'Anatomía de Grey' 11x14 Review: el gran momento ha llegado

* Por Ángela Pérez(@angelaperezosa)

(¡Cuidado SPOILERS!)

Después de de varias semanas preparándonos, ha llegado por fin el capítulo donde una de las tramas principales de esta undécima temporada se resuelve. ‘The Distance’, así se ha titulado el episodio de esta semana y en el que se revela el destino final de la Doctora Herman.

Doble operación, doble emoción

Además de la gran operación de la Doctora Herman, su pupila, la doctora Robbins, tendrá que encargarse en solitario de una de las pacientes de Bailey, cuyo bebé nonato tiene un gran tumor en la espalda. A pesar de las dudas de esta última, Arizona reúne el valor para realizar la operación teniendo en cuenta en todo momento los conocimientos que le enseñó su mentora.

Pero no solo tendrá que tener en mente sus enseñanzas teóricas sino su actitud ante las cosas, ya que cuando la cosa se pone fea Bailey intenta desacreditarla y sacar al bebé. Finalmente consigue imponerse y salvar a madre e hijo.

Mientras tanto, todo está listo para extirparle el tumor de la Doctora Herman y la expectación es máxima. Todos los cirujanos observan desde la galería, incluida April, que vuelve al hospital para apoyar a la cirujana fetal y así agradecerle su ayuda durante su embarazo.

En los momentos previos, Amelia intenta relajarse y una de sus tácticas es poner pose de superhéroe. Sí, tal cual, un poco absurdo pero bastante gracioso. Y parece que le ayuda porque todo va bien durante las primeras horas.

La otra Shepherd

Sin embargo, la cosa se complica y se queda en blanco, por lo que sus inseguridades vuelven y decide que lo mejor es llamar a su hermano mayor para que vuelva a Seattle y haga la operación por ella. Webber, que tiene experiencia en eso de ser el apoyo y el consejero de todos, la tranquiliza y le da fuerzas para continuar sola.

Encuentra una vía por la que seguir y pasan más de diez horas en las que todo parece ir bien. Quizás es esa tranquilidad la que hace que Edwards se quede dormida de pie. Pero, lejos de ser un drama, es un toque cómico que nos da un soplo de aire fresco que nos ayuda a liberar tensión.

Meredith es la sustituta de la residente (aunque la excusa que ponen para ello no es muy convincente) y acompaña a su cuñada en otro de los momentos tensos de la intervención, la introducción de elementos radiactivos en el cerebro. Como no puede hacerlo bien con los guantes que aíslan la radiación, Amy se los quita y los introduce exponiéndose a sí misma.

Cuando están a punto de terminar, Edward se despierta y acude corriendo al quirófano. La doctora Shepherd, agradeciéndole su apoyo, la deja que finalice la cirugía sola. Todo ha ido bien o al menos eso parece inicialmente.

Casi una semana después de la intervención, la doctora Herman no despierta y Arizona teme por su vida. Pero Callie la apoya y eso parece reconfortarla.

Edward y Sheperd, por su parte, buscan posibles motivos para que Herman no despierte. Justo en ese momento se produce el milagro y, junto con Arizona, van a verla. Aunque finge estar totalmente bien, Amy y Arizona se dan cuenta de que se ha quedado ciega.

Aunque yo pensaba que esto sería para ella lo peor que le podría pasar, se lo toma con bastante deportividad y agradece el seguir viva. Amy, por su parte, no lo ve como una derrota, sino como un gran avance en una batalla en la que está dispuesta a seguir luchando.

En general ha sido un capítulo bastante correcto, alejado del melodrama absoluto y eso se agradece. Si bien su antecesor destacó por la actuación de Geena Davis, este lo ha hecho por la de Caterina Scorsone, que interpreta a Amelia Sheperd. Y además, ha vuelto a dejar en evidencia algo que parece no preocuparle a nadie, ¡¿dónde está Derek!?

Resuelta esta trama y tan cerca del final, tendrán que empezar a surgir nuevas tramas. ¿Qué problemas creéis que surgirán ahora?