Vertele, en su concierto

Una sitcom para Hugh Laurie... and 'Let the good times roll'

Una sitcom para Hugh Laurie... and 'Let the good times roll'

Hay que tener mucha personalidad, o mucha mala educación (me inclino por lo primero) para ser una cantante británica, dar uno de tus escasos conciertos en España y no ser capaz de decir ni una sola palabra en castellano a tus fans en dos horas de actuación. Ni un “Hola, o Grasias, Madrid” escrito en una chuleta, en caso de que exista un solo extranjero en el mundo que no sepa cómo se dice ‘Hello’ en Spanish. Hablo de Katie Melua, la exquisita cantante de origen georgiano, salida de un concurso de televisión, que estuvo en nuestro país el pasado 24 de julio.

Tres días después, Hugh Laurie pisó el mismo escenario, el circo Price de Madrid, para dar su penúltimo concierto en España, al que una servidora de Vertele también tuvo el placer de asistir. El protagonista de House tiene tanta o más personalidad que Katie para dirigirse a sus fans en inglés, español, swahili o chino mandarín. Pero lo que el actor de origen británico tiene por encima de todo, y así lo demostró el viernes, es un extraordinario sentido del entretenimiento que solo alguien que ha interpretado a un médico estadounidense y cautivado durante ocho años a medio mundo puede tener arraigado ya de forma natural. Siempre me ha llamado la atención que “entretener” a alguien en español signifique “hacerle compañía”, mientras que en inglés (‘Let me entertain you’) sea mucho más: divertir. Los americanos no intentan aparentar ni deslumbrar, simplemente... ¡¡entretener!!

Hugh Laurie no estaba ahí para presentar el disco (“Who cares’ I am fucking rich!”, diría uno de los actores mejor pagados del mundo), sino para divertir al personal. El protagonista de House tiene bien aprendida la acepción americana y arrancó su show con un “¡¡Hola Madrid, ¿cómo estáis? Gracias por venir!!”, con el que se metió al público en el bolsillo de inmediato (por si no lo estuviera ya).

No le hizo falta más. El resto del concierto, en el que presentaba su primer disco de clásicos del blues, “Let them talk”, habló en inglés, no sin antes pedir a los asistentes bilingües que tradujeran sus frases a sus acompañantes. “Por favor, inventaos lo que digo para que suene más divertido”, dijo en un inglés de Los Ángeles más que de su natal Oxford. Hugh Laurie “dejó hablar” a su público y éste le hizo caso. Ya sea porque el nivel de inglés de los españoles no es tan bajo como dicen, o porque los que entendían hicieron bien el trabajo de traducción, lo cierto es que el público no paró de reír sus gracias y seguirle el juego. Todo estaba medido. Las bromas justas (“Hey, los pobres del lateral solo me estáis viendo el cartón”, se reía de su visible ‘coronilla’) entre tema y tema, animado por unos chupitos de zumo de manzana que luego confesó era “Whiskito, porque los músicos tenemos que hidratarnos”.

Apenas hizo referencias a House, Allí no estaba el médico malhumorado sino un auténtico showman con un natural sentido del humor (Ahora se entiende que estuviera dispuesto a hacer un cameo en la película “Torrente IV” de su amigo Santiago Segura). “You are brilliant”, “I love you”, le gritaban los fans. Los que conocen su trayectoria, y su faceta cómica con su dúo con Stephen Fry, se sorprenden de que el resto nos sorprendiéramos de su sentido del espectáculo. “Hombre, es que era el humorista de siempre, lo deHouse es más anecdótico….”, dice una experta compañera de Vertele.

Hugh Laurie ha resurgido de las cenizas de House Y yo le pido que cuando se canse del blues, o mientras se cansa de él, haga una ‘sitcom’, a lo ‘Curb your enthusiasm’, o un docureality a lo ‘Alaska y Mario’, mostrando los entresijos de sus giras con la Copper Bottom Band. Me quedé con ganas de saber qué le decía en el camerino Vincent Henry, a la armónica, por el que Hugh Laurie mostró auténtica devoción durante todo el concierto, o la entusiasta corista de color Jean McClain que no paraba de contagiar el “clapping” (palmadas) al público.

¿El disco? No está nada mal, incluso aunque no te guste el blues. Hugh Laurie no solo canta, toca el piano y la guitarra. También baila de vez en cuando, dolorosamente (‘painfully’) pero baila (¿reminiscencias de su cojera en House?).

Lo próximo: ¡una comedia para Hugh Laurie en televisión, por favor!. Y como dice uno de los 20 temas con los que homenajeó al blues en su disco, “Let the good times roll”. Buen título para la serie, ¿no?

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