fueron realizadas en el ETSI (European Telecommunications Standards Institute), y están recogidas en el documento ETS 300 744 de Marzo del año 1997. Dicho estándar ha sido adoptado por los países europeos, así como por países externos al viejo continente, como son Australia, Brasil o India. ¿Por qué está tardando tanto en llegar a España? Mucho más desarrollada en otros países europeos –sobre todo en Reino Unido y Alemania-, en España la TDT ha arrancado de forma titubeante tras el fracaso de Quiero TV o la puesta en marcha de Veo TV y Net TV, dos operadores cuya emisión es prácticamente invisible al no existir hogares con televisores que puedan recibir su señal. Lo mismo le ocurre a la programación digital de las cadenas generalistas. Todos los agentes implicados se encuentran inmersos en un círculo vicioso del que es complicado salir y dar el salto. Los operadores siempre han visto la digitalización como una molestia, que les hace incurrir en mayores costos sin que esté claro qué rendimientos puede producirles. Pero mientras no haya contenidos atractivos, los espectadores tampoco se animarán a comprar un descodificador o llamar a un antenista para comenzar a verla. ¿Tiene algo que ver la TDT con la TV de alta definición? Nada. La TDT tiene mejor calidad de imagen que la tradicional, pero no la suficiente resolución para considerarla HDTV. No hay que mezclar el concepto de la televisión digital con el de la televisión de alta definición, que ya se está implantando en algunos puntos de Asia y en EEUU y se espera sea un fenómeno en Europa a partir de 2006. En nuestro continente, los planes actuales para la implantación de la Televisión de Alta Definición van orientados a una oferta de pago de alta calidad. No estará disponible de momento en España, salvo que se acceda a ella a través de satélite. La TDT es otra cosa, porque está pensada para ofrecerse en abierto, aunque en un escenario de dos a tres años convivirán estas dos tecnologías. ¿Qué consecuencias va a tener la TDT en el sector audiovisual? -Más producción de contenidos. La ampliación del número de programas (canales en TV analógica) aumentará la necesidad de producción de contenidos, tanto los clásicos de la TV analógica (películas, noticias, deportes…) como los nuevos interactivos (contenidos y publicidad interactivos, juegos, datos…). - Público más fragmentado. Con el aumento de la oferta se va a fragmentar más el público televidente, lo que podría producir una disminución de los ingresos de las cadenas, al tener que repartir entre más los ingresos por publicidad, a no ser que se consiga aumentar la demanda de publicidad. - Más sistemas de televisión. Con la TDT, aparte de mantener las dos categorías de TV en abierto y TV de pago, podemos imaginar también sistemas mixtos, como canales en abierto en los que determinados programas recurran al pago por visión, o fórmulas en las que se precise mantener el canal abierto durante la publicidad para poder ver los contenidos que sucedan a continuación. - La publicidad interactiva cambiará el sistema de ingresos. La interactividad de la TDT por sí misma irá cambiando la forma de medir la audiencia, lo que afectará a los ingresos por publicidad. Por lo que respecta a los canales de pago, nuevas formas de codificación (por ejemplo, media pantalla), combinadas con publicidad específica (personalizada, temporizada…) facilitarán diversas combinaciones de pago-servidumbre para acceder a los contenidos. - Más costes para las cadenas. Estas empresas no sólo deberán afrontar los costes ligados a la compra de contenidos, confección de las programaciones, transporte de las señales y tasas por ocupación del espectro radioeléctrico, sino que habrá que añadir además los costes de configuración y gestión de canal múltiplex, y puede que la gestión de interactividad. - Acceso a la Sociedad de la Información para todos. La prestación de servicios interactivos a través del televisor puede resultar clave para que millones de personas que carecen de ordenadores personales puedan acceder a estos servicios interactivos, de importancia capital en la nueva Sociedad de la Información. Con la TDT, el telespectador podrá convertir este televisor en un terminal multimedia y recibir servicios como guías electrónicas de programación, vídeo bajo demanda, teletexto avanzado, información personalizada, correo electrónico, banco en casa, tienda en casa, etc. -Revolución en la audiometría. La puesta en marcha de la TDT traerá además consigo una revolución en la audimetría tal y como hoy la conocemos, que será perfeccionada por todas las posibilidades que ofrece la interactividad. La operación de medida debe poder tener acceso, a través de los descodificadores o de los aparatos digitales de televisión, a la información del contenido de las emisiones visionadas en cada dispositivo a lo largo del tiempo. Este contenido no se limitará exclusivamente al canal sino que proporcionará al máximo detalle sobre el mismo (programa, spot, capacidades interactivas, etc.). A estos efectos, una adecuada normativa para la estandarización obligatoria de dichos contenidos resulta esencial. * Si tiene alguna duda, formúlela en el cuestionario de opiniones y Vertele tratará de resolverla. Primera entrega de “Todo sobre la TDT: esa gran desconocida”

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