Entrevista Vertele.com

“Si no generamos polémica, nos habremos equivocado en algo”

La Sexta estrena mañana “Generación ni-ni”, su nueva apuesta para el prime time de los miércoles en la que jóvenes que “ni estudian ni trabajan” vivirán un proceso de reeducación que les haga cambiar su forma de vida.

Roberto Ontiveros, experto en telerrealidad, director de las siete primeras ediciones de 'Gran Hermano', ex jefe de programas de actualidad de Antena 3 y actual productor ejecutivo de Bainet ha hablado con Vertele.com para explicar cómo afrontan este nuevo reto.

La Sexta no obtuvo el éxito con un formato similar, “De patitas en la calle”. ¿Por qué cree que en esta ocasión puede ser distinto?

Bueno, en primer lugar, habría que saber por qué no triunfó “De patitas en la calle”. La verdad es que se hace muy difícil porque hay muchas razones, pero no gustó a los espectadores.

En el caso de “Generación ni-ni”, queremos hacer más hincapié en un problema real que debe conocerse: el 15% de los jóvenes entre 16 y 24 años ni estudian ni trabajan. Y, lo que es aún peor, no tienen ninguna gana de cambiar su situación.

Son jóvenes cuyos padres están totalmente desesperados, que ya no saben qué hacer. Esto destaca, aún más, si vivimos en una situación como la actual con una tasa de paro de casi el 20%.

¿Y cómo van a conseguir que la gente perciba ese concepto de programa?

En el caso de “De patitas en la calle”, se encontraban jóvenes que tenían discrepancias con sus padres, que no limpiaban su habitación, no colaboraban en casa, etcétera. “Generación ni-ni” tiene un casting totalmente distinto: son jóvenes indolentes, intolerantes, que no quieren hacer nada y a los que no les importa su futuro.

Llega un momento en el que los padres estallan, se hartan de que su hijo les diga “pasad de mí, no me váis a enderezar en la vida”. Esos son los casos que queremos reflejar.

¿Entonces, los padres tendrán importancia en el programa?

Sí, los padres van a intervenir en el programa. Aparecerán de vez en cuando en el centro en el que viven sus hijos y también seguirán desde fuera su desarrollo.

En general, los realities y series con jóvenes generan polémica. ¿Están preparados por si también lo hace “Generación ni-ni”?

Todos los realities generan polémica... y, si es sobre o con jóvenes, mucho más. Sabemos que va a haber polémica. Es más, si no la hay, nos habremos equivocado en algo, porque no habremos recogido y contado correctamente el problema que queremos reflejar.

También llegarán las críticas…

Las tomaré bien, sobre todo porque hacer esas críticas implica valores de los que estos jóvenes carecen. Recogeremos esas críticas y trataremos de atenderlas para mejorar en lo posible el programa.

¿Se han basado en el éxito de “Curso del 63” en Antena 3?

“Curso del 63” es un magnífico programa, pero cualquier parecido entre “Generación ni-ni” y “Curso del 63” es pura casualidad. Lo único que tienen en común es que cuentan con jóvenes, pero aquí nada es ficción, todo es realidad.

ASÍ ES “GENERACIÓN NI-NI”: LOS JÓVENES Y SUS PSICÓLOGOS

Durante tres meses, ocho jóvenes, cinco chicos y tres chicas, de entre 16 y 25 años, estarán alejados de sus familias, aunque en contacto con ellas, para vivir un proceso de reeducación terapéutica. Convivirán en una casa de seiscientos metros cuadrados con treinta cámaras que captarán todo lo que suceda en las diferentes estancias.

Durante ese tiempo, vivirán sujetos a normas, responsabilidades y tareas. Para poder comer, por ejemplo, tendrán que trabajar y se someterán al régimen que marquen los educadores por expreso deseo de sus progenitores.

Los padres podrán observar su comportamiento

Estos ocho jóvenes permanecerán todo el programa salvo que los psicólogos o los padres decidan que su participación ha llegado a su fin. El programa mostrará su vida exterior en sus trabajos o en sus ratos de ocio fuera del plató convertido en casa.

En este programa se mostrará el análisis que hacen de la situación los expertos, de dónde parten en su trabajo; se verá el despliegue de habilidades que utilizan en el acercamiento al problema y a los jóvenes para ser testigos de la evolución que tienen ambos y comprobar el efecto del cambio en cada uno de ellos y en el grupo.

Generación NI- NI retrata la realidad social de algunos jóvenes españoles (15%), entre 16 y 24 años, que ni estudian, ni trabajan, un porcentaje que se encuentra en proceso de crecimiento. Según un reciente estudio de Metroscopia, el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años, es decir, más de la mitad de la juventud, dice no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado.

Se enfrentarán a diferentes pruebas y retos

Durante su estancia en Generación NI-NI, los jóvenes se enfrentarán a diferentes pruebas y retos. Tendrán que trabajar y valorar el esfuerzo porque su sustento dependerá de la remuneración que obtengan en el trabajo. En la casa también serán los encargados de hacer todas las tareas domésticas como cocinar, planchar o fregar.

Los jóvenes estarán divididos en dos habitaciones de tres personas y una de dos; contarán con salas comunes y con una habitación de invitados por la que pasará gente que les muestre una profesión o una actividad para ayudarles a aclarar su futuro.

Perfiles de los chicos y chicas

H.G. tiene 20 años. Ha sido expulsado de varios colegios y no ha continuado ningún curso de los que le pagan sus padres. Su familia atraviesa una mala situación económica. Él sale a diario y sus padres también le pagan la letra del coche que se compró. Vive en Burgos con sus padres, quienes han puesto una cerradura en su habitación. Dice no arrepentirse de nada y sentirse orgulloso de sí mismo.

V.A. tiene 18 años. Vive en Madrid con sus padres. Ha dejado de estudiar en el instituto sin terminar la ESO porque ya no podía repetir más veces y, aunque sus padres la animan a dejar su curriculum en algunas empresas donde piden personal, siempre rechaza esta posibilidad y, cuando la llaman, siempre dice “no” porque aspira a empleos mejores. Ella se pasa el día en su habitación, donde incluso come y cena delante del ordenador y la televisión. Opina que está muy bien en casa de sus padres sin trabajar ni estudiar.

C.B. tiene 20 años. Ni estudia ni trabaja. Vive con sus hermanos y su madre en Granollers, provincia de Barcelona. Su padre murió hace tres años. Es un cliente habitual de las macrodiscotecas de la zona. Es un apasionado de las videoconsolas, llegando a pasar noches enteras jugando.

F.G. tiene 22 años y vive en Alicante. Es hija de padres divorciados. A los 17, abandonó los estudios. Hoy, sale de fiesta casi a diario y sus salidas duran varias jornadas. Ella misma cuenta que una vez se quedó el dinero destinado a pagar el recibo de la luz, con el resultado del corte de suministro para su familia. Su padre la echó de casa, pero ha vuelto.

J.P.M. tiene 18 años y vive con sus padres en Dos Hermanas, Sevilla. Le expulsaron varios días del colegio por su mala conducta. Hace dos años, cuando tenía 16, en cuanto la ley se lo permitió, abandonó los estudios. Hace unos meses, sus padres lo echaron de casa, pero tras una semana en la de un amigo, regresó. Sus padres no le dan nada de dinero, por lo que casi nunca sale a la calle. Hasta ahora, él nunca ha trabajado.

J.F. tiene 19 años. Es hija de padres separados. Vive con su madre en San Martín de la Vega, provincia de Madrid. Dejó los estudios a los 16 años sin obtener el graduado escolar. Ha intentado independizarse y ha trabajado en varios sitios, pero su absentismo laboral por causas no justificadas hace que sus trabajos le duren muy poco. Admira a su padre, quien según ella, le dice que en la vida hay que probar de todo.

J.G.B. tiene 18 años. Vive en Málaga. Dejó los estudios a los 14 años, aunque gracias a su madre, que se crió en Gran Bretaña, es bilingüe. Vivía con su padre, que falleció en un accidente. Actualmente, reside con su madre y sus dos hermanos, aunque, según él, nadie le habla en casa. Económicamente, todos aportan salvo él. Pasa el día en la calle con los amigos.

A.N. es un joven malagueño de 18 años. Vive con sus padres. Dejó los estudios a los 16 años, sin lograr el graduado escolar. Su padre se lo llevó con él a trabajar a un servicio de catering, pero no quiso seguir. Los pocos trabajos que ha logrado los ha abandonado.

Los psicólogos

Un equipo formado por dos psicólogos, Silvia y Alberto, será el encargado de enseñar valores y hacer terapia con los ocho jóvenes de la casa. Estos profesionales también contarán con su habitación en la casa en la que convivirán junto a los jóvenes.

Silvia Sanz García

Licenciada en Psicología Clínica en 1995 por la Universidad Complutense de Madrid. tiene también un Master en Terapia Cognitivo-Conductual. Comenzó sus practicas desde el inicio de la carrera en un centro de estimulación precoz, mas tarde creo un Centro de Psicología y Sexología, Psytel, en 1998 en el que actualmente realiza su labor profesional con adultos y adolescentes.

Durante estos años ha continuado su formación con diferentes cursos, EMDR, Psicología y Coaching, Terapia Breve Estratégica, entre otros, y asistido a diferentes Simposium y Congresos en relación a la Psicología Clínica.

Ha escrito una columna mensual sobre autoestima durante cinco años en la revista Cuerpo de Mujer. Actualmente, colabora de modo puntual en la revista Psicología y Salud. Ha participado también en televisión en un programa para Canal 4, La Casa de Cristal, como sexóloga.

Alberto H Buale

Es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, donde también ha realizado el Máster de Psicología Clínica y de la Salud, y donde actualmente completa su formación a través del Doctorado en Psicopatología Clínica, Legal y Forense, orientado al estudio de los factores influyentes en las conductas desadaptadas de los jóvenes.

Su formación académica y experiencia profesional a lo largo de los años se ha centrado en el ámbito de los adolescentes y la familia. Ha trabajado en instituciones públicas como la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid, con una primera etapa como educador y hasta la actualidad, como psicólogo de uno de sus centros de menores.

Y tanto ésta experiencia como la de psicólogo en la Clínica Universitaria de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, donde entre otras funciones ha colaborado en el desarrollo e implantación del Programa para Adolescentes con Problemas de Agresividad, le han acercado a los problemas e intereses que se plantean los adolescentes en la actualidad.

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