Surrealista lo que se vivió este martes 7 de febrero en la primera serata de Sanremo 2023, el prestigioso festival musical de la RAI. Blanco, ganador de la edición de 2022 y último representante de Italia en Eurovisión junto a Mahmood, volvió a pisar el Teatro Ariston como invitado para presentar su nuevo single, y terminó destrozando el escenario cabreado por un fallo técnico.
El artista, que instantes antes había revivido Brividi a dúo con su compañero, salió de nuevo a escena para interpretar L'isola delle rose, un nuevo sencillo en solitario. La actuación estuvo marcada por constantes fallos de sonido y tras quejarse insistentemente de que no se escuchaba por los in-ears, el cantante se guardó el micrófono en el bolsillo y la tomó con la escenografía a patadas mientras sus músicos seguían tocando.
Durante más de media actuación, Blanco se dedicó a destrozar el set de flores que habían preparado sobre el escenario para su número musical, de manera similar a su videoclip, e incluso cayó al suelo. El público, como podía esperarse en un certamen tan respetado como Sanremo, reaccionó con abucheos mientras Amadeus, el maestro de ceremonias, no daba crédito.
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