Análisis / Opinión

Adiós a 'La isla de las tentaciones 2': todo lo que ha quedado en el tintero tras el recorte de Telecinco

Todo lo que ha quedado en el tintero de 'La isla de las tentaciones 2' tras el recorte de Telecinco

Laura Pérez

Los espectadores más fieles de La isla de las tentaciones han asistido al desenlace de la segunda edición con expectación por las decisiones finales de las parejas y también con cierta incomprensión, la derivada de dos últimas entregas más aceleradas y abruptas de lo habitual que han dejado en los fans la sensación de haberse perdido algo.

Como ya contamos, esta temporada se despide con ocho programas más el reencuentro que pondrá el broche este mismo miércoles, lo que supone dos menos de los que tuvo su exitosa primera edición en Telecinco. La decisión corresponde exclusivamente a la cadena, que ha optado por no igualar las diez galas de la temporada anterior y quedarse con las ocho que figuraban en su acuerdo inicial con Cuarzo TV.

Un golpe de timón de Mediaset difícil de comprender tanto por el éxito que La isla de las tentaciones 2 estaba cosechando en audiencias, donde estaba ya disparado a registros de antaño (reunió a 3,4 millones en la última gala), como por las tramas que ha ido abriendo una edición más fructífera que la anterior en lo que a dramas y giros se refiere. De hecho, el propio Manuel Villanueva -director de contenidos del grupo- se mostró convencido en la rueda de prensa de presentación de que esta segunda edición contaría con el mismo número de entregas que la primera, pero finalmente no ha sido así.

Tras un inicio prometedor y un desarrollo explosivo con abandonos, fugas y nuevas parejas; el reality metió el turbo en su gala 7 y se centró casi en exclusiva en las hogueras, prescindiendo del contexto y dejando al espectador descolocado al ver que desaparecían los solteros y que tampoco se daba resolución a una de las grandes novedades introducidas este año: el collar del veto.

El Debate de Carlos Sobera ayudó a arrojar algo de luz emitiendo parte del contenido inédito, pero aquellos que solo siguen las citas de los miércoles y los domingos afrontaron la gala final con muchas dudas y preguntas. Las mismas que tuvo la tentadora Dorothy durante la emisión del último cara a cara de las parejas ante el fuego. “Yo no entiendo nada, esto es una semana después de que se fueran Tom y Sandra. ¿Y toda la semana que se han comido dónde sale?”, se preguntó la participante en sus redes sociales, dando a su vez respuesta a algunas de las cuestiones que todavía estaban en el aire.

Tal como ella misma desvela en ese vídeo, la octava entrega de La isla de las tentaciones 2 tuvo que prescindir del contenido de toda una semana de concurso: la que transcurrió entre el abandono de Melyssa, Tom y Sandra y las citas de 24 horas previas a las hogueras finales. Una semana de acción que sí tuvo hueco en la primera edición, como también las citas y hogueras de más que vimos de Susana, Gonzalo, Fiama y compañía, y que han tenido que omitirse en esta segunda temporada pese a que también estaban grabadas.

¿Hasta dónde ha llegado el recorte? ¿Qué contenido se ha quedado en el tintero? Estas son algunas de las preguntas que todavía se hacen los fans y que tratamos de responder a continuación.

Dos hogueras, citas y expulsiones de solteros

Tal y como es sabido ya por los espectadores, Mediaset y Cuarzo TV han grabado durante este verano dos ediciones de La isla de las tentaciones: la segunda, que cerrará la próxima semana con los Debates finales, y la tercera, aún pendiente de emisión. Un 2x1 que ayudó a amortizar costes en una etapa de crisis como la actual, pero que no influyó en el desarrollo independiente de cada una de las temporadas.

Así, tanto La isla de las tentaciones 2 como La isla de las tentaciones 3 se han grabado durante el tiempo estipulado para cada una de ellas, el mismo del que gozó la primera edición: alrededor de un mes, entre 24 y 25 días (cada una). En ese tiempo, el reality ha grabado numerosas citas, fiestas en las villas y hogueras con Sandra Barneda cada tres días.

Teniendo en cuenta los calendarios, y comparando lo visto en esta segunda edición con lo que se emitió de la primera, el recorte de dos programas ha dejado a los espectadores sin ver dos hogueras completas, pues solo se han emitido cuatro citas con el fuego frente a las seis que se vieron en la edición de Fani y Christofer (sin contar la final y las dos hogueras de confrontación).

Tampoco ha formado parte del relato completo la resolución del collar del veto, que se presentó ante los espectadores como la gran novedad de esta segunda temporada. En la entrega 6 vimos cómo las chicas censuraron a Lía y los chicos a Óscar, pero nunca más se supo. El Debate mostró las reacciones de los solteros al veto, pero ni rastro en las galas de ese momento ni tampoco de las citas posteriores. Fue una de las víctimas de “la tijera”, consecuencia directa de contar con dos programas menos.

El recorte afectó principalmente a las dos últimas galas

Los espectadores empezaron a ser conscientes del acelerón entre la gala 6 y la 7, momento en que el equipo de edición tuvo que empezar a prescindir de imágenes y condensar el contenido de cuatro programas en los dos que quedaban.

Así, tras la hoguera de las chicas en la que Melyssa se desgarra y deciden los portadores del collar del veto que abre la sexta entrega solo hay tiempo para ver las llegadas a las villas y algún flirteo. La séptima, que en condiciones normales habría mostrado la entrega de los collares, la expulsión de Fátima y Guille, las citas y alguna fiesta ya arrancó con otra hoguera, justo en la que Melyssa pide verse cara a cara con Tom. También se descartaron todas las grabaciones posteriores a esa petición, y se 'empalmó' directamente con la confrontación entre los exviceversos.

Y de ese momento llegamos a la entrega final, la octava, que da comienzo con la decisión del de Marrakech de marcharse solo y la de Sandra de dar por concluida su experiencia. A continuación, el programa da un salto de una semana y arranca las citas 24 horas entre concursantes y solteros sin que el espectador vea lo que ocurre por el camino ni sea consciente de que algunos de los 'tentadores' –Kevin, Edu y Liseth- también han dicho adiós. Y de ahí, al desenlace.

Esos largos encuentros en hoteles de lujo antes de la decisión final de las parejas tuvieron su entrega propia en la primera edición y sirvieron para contextualizar lo que vimos después ante el fuego. En esta ocasión, el equipo de edición ha hecho malabares para dar un cierre coherente al reality teniendo que dejarse en el tintero una cantidad de material importante que, tal como estaba respondiendo la audiencia, habría dado a Telecinco un par de prime times más de éxito. A parte de las imágenes se les va a dar salida en el Debate de Sobera, pero ya no formará parte del relato completo que quedará de esta edición. Decisión, por lo tanto, difícil de comprender.

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