Entrevista

Roberto Leal: “Los que hacemos entretenimiento tenemos la suerte de que ahora la gente necesita evadirse”

Roberto Leal presenta 'El Desafío'

Laura García Higueras

Roberto Leal fue el encargado de despedir 2020 en Antena 3 y, en los 15 primeros días de 2021 ha tenido tiempo de seguir encadenando récords de audiencia con Pasapalabra, actuar junto a Samantha en la final de Tu cara me suenaTu cara me suena, vivir la odisea regresar a Madrid desde Barcelona Filomena mediante y estrenar este viernes en prime time su nuevo programa, El desafío. Un concurso, producido por 7yAcción, en el que ocho famosos tendrán que superarse a “retos a los que no se han enfrentado nunca”. Incluyendo tanto físicos como mentales.

El presentador, que en este 2021 cumple dos décadas de trayectoria en televisión desde que en 2001 trabajara como redactor en Informativos Telecinco, derrocha por vía telefónica el mismo carisma que en la pequeña pantalla, y vive como “un regalo” el momento profesional que atraviesa, sin “cerrarse puertas” a nuevas propuestas de la cadena. De ahí a que tampoco sorprenda que vaya él mismo a enfrentarse a alguno de los “desafíos” del formato.

En OT 2017 le vimos batirse en duelo con Roi e incluso ejerció de bailarín de Ana Guerra, Miriam y de Nia en la edición de 2020. También rapear con a Arkano en Pasapalabra, meterse en la piel del Chikilicuatre en el Chat de Operación Triunfo y, hace apenas una semana, en la de Lichis para cantar La lista de la compra. Esta vez la exigencia ha sido especialmente física ya que, según comenta, su enfrentamiento con Arturo Valls en El desafío le provocó una “lesión de rodilla” con la que pasó una semana en casa. “Es complicado solamente en siete días prepararte un reto de esa envergadura”, reconoce sobre cómo los concursantes se han entregado a los exámenes supervisados por el jurado compuesto por Santiago Segura, Tamara Falcó y Juan del Val.

Vuelves al prime time con 'El Desafío', que promete llevar al límite a sus 8 famosos concursantes, ¿de qué forma?

Son retos a los que no se han enfrentado nunca. Algunos son físicos, otros mentales o intelectuales; y lo que hacemos es llevarlos al límite. Lo mismo tienes que ir deslizándote de una torre de siete metros de altura a otra saltando, tratar de conducir un coche sin romper 300 botellines de cerveza porque está pasando por una hilera, adivinar el canto de un pájaro entre 50 trinos diferentes, estar el máximo de tiempo posible debajo del agua o quemarte a lo bonzo. Ellos no saben muy bien a qué se van a enfrentar de una semana a la otra, pero me ha sorprendido mucho la actitud con la que se lo han tomado. Es complicado solamente en siete días prepararte un reto de esa envergadura.

Antena 3 presume de su entretenimiento y deja ver las primeras imágenes de 'El Desafío' de Roberto Leal 360

Hay una asignación de retos que ellos no conocen. Soy yo quién les voy diciendo al final del programa, por ejemplo: “La semana que viene te vas a enfrentar a la excavadora infernal. Tienes que entrar con una máquina que pesa siete toneladas, hacer un circuito sin romper ninguna copa y terminar pinchando un vinilo como si fueras DJ con la pala de la excavadora”. Cosas que parecen surrealistas, que hemos visto algunas veces haciéndolo Pilar Rubio en El Hormiguero; pero esto es llevado a lo grande. Un plató de más de 2.000 metros cuadrados que es gigantesco. Al final es un gran show y se ha vivido mucha tensión.

Ya hemos visto a famosos concursando en todo tipo de programas y enfrentándose a diferentes retos, ¿en qué va a cambiar o sorprender su participación en 'El desafío'?

Les hemos visto cocinando, bailando, cantando... pero esto no te lo esperas porque uno puede cocinar, bailar y cantar, pero colgarse de un arnés a 15 metros de altura para que ir saltando y jugándose el tipo; o simplemente ver a una Agatha Ruiz de la Prada aguantando el máximo posible en una piscina de 800 metros cúbicos de agua... es sacar a los famosos de lo que estamos acostumbrados a ver.

Cuando ves a alguien cocinar, cantar o bailar, en algunos momentos pueden tener tensión, pero aquí les ves sufrir de verdad. También ha habido enfrentamientos, enganches con el jurado porque al final te estás dejando la piel durante la semana y lo que valoran es muy subjetivo. Les hemos visto muy arriba y muy abajo. Una de las cosas bonitas del programa es comprobar cómo han evolucionado y cómo se han ido superando. La gente se va a llevar las manos a la cabeza cuando vea a personas que a priori no son deportistas o no tienen una actitud atlética ante cualquier desafío.

Siempre ponemos de ejemplo a Agatha Ruiz de la Prada porque es el perfil que más se sale de todo esto, pero también tenemos a un Jorge Sanz que no hace deporte, es actor de toda la vida y cuando le toca una prueba que tenga que ver más con la interpretación, perfecto; pero cuando se tiene que meter a hacer la apnea o memorizarse todas las capitales de todos los países del mundo y adivinar más de la mitad de las que yo le preguntaba en ese momento; hace que en el programa pases de la tensión total de que se te encoge el alma a reírte muchísimo. Ha habido momentos muy surrealistas. Estando David Bustamante, que es como el Monaguillo y no se calla, hemos tenido momentos muy divertidos.

El jurado lo forman un trío con, a priori

El desafío es el que es. Hay un principio y un final. Quien llega y lo ha ejecutado limpio, cumple ese desafío. A lo mejor de los 8 concursantes, 4 o 6 lo han conseguido, ahí ya ellos de manera subjetiva valoran: “esto me ha parecido más complicado”, “esto que acabas de hacer lo hubiera hecho yo”... Hay momentos en los que se meten también en esa parcela. La valoración es algo muy muy personal porque ya no es “no has dado la nota” o “en ese paso que has hecho te has salido del compás”. Aquí es o “lo hago o no lo hago”, o tardo menos tiempo que otro. Es muy subjetivo, por eso los enganches con los concursantes son mayores, porque hay veces que no entienden por qué a unos les han valorado de una manera y a los compañeros de otra cuando también ha cumplido el desafío.

Sí es verdad que entre ellos no tienen nada que ver pero es eso lo que da juego. Juan del Val es la voz asentada y el argumento sólido y razonado; Santiago Segura no tiene pelos en la lengua y te dice lo que se pasa por su cabeza en ese momento sin filtro, si te tiene que decir que lo que has hecho “es propio de una obra de fin de curso de un colegio de primaria”, te lo dice; y Tamara Falcó está en medio de los dos, nos reímos mucho con ella porque sus valoraciones son dentro del estilo de Tamara Falcó, que hemos visto también en El Hormiguero. Me ha sorprendido para bien, ha estado fantástica, muy a favor de obra y de hecho ha participado en algún reto.

Acostumbrados a verte a ti lanzándote en 'OT' a rapear... ¿vamos a verte también haciendo alguna cosa en 'El Desafío'?

Sí. Tengo un desafío también. Quería hacerlo precisamente rapeando que es lo que se me da bien; pero claro, aquí lo que hacen es enfrentarte a cosas que no has hecho nunca. Me dijeron “eso ya lo haces”, “ya lo hemos visto”. Tuve un enfrentamiento con Arturo Valls. Un reto en el que me lesioné la rodilla y estuve una semana en mi casa molido porque apenas podía caminar. Cuando te plantean un desafío así te lo tomas bastante en serio. Y más los que somos picados, y yo lo soy, como Arturo, que llegó que no se podía ni mover de haber entrenado en su casa. Cuando veáis el reto vais a ver que no es ninguna tontería.

Es divertido pero tiene una exigencia física importante. Por mucho que ensayes, cuando llegas a un plató tan grande, rodeado de tanto público, que ha sido menos del que cabe porque con el covid no se podía, la tensión se multiplica. Hemos visto de todo. Gente que lo hacía muy bien en los ensayos y luego en plató no les ha salido; y al contrario, gente que se ha venido arriba con la tensión del momento en directo.

Ha pasado más de medio año desde que comenzaras a tomar las riendas de 'Pasapalabra' y semana a semana encadenáis récords de audiencia, ¿cuál es para ti el secreto del éxito de este programa?

Es algo que me viene muy bien porque para mí sigue siendo un desafío presentar Pasapalabra a diario. Es un programa en el que no te puedes relajar. No digo que vayamos tensionados, pero nadie entiende de audiencias. Si hubiese un secreto, todo el mundo haría audiencias increíbles. El secreto de Pasapalabra, no ya de cómo hacerlo sino del programa en sí, es que es un formato que lleva 20 años en televisión. Estuvo en Antena 3 muchos años, luego en Telecinco también 11 o 12, ahora vuelve aquí y a la gente le gusta. Tiene una entidad propia más allá de dónde esté y quién esté al frente, tiene seguidores fieles. Por supuesto los presentadores que han estado lo han hecho muy bien, son gente muy profesional y de verdad, pero no es falsa modestia; es un programa que gusta mucho. Su equipo es el mismo desde hace muchos años, ellos son los verdaderos artífices de su éxito. Se le está dando un estilo diferente, pero sin perder los mimbres.

A mí también me ha sorprendido. Evidentemente, cuando me lo ofrecieron, sabía que este programa funcionaba. Ahora, el trasvase de una cadena a otra es una cosa delicada, pero está bastante asentado. Lo disfruto cada día, no me planteo que vaya a ser así siempre. La clave es también que los concursantes generan mucha empatía y la gente juega con un equipo u otro desde casa. Es muy familiar. A diario me llegan menciones y stories de Instagram de “mira mi niña, tiene 3 años y se sabe el nombre de los concursantes”, o “mira, con cinco y ha acertado dos del Rosco”. Me gusta porque lo ven con niños pequeños y muchos abuelitos de 80 y 90 años. Es el sueño de cualquier presentador al que le gusten los concursos: uno que sean tan, tan amplio, que puedas ir del más pequeño de la familia al más mayor, y que nunca ofendas a nadie.

Actualmente te vemos a diario en 'Pasapalabra' y estrenas nuevo programa en el prime time, algo que le ocurre por ejemplo también a Jorge Javier en Telecinco. ¿Temes la sobreexposición?

Arturo Valls por ejemplo también ha estado en Ahora Caigo con Mask Singer o Me resbala. Hay muchos presentadores que al final por circunstancias, porque en ese momento les vaya muy bien con un formato, o simplemente en la cadena piensen que es la persona más adecuada para este tipo programa, compaginan más trabajo.

No me da miedo la sobreexposición siempre que le pongas sentido común. No me gustaría ponerme pesado, pero no considero que sea así. Piensa que en mi primera etapa en Pasapalabra estuve a la vez en OT durante un mes, y en TVE el primer año estaba en OT y España Directo. Es decir, no es la primera vez que estoy en dos programas de forma simultanea. Ahora El Desafío es un formato que tiene un principio y un final. Eso también me invita a reflexionar al contrario. Hago Pasapalabra, soy feliz y ojalá dure muchísimos años, pero no cierro las puertas a dentro de la casa hacer otras cosas de otro perfil y estilo que también me gusta hacer. Es un regalo y si a la gente le gusta tu manera de presentar, lo verá. Y si no, ni verá el de la tarde ni el de la noche.

Acabamos de verte dándolo todo en 'Tu cara me suena' y muchos te postularon como posible concursante de la próxima edición, ¿te gustaría? ¿O incluso como alguna de las Máscaras?

No cierro las puertas pero es verdad que ahora no me lo planteo porque dentro de poco voy a ser padre otra vez. Ya lo que me faltaba era eso (risas) estando en Pasapalabra, Tu cara me suena y en El desafío si va muy bien y renueva. Sería una locura. Me gusta mucho el show, pasármelo bien y divertirme. Que te inviten a la final de Tu cara me suena es también un regalo. Y con las máscaras, yo no tenía nada que ver con Mask Singer y desde mi casa lo disfrutaba como si estuviera dentro del Camaleón. También se pensó desde el principio que yo era uno de los bichitos y no.

Tenemos la suerte de estar, por lo menos en el caso de los que hacemos entretenimiento, en un momento donde la gente necesita evadirse de muchísimas cosas. Si tienes la suerte de estar al frente de un formato que por un rato, una hora o dos horas, hace que desconectes, hay que jugarlo y disfrutarlo también porque no siempre tienes esta oportunidad. Lo miro así, cuando salgo pienso que habrá mucha gente en su casa que en este momento quiera solamente pasar un buen rato, reírse contigo o de ti, me da igual. Por eso cuando me dijeron de ir a Tu cara me suena, dije que sí. Salí muy feo, también te lo digo (risas), no sé muy bien lo que parecía, un personaje sacado de un polígono, pero quedó divertido.

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