TVE impone su propia Ley Mordaza para evitar el terremoto interno
RTVE quiere poner fin a su terremoto interno. La Corporación pública ha decidido crear un nuevo código de conducta que regule el comportamiento de todos sus empleados, según informa El Confidencial.
Se trata de una guía de principios éticos que permite acotar situaciones que ya se han vivido en la cadena, como los plantes de los redactores contra sus jefes como protesta, la creación de listas negras de empleados por su ideología o la aparición de una soga sobre la mesa de una jefa de sección.
Discutido sistema de denuncias anónimas para los trabajadores
Pero el modus operandi de este código, aprobado el pasado jueves por el Consejo de Administración, ha generado las quejas de sindicatos como UGT y consejeros de la propia Corporación.
¿Por qué estas quejas? Porque propone crear un canal de denuncia interna mediante el cual, a través de un correo electrónico, todos los trabajadores de la Corporación puedan hacer llegar sus quejas de forma anónima. Podrán denunciar así, sin que se sepa quién lo hace, qué compañeros se saltan este nuevo código de conducta.
Rechaza “acoso físico, psicológico, moral o de abuso de autoridad”
Este nuevo código de conducta hace especial relevancia al “respeto a las personas”, al que dedica un apartado indicando: “RTVE rechaza cualquier manifestación de acoso físico, psicológico, moral o de abuso de autoridad, así como cualquier otra conducta que pueda generar un entorno intimidatorio y ofensivo con los derechos de las personas”.
El documento especifica que todos los trabajadores “tienen la obligación de tratar de forma justa y respetuosa a sus compañeros y a sus subordinados”.
No podrá haber discriminación por la “opinión política” de los empleados
También dedica un apartado a la “igualdad de oportunidades”, en el que especifica que no podrá haber ningún tipo de discriminación por, entre otras razones, la “opinión política” de los empleados. Estas mismas prevenciones son también extensibles al último caso célebre de plante de la redacción contra sus superiores.
A los trabajadores también se dirige un principio que resulta bastante subjetivo, y por lo tanto polémico: “Deben evitar cualquier conducta que, aún sin violar la ley, pueda perjudicar la reputación de RTVE ante la comunidad, el gobierno del país u otros organismos, y afectar de manera negativa a sus intereses”.
