Gran Hermano

Todos unidos contra el parchís

Aunque algunos de los exámenes de recuperación no fueron aprobados, Gran Hermano les dio la prueba como válida “por el esfuerzo realizado”. ¿Quizá fue el de Emilio por ejemplo agitando el cubilete y buscando frenéticamente una pareja para el parchís? “Vamos a ayudar a Emilio con las divisiones” dijo Mari. Así que los chicos se graduaron en la escuela del Gran Hermano por todo lo alto, con toga y todo. Pero no les dieron el 20 por ciento. Que la organización esté tranquila. El resto de los mortales no detecta tongo por ningún lado. La inyección de cultura en estos chicos no parece haber hecho ningún tipo de mella. Alguien puede presuponer que a lo mejor dejaban de lado los vicios banales. Pero ya se ve que no, que ellos siguen en sus trece y reducen comida para aprovisionarse de vicio. Una vez superado el trance de verlos hincando los codos todos los días, los espectadores y cronistas diarios de Gran Hermano todavía tenían alguna leve esperanza en la organización del programa. Sobre todo porque planeaba la posibilidad de que la organización les llamara la atención sobre el tema del parchís. Pero que nadie se haga ilusiones. No hay luz al final del túnel porque la siguiente prueba es tediosa, una copia de otras vistas anteriormente por partes iguales y sobre todo no va a evitar que los habitantes del Gran Hermano no se despeguen del tablero. Bailar, bailarrrrrrrrrrr Todas las mañanas tendrán que salir al jardín y cantar cada uno 10 temas diferentes. Si la música comienza a sonar y no hay ningún concursante en la pista la prueba será invalidada. Por la tarde, la organización hará sonar una canción a la que le faltará algo. Contarán con dos días para escribir la letra ya que al tercero han de tenerla terminada y saberla de memoria. Cada concursante tendrá que interpretar la parte que ha confeccionado y después todos juntos inventarán una coreografía para esa canción. Fantástico. A modo de ánimo, la organización les ha dicho que su coreografía se convertirá en el baile del verano. No se lo creen ni ellos. Debería haber dos frentes unidos. Uno contra el parchís. Que entre un comando nocturno y les destrocen el tablero en pleno salón. Así, a modo de aviso como hacía la mafia. Y otro frente popular habrá que hacerlo contra el supuesto baile que salga de las cabezas de estos chicos. Siempre queda confiar en las pocas ganas que estos concursantes le echan a las pruebas. Y mientras el resto de los mortales a sufrir con King Africa y su fantástica pronunciación de la “r”. La lista de canciones es muy variada. Desde la Pantoja hasta Mónica Naranjo. Y como esto del baile y del cante parece motivarles se han jugado el 50 por ciento de su presupuesto. Pero que nadie espere que vayan a abandonar su actitud de ameba. El recorrido de estos días será de la cama al sofá, una partidita, un baile, una partidita, parchís, sofá, parchís y un baile. ¿No es maravilloso y divertido?

Más vídeos y noticias en el especial Gran Hermano elaborado por Latino televisión

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