'Grey's Anatomy' 12x21-22 Review: La Civil War del Grey-Sloan Memorial

Por Juan Carlos López Sáez

He de reconocer que me equivoqué al criticar el rumbo de Arizona en esta temporada, porque aunque me parecía que carecía de sentido lo que hacían con el personaje, pero todo esto ha dado pie a las tramas actuales que han llenado de tensión la vida de los protagonistas, y uno tiene que reconocer sus errores por lo que reconozco mi error al pensar que los guionistas no sabían que hacer con Callie y Arizona, que han resultado ser las protagonistas absolutas de esta recta final de temporada.

Dos bandos, una elección que dolerá y traerá consecuencias gane quien gane, y un episodio que se desarrolla fuera del hospital (el segundo en lo que va de temporada y de serie).

¡¡AVISO: SPOILERS!!

Para ponerse en situación, hay que recordar que Callie decidió mudarse a Nueva York para acompañar a Penny, que se muda por una beca que acaba de obtener. Esto no supondría un problema sino fuera porque pretende llevarse a su hija Sophia, separándola de Robbins (o Arizona, como prefiráis), algo que élla no está dispuesta a permitir, y para impedirlo acudió a su abogada para detener los planes de su ex.

Team Arizona

Arizona es la que menos apoyos tiene entre sus compañeros, contando solamente con Webber, que ha sido su compañero durante toda la temporada (la trama que no entendía, poner a Webber como acompañante de Robbins para que ésta ligara en sus salidas nocturnas) y Bailey. Durante todo el episodio 21, Robbins tiene que lidiar con problemas del embarazo de April, y con Penny, que se le asigna como ayudante, pero ante la tensión que se va incrementando al no llegar a un acuerdo con su ex, Robbins estalló gritando en público a la culpable de la situación.

En el juicio, la abogada de Callie saca a la luz las salidas nocturnas de Arizona, y las horas que se ha pasado en quirófano, algo que muestra como impedimento para concederle la custodia de la niña. Los horarios e imprevistos son su principal enemigo, porque en caso de un parto o una complicación, Robbins ha de salir corriendo esté como esté, y esto mismo le sucede en pleno juicio.

Una adolescente embarazada que apareció hace pocas semanas ha tenido un accidente doméstico que pone en riesgo el embarazo. El feto no tiene el tiempo suficiente para nacer, y el cirujano que sustituye a Robbins no ve otra opción que realizar una cesárea, poniendo en riesgo la vida del bebé.

Pero Arizona se ve forzada a volver al hospital tras saber la gravedad del asunto, y expone como necesita tener a Sophia en su vida, pero también que se debe a su labor como cirujana, y lo expone magníficamente

“Si Sophia se va de mi lado sobrevivirá, pero sino me voy inmediatamente, hay un bebé que no lo hará”

Al final consigue que el embarazo pueda seguir adelante, pero teme haber renunciado a su hija por salir corriendo.

Team Callie

Callie por su parte cuenta con más apoyos que su ex, y una de sus armas es dejar constancia de que Penny es apta para cuidar de su hija. Pero las cosas se le comienzan a torcer cuando en pleno juicio Penny demuestra no saber tanto sobre la niña, por lo que se comienzan a sacar trapos sucios de Arizona.

A pesar de que Callie pretendía llevarlo todo de forma pacífica, permite a su abogada atacar con todos los cartuchos posibles al bando de su rival, poniendo en aprietos a los compañeros que asisten a favor de su ex.

El embarazo de April

Durante una revisión a April, Arizona ve algo extraño, y aunque decide no contarlo hasta asegurarse, su cara la delata, por lo que April comienza a ponerse nerviosa por el temor e que se repita lo mismo que en su primer embarazo. Finalmente, April accede a que Robbins le haga unas pruebas que conllevan anestesia general y que ayudarán a descartar cualquier problema que pueda tener el feto. Todo sale favorablemente, pero Arizona desiste como doctora de su amiga al haber vivido tanta tensión y el trato que ha recibido de su compañera.

La huída de Edwards

Hace unas semanas, Kyle, un guitarrista que sufría temblores en una mano, tuvo que someterse a una operación cerebral que se realizaba estando consciente. Edwards fue su apoyo durante ese duro momento, y poco a poco fue cayendo ante la insistencia del músico. Pero tras un tiempo de paz, Kyle tiene que volver a operarse porque le comienzan a dar temblores en la otra mano. Pero esta vez Edwards no puede acceder al quirófano porque tiene un vínculo personal con el paciente, por lo que se ve obligada a esperar como cualquier paciente.

La larga espera se hace insoportable, y le recuerda al largo tiempo que estuvo en hospitales durante su infancia, algo que le aterra volver a vivir estando con Kyle, y que le hace decidir romper con él a través de una carta).

Aunque no tiene remordimientos por abandonarlo, consigue no comunicarse con él, hasta que al final del episodio, vemos a un Kyle en un estado mucho más grave que nunca, y echando a la que fue su pareja de su lado.

La decisión

Antes de saberse el veredicto, Torres intenta enterrar el hacha de guerra con su ex, pero una Robbins muy serie le recrimina que haya permitido a su abogada actuar de esa forma para desacreditarla. Antes de que ésta pueda contestar, Penny le sanuncia que ya se sabe el veredicto.

A pesar de que todo jugaba a favor de Callie, la jueza termina cediendo la custodia de Sophia a Arizona, hundiendo a Torres, que no se explica como han llegado a ese punto.

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