'Mar de Plástico' regresa en un 'Campoamargo' de aciertos y errores
'Mar de Plástico' regresa con su segunda temporada el próximo lunes 12 de septiembre a Antena 3. Y este miércoles la serie se ha vestido de gala para estrenar el primer capítulo en el FesTVal de Vitoria, al que ha asistido Vertele.
Los “otros” mundos de Campoamargo, el gran acierto
La ficción protagonizada por Rodolfo Sancho, Miquel Fenrández, Nya de la Rubia y Luis Fernández vuelve con su mismo espíritu de thriller dramático y la misma factura que la hace reconocible e inconfundible.
El punto de partida se inicia justo con el final de la anterior temporada, por lo que el lugar, la temperatura de color y el ambiente que la envolvió siguen siendo uno de los “personajes” principales de la ficción.
Y hablando de personajes, una de las novedades más notorias y acertadas de este arranque es el peso que le dan al resto de tramas secundarias. Si anteriormente la historia giraba entorno al protagonista, ahora se vislumbran otros mundos que enganchan mucho más al espectador y (nos) dan un respiro de la 'contención' hierática de Sancho.
La familia gitana de Lola, los líos de Pilar y Juan, la nueva vida de Fernando en la cárcel o la mafia rusa encabezada por Vlad tienen una presentación intrigante que promete desatarse de forma adictiva.
Personajes estereotipados, el gran error
Pero de igual manera que se agradece la fuerza con la que han entrado los nuevos 'mundos' de Campoamargo, estos se definen de una forma tan estereotipada que en ocasiones te sacan de la historia.
La fiesta gitana un día cualquiera por la tarde, la celebración rusa con mujeres y drogas o hasta las reacciones de los compañeros de Kaled se hacen predecibles por lo estándar de lo que muestran.
Aún así, son licencias que se puede tomar un thriller que tiene como objetivo resolver un crimen. Como la de que los rusos hablen en español entre ellos o que una mujer y un caballo se escondan de un asesino en mitad del 'desierto' y no sean vistos. Detalles que pasamos por alto pero que en ocasiones hacía reír en mitad de un drama en el que no se busca la carcajada.
'Mar de plástico' regresa con una fórmula que ha gustado y que ha creado un estilo de thriller propio pero que, en ocasiones, queda cojo por la ligereza de las interpretaciones y maniqueísmo de sus realidades.
