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La pregunta de Sandra Barneda a Nagore Robles ante Avilés: “¿Alguna vez le has confiado un secreto?”

El Debate de Pesadilla en El Paraíso de este domingo estuvo marcado por la llegada de Maite Galdeano al plató tras su expulsión, y la entrada de un nuevo concursante, pero además dio lugar a una broma entre las presentadoras Sandra Barneda y Nagore Robles, refiriéndose al historial de mentiras de José Antonio Avilés.

El granjero iba a recibir la sorpresa de la visita de su padre al reality. Por lo que Nagore Robles se sentó junto a él, momento en el que la presentadora conectó en directo para preguntarle algo a la vizcaína.

“¿Me está escuchando Avilés?, comenzó diciendo Sandra Barneda, que ante la respuesta afirmativa de Nagore Robles, decidió preguntar aun así lo que tenía en mente: ”¿Alguna vez le has confiado un secreto a Avilés?“. La pregunta hacía referencia al historial del concursante, pero, además, a un hecho reciente que había ocurrido en la granja en la gala del jueves.

Y es que Borja Estrada le había confesado al parecer que su padre, Pipi, había vendido un piso por una cuantiosa cantidad de dinero. Aunque el granjero le había pedido que por favor no lo contase, el tertuliano de Sálvame no tardó mucho en revelar el secreto, reconociendo a posteriori que la había cagado, y propiciando la reacción del afectado, que se vio obligado a aclarar una información que no era del todo correcta.

“Con Avilés cerca tengo aún más cuidado”

La vizcaína tardó en responder a la pregunta de la presentadora, e incluso hizo tiempo antes de dar su respuesta. “No lo recuerdo muy bien”, comenzó diciendo, y añadió: “pero vamos, casi mejor que lo hago en directo en Instagram”.

Tras ello, Nagore Robles propició una nueva respuesta referida al concursante, manteniendo el tono jocoso de su intervención: “Yo soy de guardarme pocas cosas, la verdad. Pero con Avilés cerca tengo aún más cuidado”.

“Mejor, mejor, no le cuentes nada”, comentó Barneda ante la presencia del granjero, a quién pareció haberle hecho gracia los comentarios. “No, no, que luego aquí todo se sabe, Sandra”, terminó por zanjar la vizcaína la pregunta esbozando una sonrisa.