Entrevista

Juan Diego Botto, Amaia Salamanca y Miren Ibarguren “mienten” en Movistar: “Un vídeo sexual es transversal a todos”

Movistar anunció el pasado mes de octubre Todos mienten, su nueva serie original con Pau Freixas como creador y con un reparto encabezado por Juan Diego Botto, Amaia Salamanca y Amaia SalamancaMiren Ibarguren. Un vídeo sexual de una profesora que vive en una exclusiva urbanización con uno de sus alumnos es el punto de partida de esta ficción cuyo responsable definió como “rompecabezas, un misterio, un puzzle”. Hablamos con los tres intérpretes, que acaban de terminar el rodaje de la producción aún sin fecha de estreno.

Entre los tres conforman un triángulo amoroso que levantará alguna que otra ampolla en este thriller en el que según adelantan, no va a faltar “el sentido del humor”. Sus relaciones serán las que vayan dando sentido a una historia en la que poco a poco irán encajando todas las piezas, puesto que en el primer capítulo se descubrirá que uno de los habitantes de la urbanización ha aparecido sin vida en un acantilado. La serie tendrá seis episodios y en el reparto figuran otros nombres como Irene Arcos, Natalia Verbeke, Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio, Eva Santolaria y Carmen Arrufat.

Botto, que acaba de ser nominado al Goya a Mejor actor de reparto por su papel en Los Europeos, llega a Todos mienten tras la experiencia de White Lines e Instinto, mientras que Salamanca regresa a la televisión tres años después de Tiempos de guerra y Velvet Colección. En cine, sus últimos trabajos han sido A pesar de todo, Lo dejo cuando quiera y ¿Qué te juegas?. Ibarguren, por su parte, acaba de lanzar la temporada 12 de La que se avecina y aparecerá en Supernormal, la nueva comedia de la Movistar con Emilio Martínez Lázaro, director de Ocho apellidos vascos.

¿Quiénes sois en 'Todos mienten'?

Amaia Salamanca: Mi personaje es el de Sofía, una mujer que trabaja en un bufete de abogados. Allí conoció a Sergio (Botto), su actual pareja y expareja de Maite (Ibarguren), que se divorciaron porque Sofía se metió por medio.

Sofía es una mujer empoderada, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Es una mujer inteligente e independiente. Se mueve en un mundo de hombres y le encanta ser la protagonista. Es seductora, sensual, pero también perspicaz y a la que le gusta mucho su trabajo. Ella explota todas estas aptitudes para intentar hacer mejor su trabajo. Y aunque todo esto puede sonar un poco frío, Sofía se abre y es más cariñosa y agradable con Lucía, la hija de Sergio y Maite. Huye de esa visión de malvada madrastra típica que todos tenemos en mente, es todo lo contrario.

Miren Ibarguren: Yo interpreto a Maite, la otra parte del “trío”. Es la policía del pueblo, la que investiga el caso principal de la serie. Su vida es súper caótica desde que perdió a Sergio, porque también perdió a su hija, y tiene una pelea eterna con Sofía porque quiere que su familia le vuelva a querer. Es una chica sencilla que a raíz del divorcio salió del círculo de amigos, con los que estaba unida desde la infancia.

Juan Diego Botto: Sergio es un abogado que se toma muy en serio su trabajo, pero que por encima de todo tiene una muy buena relación afectiva con su hermana Macarena (Irene Arcos), a la que quiere mucho. Es un personaje que va a estar de soporte y ayuda a su hermana. Si fuera esto un ring de boxeo estaría siempre en una esquina apoyándola y defendiéndola. Sergio formaba una familia con Maite (Miren Ibarguren) hasta que llegó Sofía (Amaia Salamanca), una mujer que le deslumbró y que además es colega de profesión.

¿Qué relación tienen los personajes con el vídeo sexual que sale a la luz y que es el punto de partida de la serie?

M.I.: El personaje de Maite, además de trabajar en la resolución del caso, aprovecha el vídeo para retomar la relación con la gente con la que había perdido el contacto. Con la excusa de ese vídeo intenta recuperar algo de cariño de Sergio y su hija.

A.S.: A raíz de ese vídeo hay una muerte, y ahí entra el bufete de abogados. A Sofía realmente le da igual, solo quiere hacer bien su trabajo sin importar a quien se lleve por delante.

J.D.B.: Este famoso vídeo sexual de Iván con Macarena va recorriendo toda la historia y es transversal a todos los personajes. Va provocando distintas cosas y destapando aspectos de la historia. Una de ellas es que la aparente felicidad de este barrio residencial de clase alta, idílico, no es tal. Se va mostrando cómo todas las relaciones que parecen idílicas y felices están podridas por dentro. Todo el mundo guarda mentiras y secretos. La otra parte que me parece interesante es que quiénes parece que están más atrapadas son los personajes femeninos. Parece que tratan de respirar desesperadamente para poder coger aire.

¿Más allá del componente thriller, 'Todos mientes' tiene crítica social?

J.D.B.: Lo fundamental es que es un thriller, que además tiene mucho sentido del humor, y que las relaciones personales dan sentido a la historia.

A.S.: También tiene algo de juicios morales a raíz de lo que sucede con el vídeo sexual. Ella, además de ser profesora, es amiga de la madre del alumno con el que aparece en el vídeo, y se empiezan a crear juicios morales a su alrededor: ves cómo ella va perdiendo sus amistades, y cómo empiezan a repudiarla en su entorno por los prejuicios.

¿Cómo ha sido el trabajo con Pau Freixas?

M.I.: Nunca había trabajado con él, y estoy encantada. Tiene una forma de dirigir muy minuciosa y ayuda mucho a crear personaje porque habla muchísimo de sentimientos. No es un director que solo se fije en la foto o en el plano, está mucho con nosotros. Eso me ha sorprendido y me ha agradado muchísimo.

A.S.: Le gusta mucho dirigir a los actores. Hay distintos tipos de directores y hay algunos que igual están más involucrados en la parte técnica y dejan que el actor haga el personaje cómo lo ha imaginado. Pau eso también lo hace, siempre te escucha y está ahí contigo con una sonrisa. Con todo el estrés que produce un rodaje, él es muy amable y está siempre con la sonrisa. Ha sido un regalo trabajar con él.

J.D.B.: Es muy bonito ver a Pau trabajar. Tiene toda la historia en la cabeza, sabe en cada momento de dónde viene tu personaje y qué le pasa. Tiene una enorme facilidad para transmitirte lo que quiere y lo que necesita de cada secuencia. Tiene una propuesta formal muy arriesgada, porque está intentando rodar toda la historia en el menor número de planos posible para darle más dinamismo. Y esa propuesta, que es muy interesante, la acompaña con una enorme admiración por el trabajo de los actores. Le gusta mucho escucharnos y aceptar propuestas. No busca la toma perfecta, sino que la toma tenga cosas que la conviertan en humana. Para mí también está siendo una experiencia muy grata y muy llena de sorpresas.

¿Cómo os estáis sintiendo en vuestra profesión en estos tiempos complicados por la crisis sanitaria?

A.S.: Se ha consumido mucho durante el confinamiento, y creo que ahora mismo se están abarcando muchísimos proyectos buenos, y eso es muy positivo. Los tiempos y la forma de trabajar es otra por el protocolo Covid-19. Pero no me puedo quejar. He podido seguir trabajando y me siento muy afortunada.

En el caso del mundo del teatro y los eventos sí se está notando una distinción, es una pena porque igual las reglas no son iguales para todos. Un tren o un avión pueden ir completos, pero un cine o una sala de teatros tienen que estar al 50%. A mí me gustaría que se controlara y que las reglas fueran iguales para todos. Con cautela, pero con cabeza.

J.D.B.: En lo personal tengo la fortuna de estar trabajando, pero tengo la conciencia de que hay muchísimos compañeros y compañeras para los que esta pandemia ha sido un golpe muy duro. Hay muchas compañías de teatro que han tenido que cerrar, también muchas salas, y lo mismo ocurre con las de cine. Si no reciben algún tipo de ayuda extra por parte de las administraciones tendrán que clausurar más. Y si nos metemos en disciplinas como la danza o las artes gráficas, ya es algo dramático. Nosotros somos la punta del iceberg, pero debajo hay mucha gente que está notando la dificultad.

M.I: Cuando empezó la pandemia en marzo tuvimos que cerrar la obra en la que trabajábamos en el Teatro Lara, y a partir de ahí toda la decadencia que ha ido sucediendo. Personalmente no he parado de trabajar, y seguir trabajando es un milagro hoy en día. Necesitamos que se apoye más el arte y empecemos a ver soluciones. La cultura es segura, el teatro es seguro y el cine es seguro.