Especial Vertele: Crónica y foto de un día histórico

Así reaccionaron los actores de 'Aída' cuando leyeron el guión del final: Vertele vivió la 'magia' con ellos

Así reaccionaron los actores de 'Aída' cuando leyeron el guión del final: Vertele vivió la 'magia' con ellos

13 de febrero de 2014. Una fecha que los actores de 'Aída' no olvidarán. Fue para todos ellos, el de la lectura conjunta, por primera vez, del guión del último episodio de la serie, que Telecinco emite esta noche.

Y Vertele estuvo allí, en lo que sabíamos sería un momento histórico. Accedemos, redactora y cámara, alplató de Globomedia. Era la primera vez que asistíamos a la lectura del guión final de una serie, lo que en el sector se conoce como la “mesa italiana”. Pero no era una 'mesa italiana' cualquiera. Era la del final de 'Aída'. La comedia española más longeva de la televisión.

Nos adentramos en el decorado que durante más de 8 años ha acompañado a los personajes de la serie y, en realidad, a nosotros también. ¿Quién no sabría describir el Bar Reinols, la casa del Luisma o la Colonial de Chema?

Personajes aún vivos que ya son míticos: Luisma y Paz, eternamente enamorados

Allí mismo, en mitad del plató estaba toda la plantilla de 'Aída'. Sentados. Con sus guiones enfrente. Equipo artístico y técnico preparado. Todos a punto para leer lo que iban a ser las últimas situaciones de unos personajes que aún “vivos” ya son míticos.

Antes de empezar, Julián Sastre, guionista y productor ejecutivo de la ficción, pronunció unas palabras de agradecimiento a sus compañeros por haber hecho realidad sus sueños de cada domingo. Todos escuchaban atentos al “capitán del barco”, mientras Melani Olivares se secaba las lágrimas con un pañuelo y Paco León la observaba con ojos vidriosos. Una pareja, el Luisma y Paz, que en esa mesa italiana trascendía la ficción: en el cruce de sus miradas, durante toda la lectura, hubo una protección de él hacia ella y una ternura de ella hacia él que solo se produce en las parejas que están obligadas a romper su relación, aún estando enamoradas.

* Foto de la lectura de guión del último capítulo

Acaba de hablar Sastre, también emocionado.Aplausos.

Empiezan a leer.

De las lágrimas a las sonrisas en cuestión de segundos: eso es 'Aída'

Como si de una situación de la misma serie se tratase, pasaron del llanto a las risas en cuestión de segundos. Nuevos gags, nuevas situaciones y todos reían y aplaudían. Y mi sensación era la de que aún los guionistas tenían mucho que decir. Seguían leyendo, y si me despistaba observando los entresijos de la puesta en escena, me devolvían a la realidad las carcajadas del equipo técnico, que tampoco perdía ojo al guión.

Leían y ensayaban por primera vez las escenas de lo que será uno de los capítulos más redondos y trabajados de la serie, y que hoy verá la luz. Seguro.

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La magia que los espectadores nunca presenciamos en televisión

Escuchar la voz de Miren Ibarguren en directo es una gozada. Le da vida a Soraya de una forma muy particular. Algo muy especial tenía también el tándem Luisma y Barajas. Saltan chispas entre ellos, conocen la fórmula para hacer reír y lo saben. La televisión a veces no logra transmitir esa complicidad que existe o no existe entre algunos actores. Paco León y Canco Rodríguez la tienen.

También comprobé la profesionalidad de Pepe Viyuela que interpreta hasta la última letra del guión, hasta los silencios. Dejando claro que cuando sueña, sigue interpretando.Mariano Peña y su Óscar Reyes (Machu Pichu) también se miran y se leen. Pareciera que sin guión podrían hacer los mismos gags de la serie.

La doble realidad del actor triste y el personaje feliz

Era una sensación muy extraña, la de estar ahí, viví una doble realidad. Estaba viendo a Paco León llorando porque leía por primera vez lo que los guionistas habían ideado para el final de su serie, y al Luisma sonriendo a la vez. Veía a la Macu ingeniosa y ordinaria que conocemos todos y a Pepa Rus conteniendo los sollozos. Una doble realidad que también sentía al ver al equipo técnico. Las personas a las que jamás ve el público, pero que ese día estaban más presentes que nunca.

Esuchar “exterior, día, banco de la plaza” me despertaba del “inocente sueño del espectador” para mostrarme que siempre ha habido alguien que ha imaginado todo aquello. Alguien que ha “parido” esas historias que están a punto de apagarse. Y me entró la melancolía.

Entendí las pocas ganas que tenía Melani de venir maquillada y las gafas oscuras de Marisol Ayuso. Entendí, otra vez esos sentimientos encontrados que transmitía esa lectura. Ese “voy a hacer historia” del personaje y el “te voy a echar tantísimo de menos” del actor.

Finaliza la lectura. Aplausos. Llantos. Abrazos. Besos. Y una huída rápida de todos los actores hacia a la realidad que no entendí hasta días después.

“Aída no ha acabado, ¿por qué se empeñan todos en decir eso” Pepe Viyuela

¿Por qué se fueron tan rápido y no se quedaron saboreando ese último momento? Porque como diría más tarde Pepe Viyuela: “'Aída' no ha acabado, no sé por qué se empeñan en decir eso”. Y es que existimos porque alguien piensa en nosotros, y no al revés. Y esos personajes, decorados, guiones... que dejaban inanimados tras ellos, en la mesa italiana, solo seguirían vivos si corrían a guardarlos en su memoria.

No os desvelo más. Solo quería transmitiros cómo viví la magia de la lectura del guión final de 'Aída'. Porque la hubo. Una serie que quedará en nuestra retina y de la que ahora nos pasan el relevo, a los espectadores, para que sigamos reviviendo Esperanza Sur en nuestra imaginación.

¿Por qué si miráramos por una rendija, dentro de unos años, ... qué estaría haciendo el Luisma, Paz, Soraya, Mauricio, Chema...? ¿Os lo imagináis?

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