Análisis

Qué debería repetir 'La isla de las tentaciones' y qué no para volver a ser un éxito en Mediaset

Qué debería repetir 'La isla de las tentaciones' y qué no para volver a ser un éxito en Mediaset

Laura Pérez

La isla de las tentaciones vuelve este miércoles a Mediaset con el estreno de una nueva edición, la segunda, que llega rodeada de expectación y con muchos ojos encima. Y es que enfrentarse a una nueva temporada de un formato convertido en un fenómeno social y de audiencias siempre es un reto mayor.

A diferencia de lo que ocurrió con una primera edición que sorprendió a los espectadores y al propio grupo de comunicación, que le dio un hueco en Telecinco a última hora ante la ausencia de GH Dúo tras producirlo inicialmente para Cuatro, ahora el reality llega con un caché y unas expectativas mucho más altas.

Con el objetivo de volver a ser un éxito, Cuarzo TV y Mediaset han preparado minuciosamente un segundo asalto con muchos ingredientes del primero, pero con algunos giros que resulten atractivos de nuevo para una audiencia que les espera con tantas ganas como ojo crítico.

Una buena base para replicar éxito

Dicen que las segundas ediciones de un formato de telerrealidad nunca marcan tanto como las primeras. Primero, porque el espectador, a priori, tiene menos capacidad para sorprenderse. Y segundo, porque los concursantes tienen la difícil misión de superar un buen recuerdo sin caer en la sobreactuación o en la repetición de actitudes que triunfaron en el pasado.

Por ahora, y viendo el plantel, ya podemos decir que productora y cadena han acertado al apostar por un tipo de perfiles similar al que funcionó en la primera edición. Pese a que tenían la tentación de echar el anzuelo a rostros con mayor recorrido televisivo, finalmente han completado un grupo que, de primeras, parece compensado: una pareja con gen GH (Marta y Lester, como en su día fueron Susana y Gonzalo), dos ex de MyHyV que no son especialmente mediáticos (Melyssa y Tom, tras Fiama y Álex) y tres dúos con nula o escasa experiencia en TV como factor sorpresa.

También parece positiva la decisión de añadir salsa al grupo de solteros, que promete completarse con dos viejos conocidos de la audiencia con la aventura ya empezada. Poder nutrirse de concursantes clave del pasado sí es una ventaja de una segunda edición, pero deberán hacerlo en la medida justa y sin empachar.

En cuanto a las novedades de la mecánica, representadas por la introducción del llamado 'Collar del veto', habrá que analizarlas sobre el papel. No obstante, sí es un buen síntoma que Cuarzo TV haya querido darle un aire nuevo a la convivencia abriendo la posibilidad de explotar nuevos conflictos.

Como decimos, a priori todas las novedades parecen sentar una buena base para repetir éxito. Pero será con el paso de los capítulos cuando podamos ir comprobando si se han trasladado de manera acertada a la acción. Por lo pronto, aprovechamos su estreno para analizar qué debería repetir y qué no de la primera edición para volver a triunfar.

Lo que debe repetir...

  • Los cliffhangers

Si hay algo que hizo que las audiencias de La isla de las tentaciones fueran creciendo gala tras gala hasta dispararse en la final a un 30% y cerca de 4 millones de espectadores fue la capacidad del programa de generar expectación y, sobre todo, de dejar siempre a sus fieles con ganas de más.

Cada noche de 'las tentaciones' terminaba en el punto más alto de la gala y con un cliffhanger que dejaba a los espectadores descolocados y expectantes por conocer cómo continuaría la historia la semana siguiente. En la primera edición pusieron el 'continuará...' con hogueras a medias, después de mensajes importantes e incluso algún con abandono en marcha, de modo que supieron enganchar a cada uno de los espectadores que esa noche estaban sentados frente al televisor.

  • La estructura

El programa comprobó, pues, que la estructura elegida para las galas era la fórmula correcta. En cada cita de martes y jueves había una hoguera de chicos y otra de chicas (completas o a medias), además de los encuentros privados entre concursantes y tentadores, y los giros de mecánica introducidos a lo largo de la edición como las hogueras de confrontación y las expulsiones de los solteros.

Para repetir éxito se antoja imprescindible que La isla de las tentaciones mantenga sus galas semanales -ahora miércoles y domingo- con el mismo nivel de contenido que antaño, sin abusar de relleno para estirar el producto por más noches.

  • Solteros con ganas de protagonismo

Otra clave del buen resultado de la edición fue el juego que dieron los solteros. Y es que al margen del nivel de entrega de cada pareja a la experiencia, fue imprescindible que los 'tentadores' remaran a favor de obra.

Concursantes como Andreina, Julián y Rubén fueron más protagonistas que algunos de los dúos principales e, independientemente del resultado de la conquista, dotaron el programa de contenido durante toda las once galas.

  • Una presentadora que dé la talla en todas las situaciones imaginables

El aplomo de Mónica Naranjo fue imprescindible en el boom de La isla de las tentaciones, que encontró en la cantante al rostro ideal para conducir una edición en la que todo fue sobre ruedas. Con la artista fuera, el programa ha confiado en Sandra Barneda, quien tendrá que hacer olvidar el pasado cumpliendo su papel con la misma eficacia.

Esto es, ser una presentadora que sepa dar la talla en todas las situaciones imaginables, desde el drama más angustioso hasta la charla más distendida en materia amorosa, sin convertirse en protagonista de un formato que lo apuesta todo a las historias de sus concursantes. En definidas cuentas, que sea capaz de mantener el tipo e intervenir con acierto siempre que el momento lo requiera.

...y lo que no

  • Que no vuelva a ser una edición descompensada

Todo lo que ocurrió a nivel amoroso en la primera temporada de La isla de las tentaciones contribuyó a que se convirtiera en un fenómeno en audiencias y a que dominase la conversación social como hacía tiempo que no ocurría. Sin embargo, si analizamos lo que vivieron las parejas en el día a día, la pasada fue una edición descompensada en la que las chicas se entregaron al juego con los solteros y sus chicos, como consecuencia, se dedicaron a sufrir.

Más allá de la moralidad de celebrar o elogiar la infidelidad y la deslealtad entre parejas, lo cierto es que las mujeres fueron las protagonistas de las tramas en la primera temporada como parece que lo serán los hombres en esta segunda. A juzgar por los numerosos avances que ha emitido ya Mediaset, La isla de las tentaciones 2 se anticipa como la antítesis de la 1. Y nosotros, por pedir, pedimos que esta vez el juego esté repartido.

  • Abuso de cebos

Si en un punto anterior elogiábamos la estructura de las galas, aquí le sacamos un 'pero': el abuso de cebos. Es indudable que los avances contribuyen a generar expectación y a mantener al espectador enganchado hasta el final de la noche, pero de cara a esta edición resultaría interesante contar con más imágenes inéditas y, por ende, que el 25% de las citas no fueran reclamos de “a continuación...”.

  • Una vuelta a los debates

Por último, pero no menos importante, ponemos el foco en los debates. En la primera edición de La isla de las tentaciones, las tertulias nacieron sobre la marcha como un complemento para nutrir a Cuatro de otra cita semanal con la audiencia del reality, en este caso los viernes. El resultado fueron galas que no aprovechaban lo suficiente el potencial del contenido generado en la isla y en las que el diferido jugaba una mala pasada a familiares y amigos de los concursantes.

Ahora, los nuevos debates de Carlos Sobera tienen la oportunidad de reforzar la apuesta con la ventaja de que, esta vez sí, estaban concebidos desde antes del rodaje y, así, ofrecer a la audiencia contenido interesante y complementario al que ya forma parte de las citas de miércoles y domingo.

De su atino dependerá el éxito o no de la edición de La isla de las tentaciones, sino de una entrega semanal que esta vez ha sido programada en martes para pelear de tú a tú con dos ofertas potentes como MasterChef Celebrity de La 1 y Mujer, la serie revelación de Antena 3.

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