Y propone el hashtag #QuédateCallado

Wyoming tacha de “actitudes miserables” los casos de insolidaridad contra los sanitarios durante la pandemia

Wyoming, en El Intermedio

Redacción

La crisis del coronavirus está dejando multitud de imágenes solidarias entre la ciudadanía española, pero también otras que muestran la peor cara del ser humano. El Intermedio expuso varios ejemplos de esto último. Por un lado, Sandra Sabatés recogió el caso de esa cajera de supermercado que vio cómo sus vecinos de Cartagena pedían, a través de un cartel, que se buscara otra vivienda hasta el final de la pandemia para evitar posibles contagios.

“Ella trabaja en un supermercado por el bien de todos para que usted y el resto de ciudadanos podamos tener nuestra nevera llena”, les recordó Wyoming, que recomendó al autor del cartel que revisara su nevera para ver si tenía “un producto caducado, que en este caso me temo que es su conciencia”.

Sabatés también recordó el caso de la enfermera madrileña que recibió presiones de su casero para que abandonara su casa tras dar positivo en covid-19. De hecho, el casero acusó a su inquilina de ser “una egoísta” porque “ya sabía que se iba a contagiar” trabajando en un hospital. La policía tuvo que personarse en la vivienda para evitar que el casero echara definitivamente a la mujer. Finalmente, Sabatés recordó la pintada de “rata contagiosa” que una ginecóloga de Catalunya se encontró en la parte lateral de su coche.

Para Wyoming, “esto no es solo un ataque a los profesionales de la sanidad. Es un ataque a toda la sociedad, que dependemos ahora como nunca de ellos”. El presentador tildó de “miserables” la actitud de estas personas, y para ellas propuso un nuevo hashtag relacionado con la pandemia. “Además de #QuédateEnCasa, este otro: #QuédateCallado”.

“Son días duros y es muy triste que se añada más dureza”

Para ahondar en esta clase de actitudes insolidarias, Andrea Ropero entrevisto a Elena, celadora de un centro de salud de Alcorcón (Madrid). Una profesional de la sanidad que ha sido víctima de actos tan reprochables como los anteriormente expuestos. En su caso, hace un par de semanas una persona roció su puerta “con algún spray, no sé si lejía, que le ha quitado el barniz a la madera”. Aunque la afectada desconoce quién lo hizo, sí reconoció a Ropero que unos días antes tuvo “un pequeño incidente” con una vecina “que me comentó que, al trabajar en un centro sanitario, debía de desinfectar todo lo que tocase al llegar del trabajo”.

Elena se mostró sorprendida por lo ocurrido, y tanto ella como sus compañeros reaccionaron con “indignación” por este suceso. Ella lo achaca “al miedo que todos tenemos” y que “algunas personas no lo saben gestionar”. “Son días duros para todos. Es muy triste que haya personas que añadan aún más dureza”, dijo esta celadora, que aseguró estar “más sensible” y “sentirse más afectada por todo” tras unos días donde el trabajo y sus “circunstancias familiares” también están siendo “difíciles”.

Afortunadamente, Elena y sus compañeros del centro de salud también están viviendo momentos especiales. Entre ellos, los aplausos de las 20:00 horas. “Me emocionan tremendamente. En el turno de tarde incluso podemos salir y ver a la gente cómo te arropa y anima. Es algo que te enciende y te activa”, afirmó.

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