Crónica de la gala final

El reencuentro de 'La isla de las tentaciones 3' acabó con boda, nueva pareja y confesiones sobre el avión

Sandra Barneda en el reencuentro de 'La isla de las tentaciones 3'

Paula Hergar

La isla de las tentaciones 3 celebró su habitual reencuentro 6 meses después de la experiencia vivida por Diego y Lola, Marina y Jesús, Manuel y Lucía, Hugo y Lara y Claudia y Raúl.

Todos ellos se sentaron frente a Sandra Barneda para explicar cómo fue su regreso a España, si se han seguido viendo, qué ocurrió tras la experiencia y cómo están ahora. Algunos de ellos tienen nuevas parejas, otros siguen y otros aún mantienen la llama del... ¿reproche?

Solo una pareja ha sobrevivido a la experiencia y hasta ha acabado con pedida de mano. Mientras, un tentador y una chica siguen conociéndose y el resto, es historia.

Jesús y Marina, sin solución, y la entrada de Lobo

Jesús entró el primero en el comedor junto a Sandra Barneda para recordar que entró al programa creyendo que Marina era la mujer de su vida, pero le hizo un favor al descubrir que no. Reiteró que la forma en que le fue infiel ella no la entendía y que si desde primera hora conectó con un chico era porque había ido a acabar con la relación.

Cuando él se marchó, entró Marina que explicó que le había cambiado mucho la vida, pero que también había sido duro todo. Además, confesó algo que él no había contado: “Intentó mantener relaciones conmigo y volver. Fui yo la que quiso hablar con él, para sentirme mejor, y en su coche le cambió el chip e intentó eso”.

Al escuchar eso, Jesús no aguantó y apareció en la sala: “Es increíble, cuenta las cosas como le parece” y negó todo lo que había dicho asegurando que él no había querido nada con ella pero aceptando que mandó un mensaje a la familia de ella durante el viaje en avión explicando lo ocurrido. “No me diste la oportunidad de explicárselo yo”, se lamentaba ella entre gritos.

Minutos después entró Isaac para saludar con un beso en la boca a Marina y sentarse a su lado de la mano: “Llevamos seis meses conociéndonos”. Ella explicó que estaba “feliz”, que se habían seguido viendo y que se sentía libre, porque con Jesús siempre sentía que tenía que cuidarle.

Jesús se marchó diciendo que no se sentía incómodo, ni tenía nada que reprochar al Lobo porque Marina ya no era nada para él y que no había nadie en su corazón ahora.

La lección de amor de Raúl y Claudia hasta la llegada de Toni

Claudia, aunque se marchó de la mano de Raúl, entró sola a reencontrarse con Barneda. “Me fui con dudas de Raúl y me estampé. Toni me hizo ver lo que era una relación más sana” recordó sobre su experiencia. Pero al salir juntos “me sentí desconectada de él emocionalmente y al final él me dejó porque sabía que yo no iba a dar el paso”. Aunque confesó que se seguían “viendo, liándose, con vaivenes y dejándose llevar”.

En ese momento dieron paso a Raúl que explicó que había “llorado mucho” por la que ya es su ex. “La quiero un montón. Salí de la isla súper enamorado y me hubiese encantado venir de su mano”. Al escuchar esas palabras, ella se derrumbó y ambos reflexionaron sobre que sus “caminos van completamente separados”. El canario explicó que fue “doblemente duro dejarla porque estaba enamorado pero no quería obligarla a estar con él”.

Tengo mucho miedo a arrepentirme de perder al amor de mi vida”, decía ella entre lágrimas y cogiéndole de la mano. “Yo no me voy a morir, tranquila, y si tenemos que estar juntos en algún momento, será”, le calmó él.

Sobre Toni, Claudia desveló que lo dejó todo y se fue a vivir a Gran Canaria. Cuando rompió con Raúl sí se siguieron viendo: “Estuvimos dos semanas liándonos y me sentía como si le estuviese poniendo los cuernos y le dije que prefería solo amistad”.

Entonces, entró el tercero en discordia provocando una tensión absoluta en la sala: “Fui allí y pasó lo que pasó porque los dos quisimos”. Raúl preguntó si ya se le había pasado el enamoramiento y el tentador respondió que no. Toni recordó que ella le dijo que le debía un luto a Raúl y preferimos quedar como amigas: “Ahora no me llevo mal con ella pero no hablamos mucho”. Claudia confesó que sí le gustaba pero necesitaba un tiempo sola.

Diego y Lola, sin Carla ni Carlos

El primero en entrar a la sala fue Diego que recordó con tristeza la ruptura con Lola. “Me siento traicionado, perdono pero no olvido y no volvería con ella”, confesó. Por el perro a veces han coincidido y se encontraron en un Ave donde ella le abrazó y lloró por todo. En cuanto a Carla, explicó que se llevan bien pero que al salir de ahí ella retomó la relación con su ex.

Sobre Horus, acordaron dos meses con cada uno. Aunque Diego dijo que cuando ella se lo devolvía, los primeros dos días está mal en casa. Aunque ella desveló que con ella eso no ocurría: “Está muy contento conmigo”.

Él salió y apareció Lola. Reflexionó sobre lo ocurrido: “Hacía una vida de señora con 24 años, llegué con la autoestima muy baja y descubrí que podía vivir otras cosas. Tengo superado a Diego, era muy frío, fue bonito pero se estropeó con el tiempo”. Confesó que había sido la única que “le había hecho daño” y que no fue la mejor manera de hacerlo. Explicó que en la actualidad tiene pareja y que Carlos fue un “amigo especial pero que no hubiera pasado de ahí”.

Tras ello, Diego apareció y se saludaron de lejos. Él le recriminó que si sabía que estaba mal la relación, no le pidiera tener un hijo. A lo que ella argumentó que sentía tanta estabilidad que era el paso siguiente.

Lucía y Manuel, reproches eternos frente a una triste Fiama

Turno de Lucía que entró en la sala para recordar lo mal que lo pasó y lamentar que pensara que no podía vivir sin Manuel: “Estaba metida en algo que no veía que me hacía daño. No necesito a ningún hombre para ser feliz”. Explicó que se vieron dos veces esporádicamente por el pueblo pero siente “vergüenza por los comentarios que dice él sobre lo que le ha hecho”.

Aunque no han hablado en el pueblo, ella confesó que en el avión sí lo hicieron: “Me dijo que estaría mirándola las nueve horas del viaje, llorando, que le pidió volver. Yo estaba en shock, nos besamos, nos dijimos que nos queríamos, hasta que me dijo que se quedaba en Madrid con Fiama”.

Manuel entró después para explicar que “estaba quemado con su relación, porque era una mierda. Detrás de esa carita inocente también hay mucho”. Según él, ella le dijo en el avión que se fueran del pueblo para que nadie supiera nada. Ella llamó a su madre para oler la ropa, tocar la cama... “la querré siempre, ha habido momentos que la he echado de menos pero no estábamos hechos el uno para el otro”.

Sobre Fiama explicó que se fueron juntos pero que en España “la cosa no funcionó. Estuvimos un mes quedando y después hemos quedado como amigos”. La tentadora entró y confesó que no sabía que se había liado con Lucía en el avión pero lo que vivió con él había sido como volver a los 15 años. Además, le pidió disculpas a la andaluza.

Al estar los tres juntos, Manuel y Lucía iniciaron una discusión imposible de frenar, reprochándose cosas del pasado, sin pedirse perdón, recriminándose situaciones, hasta un punto que Barneda tuvo que “castigarles” de espaldas para no seguir el careo.

Hugo y Lara y... Sandra Barneda de madrina de boda

La pareja fue la única que llegó de la mano frente a la presentadora. “Allí me di cuenta que era la mujer de mi vida”, confesaba él. Algo que ella también añadió: “En cuatro años de relación no había llorado ni una vez. Fui allí quemada y creía que lo íbamos a dejar. Verle así era lo que necesitaba”.

Tras reflexionar, él concluyó que había estado perdido antes de ir a la isla, pero se dio cuenta de su amor al separarse de ella: “Es la mejor novia del mundo y me lo demostró. Estuve muy orgulloso de ella”.

En ese momento, él se levantó para decir algo: “Eres la mujer de mi vida, ¿quieres casarte conmigo?”, le dijo con el anillo y de rodillas. Ella aceptó corriendo y se abrazaron. Barneda les pidió ser la madrina y les deseó la mejor de las suertes.

🟢 Si no te quieres perder ninguna de nuestras noticias, suscríbete a nuestros boletines.

Etiquetas
stats